Déficit habitacional en Chile afecta a 2,2 millones de personas según estudio
De acuerdo a un análisis de la CChC sobre datos de las encuestas Casen 2015 y 2017, las regiones que muestran mayor carencia son las del norte. En Santiago, las más afectadas son Puente Alto, Maipú y San Bernardo.
"El déficit habitacional era una situación que en Chile confiamos, tal vez por años, que estaba en vías de resolverse, y hasta mediados de esta década la tendencia iba a la baja", expresa Patricio Donoso, presidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC). Pero no fue así: el último estudio elaborado por la entidad, realizado sobre la base de las encuestas Casen realizadas en 2015 y 2017, evidencia un fuerte quiebre de tendencia, dirigido al alza.
El análisis realizado por la CChC compara los datos relacionados con vivienda contenidos en ambas encuestas. El cotejo arroja un incremento de 13% en el déficit habitacional del país.
En números, la necesidad insatisfecha de viviendas llegó a 739.603 unidades (casas y departamentos). La población afectada se calcula en 2,2 millones de personas.
De ese total, 58% corresponde a carencias vinculadas al allegamiento y 42% a la necesidad de reemplazar unidades deterioradas.
En el nivel nacional, las regiones del norte muestran la mayor incidencia de este problema en proporción a su población (ver infografía). En la Región Metropolitana, las comunas que muestran mayor déficit -en número de unidades- son Puente Alto, Maipú y San Bernardo.
En cuanto a la cifra de personas afectadas en proporción con la población total de cada comuna, los primeros lugares en déficit corresponden a Lo Barnechea (39%), Padre Hurtado (30%), Melipilla (25%), Quilicura y Calera de Tango (24% cada una), Talagante (23%) y Lo Espejo (22%).
"Los antecedentes que tenemos indican que en 2018 no vemos ninguna tendencia a que este escenario se haya revertido. Es más, podría haberse profundizado", advierte Donoso.
Por segmentos socioeconómicos, en las familias de menores ingresos el déficit habitacional total aumentó 10% entre 2015 y 2017. La situación empeora en el caso de las familias de sectores medios: aquí el déficit total se incrementó en 28%.
Al mismo tiempo, la migración muestra un rol importante en el incremento de la falta de vivienda. Los datos indican que 10% del déficit (un total de 70 mil familias) corresponde a extranjeros, una cifra que probablemente sigue incrementándose, precisa Javier Hurtado, gerente de Estudios de la CChC.
Revisar políticas
De acuerdo con la investigación de la CChC, la principal incidencia en el quiebre de tendencia es el fenómeno del allegamiento. Así, el déficit de viviendas relacionado con este factor escaló 35% entre 2015 y 2017.
Este factor ha golpeado con especial fuerza, junto a las familias de ingresos bajos, a las de ingresos medios. Ello se relaciona, precisa Donoso, con la persistente alza en los precios del suelo y de las viviendas, junto a la mayor dificultad para acceder a créditos hipotecarios.
Al mismo tiempo, existe renuencia de muchas familias a trasladarse a sectores alejados de sus trabajos, redes y oportunidades educacionales, lo que genera un cuadro "en el que las personas prefieren vivir allegadas en lugar de optar por una solución de vivienda", señala Donoso.
"Hay un segmento al que le cambió la realidad en cuanto a vivienda en un período relativamente corto", enfatiza el presidente de la CChC. "Las personas pueden tener la capacidad de adquirir una vivienda en valor, pero la oferta que se está generando hoy las obligará a trasladarse a lugares alejados de las zonas donde tienen sus redes o desarrollan sus vidas".
Según la CChC, el escenario impone "la necesidad de revisar las políticas urbanas en Chile". En este plano, las propuestas de la entidad apuntan a desarrollar una planificación urbana integrada y a largo plazo; desarrollar procesos integrales de densificación; impulsar "una potente política de arriendos sociales" con participación público-privada, y "respetar la certeza jurídica que otorgan anteproyectos y permisos".
Sobre la discrepancia entre las cifras de este estudio y las que entrega el Ministerio de Vivienda -que en julio pasado cifró en 393 mil viviendas el déficit habitacional a nivel nacional-, Hurtado puntualiza que ello se relaciona con diferencias en los criterios aplicados tanto al determinar el allegamiento, como el aspecto cualitativo de las viviendas en el momento de determinar la necesidad de reemplazarlas.
"Por ejemplo, nosotros separamos la materialidad constructiva que no está sujeta a normativa, como el adobe. Para nosotros se trata de viviendas que hay que reemplazar, porque el adobe no es un material técnico para construir viviendas", explica.
"Cada uno defiende su metodología. Tiendo a defender la que tenemos nosotros desde hace muchos años y que está en línea con otras encuestas que hemos realizado", asevera.
En tanto, consultados sobre el tema, desde la cartera de Vivienda declinaron referirse al estudio.
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