Entre agosto y septiembre del 2022, la Brigada de Delitos Económicos (Bridec) de la PDI desbarató una serie de supuestas “agencias de viajes” que ofrecían membresías a cambio de prometedores viajes. El modo de operar de estas empresas obligaba a las personas a realizar un pago mensual para poder realizar un viaje que finalmente nunca se concretaba. Como esta forma de engañar a las personas, la policía civil ha identificado varios tipos de fraudes, esto pese a que durante el 2022 se registró una disminución en este delito. Aunque lo ocurrido con las falsas agencias sería un ejemplo más de cómo ha ido mutando este tipo de conductas delictuales.

En cifras de la Bridec Metropolitana, durante el año pasado se registraron 16.997 denuncias por estafa y otras defraudaciones. Aquello refleja un 6,1% menos de acusaciones que el 2021, cuando se iniciaron 18.104 investigaciones bajo este delito (ver infografía).

Más allá de las cifras, el subprefecto Marcelo Romero, jefe de la Bridec Metropolitana, asegura que el denominador común que tienen las estafas actualmente es la cantidad de personas afectadas. A juicio del funcionario policial, “se han registrado delitos de estafas en todas sus diversidades que están afectando de manera masiva a muchas personas, por sobre aquellas estafas que afectan a alguna persona en particular. Por ejemplo: las estafas piramidales, hemos tenido varias investigaciones de esas y en cada uno de esos casos la cantidad de víctimas o personas afectadas o involucradas son muchas”.

Un ejemplo de lo anterior fue cuando la PDI dio a conocer un nuevo tipo de estafa piramidal en mayo pasado. Se trataba de la supuesta aplicación “KnightsBridge” o “Puente de Caballeros”, la cual prometía grandes rentabilidades por medio de la devolución del impuesto de la compra y venta de productos en el extranjero. Sin embargo, los contribuyentes del sistema no recibían nunca un beneficio económico por este tipo de compras.

Además de ese tipo de engaños, la policía también ha identificado otros métodos de engaño, como las supuestas empresas de inversión -que no están registradas en la Comisión para el Mercado Financiero-, así como también supuestas empresas que entregan créditos a cambio de un pago adelantado.

¿Fraude de tarjetas a la baja?

Otro tipo de fraude descubierto por la Bridec durante el año pasado fue las denuncias en torno a las automotoras que se quedaban con el dinero de la venta del vehículo que entregó un cliente, quien finalmente nunca recibía el monto de lo que la empresa recibió cuando otra persona compró el auto. Aquello es investigado bajo el delito de apropiación indebida.

En este tipo de delito, específicamente respecto de la apropiación indebida, durante el 2022 sí anotó un aumento en comparación al número de investigaciones que ingresaron el 2021. El año pasado se presentaron 24,8% más de denuncias, con 1.850 casos en total.

Lo que sí disminuyó también el año pasado fueron los delitos asociados al uso fraudulento de tarjetas, ya que durante el 2022 se recibieron 3.066 denuncias, mientras que el 2021 dicha cifra ascendió a los 3.651.

A juicio de Romero, “estas estadísticas también pueden haberse visto afectadas por una legislación que protege al consumidor y que limita su responsabilidad en caso de fraude, hurto o uso indebido de tarjeta, en este caso los bancos están obligados a restituir los fondos frente a una situación de este tipo. Esa ley no obliga ni condiciona a realizar una denuncia a la policía, entonces los afectados de este tipo de delitos en conocimiento de esta normativa hacen el reclamo en la institución financiera y se saltan el paso de la denuncia”.

En cuanto a los detenidos, durante el año pasado también se observa una disminución de las personas que fueron aprehendidas. Por el delito de estafas, durante el 2022 hubo 633 personas detenidas, mientras que para la apropiación indebida fueron 84. El total de detenidos por delitos económicos también está integrado por los 29 médicos extranjeros que, se estima, emitieron 1.600 licencias fraudulentas.

Finalmente, el subprefecto Romero recomienda que siempre que “estemos realizando alguna operación comercial en donde nuestra contraparte nos pide celeridad en el pago o cuando el precio es menor al promedio del mercado, tenemos que estar atento a que podríamos estar frente a una estafa”.