El funeral de alto riesgo de Camilo Rojas Chepulich, alias El Ñaju, que provocó la suspensión de clases en una decena de establecimientos educacionales en Valparaíso, y el reciente asesinato de la sargento de Carabineros Rita Olivares, en Quilpué, se tomaron la agenda del gobierno y las autoridades locales, quienes discuten por estos días cómo disminuir la comisión de delitos y frenar el avance de la delincuencia.
Y en ese contexto, la Fundación P!ensa emitió el primer boletín de seguridad pública, el cual abordó la situación delictual en el Gran Valparaíso (unidad territorial conformada por las comunas de Valparaíso, Viña del Mar, Concón, Quilpué y Villa Alemana) durante 2022, dando cuenta de los delitos de mayor connotación social (DMCS) según cifras del CEAD y la Subsecretaría de Prevención del Delito. Y las conclusiones hablan por sí solas: en el último año, los DMCS en el Gran Valparaíso aumentaron en un 63% (29.656 versus los 18.031 de 2021 cada 100 mil habitantes), pero fue casi 20% menor que en 2019 (35.294).
Los delitos más frecuentes son los hurtos (29,5%), los robos de vehículos motorizados y robo de objetos de o desde vehículos motorizados (19,1%) y robos en lugares habitados y no habitados (15,3%). La sustracción de vehículos y de objetos de o desde vehículos motorizados ha aumentado su participación en 5,2 puntos porcentuales desde 2019, debido a un aumento significativo en la comisión de este tipo de delitos. Y hubo un aumento de los homicidios de 38%.
No obstante, la tasa de la Región de Valparaíso en 2022 (2.599) fue menor a la registrada en 2019 (3.069). Las regiones del norte del país resaltan por presentar las mayores tasas de DMCS, especialmente Tarapacá y Antofagasta.
“Aunque en el Gran Valparaíso se ha observado una disminución en los DMCS desde 2019, el año pasado estos delitos alcanzaron el 84% del valor previo a la pandemia, lo cual representa un porcentaje significativamente mayor en comparación con el 51% de delitos que se registraron durante ese período (2020-2021)”, señala Eduardo Mundt, director del Observatorio de Seguridad Regional de P!ensa.
Los DMCS, explica el documento, refieren a aquellos crímenes “que afectan la propiedad, la vida y bienes de las personas, generando con ello un impacto público”. Esta tipología incluye delitos violentos (robo con violencia, robo con intimidación, robo por sorpresa, lesiones, homicidio y violación) y delitos contra la propiedad (robo de vehículo motorizado, robo de objetos de o desde vehículos, robo en lugar habitado, robo en lugar no habitado, otros robos con fuerza y hurto).
El estudio también afirma que el número de homicidios en el Gran Valparaíso creció 38% con respecto al año anterior, donde las comunas de Viña del Mar (53,8%) y Villa Alemana (50%) experimentaron el mayor incremento. Al observar los últimos tres años, los homicidios se duplicaron, pasando de 25 a 51 anuales. El año pasado hubo un homicidio por semana en el Gran Valparaíso. Asimismo, “se registra el robo de un vehículo cada cuatro horas”.
Zoom a Valparaíso y Quilpué
Más en detalle y dentro del Gran Valparaíso, la ciudad puerto lidera la tasa en siete de los 12 delitos de mayor connotación social y tiene aumentos significativos en la mayoría de los DMCS y presenta la tasa más alta de DMCS por cada 100 mil habitantes (3.393); la siguen Viña del Mar (2.960), Concón (2.839), Quilpué (2.138) y Villa Alemana (1.632). Y es, a su vez, la segunda capital regional del país con mayor cantidad de delitos de mayor connotación, en proporción a su cantidad de habitantes, sólo superada por Concepción (Región del Biobío), con una tasa de 4.240.
A su vez, comparando los años 2021 y 2022, el Puerto -donde se celebró el funeral del Ñaju- presenta “aumentos significativos en la mayoría de los DMCS, especialmente en robos con intimidación (90%) y robo de vehículos (95%)”, además de otros robos con fuerza (107%), añade el estudio de P!ensa.
Por otro lado, señala la investigación, en Quilpué -donde fue asesinada la sargento Olivares- “uno de cada cinco delitos de mayor connotación social son robos en lugar habitado (procedimiento al que acudió la funcionaria) y no habitado”. Ambos crímenes subieron el año pasado un 80% y 168,8%, respectivamente, en relación a 2021.
“La cantidad de robos en lugares habitados y no habitados se duplicó, pasando de 348 casos en 2021 a 755 casos en 2022. La comuna se posiciona como segunda ciudad del Gran Valparaíso con la mayor tasa de delitos con estas características”, sostiene P!ensa en su boletín.
En el último año, “los delitos más frecuentes en Quilpué fueron hurtos (28,7%), el robo en lugar habitado y en lugar no habitado (20,2%) y el robo de vehículo motorizado y de objetos de o desde vehículos (17,3%). En 2022 la comuna totalizó 3.737 casos”, concluye.
¿Decretar estado de excepción?
Este martes, el diputado Tomás Lagomarsino (PR) solicitó a las ministras del Interior, Carolina Tohá, y de Defensa, Maya Fernández, evaluar un decreto de Estado de Excepción Constitucional de Emergencia para el Gran Valparaíso “por esta escalada de hechos de delincuencia, narcotráfico y crimen organizado que remece a la comunidad”.
En su misiva, el parlamentario recordó el asesinato a puñaladas de un hombre en el centro de Viña del Mar (26 de febrero); el homicidio de dos jóvenes con 30 disparos en esa misma ciudad (3 de marzo); una balacera “a plena luz del día” en el centro de Valparaíso (6 de marzo); la muerte de un hombre que se resistió a un portonazo en Quilpué (20 de marzo); disparos en distintos puntos de la Ciudad Jardín que lesionaron a tres personas (23 de marzo), y el asesinato de un hombre “a plena luz del día” en esa misma comuna (26 de marzo), “entre tantos otros crímenes de alta connotación social que han remecido a los vecinos y vecinas de la región”.
Los estados de excepción constitucional son una herramienta que permite restringir o limitar las libertades de la población cuando existen razones extraordinarias que afectan a las personas y el orden público. Esta medida, explica Lagomarsino, consideraría un “despliegue extra de un contingente proveniente de las Fuerzas Armadas (FF.AA.), que permitiría apoyar las labores policiales dado que en estos momentos la situación que se vive en el Gran Valparaíso no aguanta más”.
La propuesta no fue acogida por representantes del oficialismo. El diputado Luis Cuello (PC) la calificó de “delirante”, pues “las FF.AA. no están formadas para enfrentar la delincuencia (...) ¿Qué va a hacer un conscripto frente a un asalto? ¿Disparar con un fusil?”. Y tampoco fue respaldada por el gobernador regional, Rodrigo Mundaca (Ind.), quien señaló que “hay que adoptar las medidas más pertinentes, más ajustadas a la realidad, para poder combatir la delincuencia”.
Sin embargo, esta sí encontró respaldo en la oposición. El diputado Hotuiti Teao (Ind.) dijo que “si bien creo que aún hay varios caminos antes que transitar para que este gobierno ponga mano dura, no podemos descartar ninguna medida (...) El estado de excepción es una alternativa que debemos evaluar seriamente”. Mientras que su par de Evópoli, Francisco Undurraga, sostuvo que “nosotros estamos dándoles más atribuciones a Carabineros de Chile (...). De no ser suficiente, evidentemente, nosotros estamos dispuestos a estudiar al menos las consecuencias reales que tendría un estado de excepción en Valparaíso y en la Región Metropolitana”.