Delitos de violencia rural disminuyeron más de 40% durante el 2022 en La Araucanía: usurpaciones son las que más bajan
En cifras del Ministerio Público, el año pasado se registraron 416 denuncias menos en los delitos de violencia rural, siendo las usurpaciones de terrenos las que presentan la disminución más grande, con un 74% menos de ilícitos. Lo sigue el delito de amenazas, que baja más de la mitad respecto de lo ocurrido el 2021 y, finalmente, los delitos violentos, como homicidios u ataques armados, caen un 7%.
El primer hecho de violencia que se registró durante 2022 fue a tres días de comenzado el año. Un ataque incendiario afectó al fundo Santa Clara, ubicado en Traiguén, en la Región de La Araucanía, y dejó viviendas, bodegas, vehículos y oficinas quemadas. El hecho fue reivindicado por la Coordinadora Arauco-Malleco (CAM), organización que, a través de su líder, Héctor Llaitul, criticó al entonces recién electo Presidente Gabriel Boric. Desde entonces ha transcurrido más de un año y, en datos del Ministerio Público, los hechos de violencia rural en la región disminuyeron más del 40%.
Esas cifras fueron dadas a conocer el viernes 13 de enero por el fiscal regional, Roberto Garrido Bedwell. Durante la cuenta pública del Ministerio Público en esa región, el persecutor expuso las cifras de denuncias del 2022, las que demuestran que el número de denuncias de delitos de violencia rural pasaron de 977 el 2021 a 561 el año pasado. Aquello demuestra una disminución del 43% de delitos ocurridos en el contexto de violencia rural.
El fiscal Garrido señala a La Tercera que es difícil establecer a qué se debe exactamente. O si existe una única causa que explique la disminución en las denuncias. Sin embargo, asegura que se pueden plantear varias hipótesis y sobre dos pilares principalmente. El primero de ellos, explica, se podría deber a las acciones preventivas que realiza la PDI, Carabineros y el Ejército. El 2022, además, estuvo marcado por las votaciones de las prórrogas del estado de excepción, que faculta a los militares a desplegarse en la región.
“Otro pilar sería la política de persecución que hemos implementado en la región respecto de algunos fenómenos. Es lo que ha determinado, por ejemplo, la detención de personas a vinculadas a grupos violentos. Como, así mismo, la persecución de algunos fenómenos delictuales que generan estos hechos de violencia respecto de la sustracción de madera, tráfico de drogas y también la infracción a la ley de control de armas”, agrega Garrido.
Al delegado presidencia de La Araucanía, José Montalva Feuerhake, los resultados le parecen un buen indicador. Aunque considera que no es “para estar satisfecho, pero sí para iluminar el camino que debemos seguir, para seguir avanzando en materia de seguridad en la región y entregar tranquilidad a los ciudadanos que habitan La Araucanía y que se genere mayor confianza. Para que, a su vez, haya mayor inversión, mayores fuentes de ingresos y mejorar los ingresos de todos los habitantes de la región”.
Incendios y usurpaciones a la baja
Las cifras del Ministerio Público también registran variaciones en los hechos de mayor connotación social, entre los que se encuentran los atentados incendiarios, homicidios y ataques armados. Desde 2019 en adelante, el número de denuncias por estos hechos comenzó a subir. Ese año se registraron 73 denuncias, el 2020 subió a 123 y, un año después ese número continuó elevándose hasta alcanzar los 169. Sin embargo, el año pasado esa tendencia se quebró y los delitos disminuyeron a 157 denuncias: un 7% menos que el año 2021.
Aparte de eso, el delito de “usurpación y daños” es el que presenta una mayor disminución, con un 74% menos de ilícitos. Durante 2021 se registraron 501 denuncias y el año pasado sólo se contabilizaron 173 de estas. Algo similar, pero en una menor proporción, ocurre con las amenazas, delito que registró 110 hechos el 2022: 143 menos que el año anterior.
Garrido sostiene que algo que podría haber incidido en la disminución en las usurpaciones es la aplicación de la nueva normativa respecto a la persecución del robo de madera. Lo anterior, explica, porque “la sustracción de madera comienza con la usurpación de determinados territorios, luego con la expulsión de los propietarios, el control territorial para poder instalar en esos lugares una faena de extracción ilegal de madera”.
A eso, agrega que “la cantidad de personas detenidas, las organizaciones, las asociaciones ilícitas que hemos imputado, han demostrado que las herramientas que tenemos son eficaces y esto implica, obviamente, que el comenzar una labor de sustracción de madera con la usurpación ya no sea, desde el punto de vista del mercado delictual, tan rentable”. Sin embargo, advierte que podría haber una cifra negra, ya que algunas personas podrían no denunciar.
¿Cómo seguir la tendencia?
Los números de procedimientos policiales también registran una disminución respecto al año anterior. Según las estadísticas de Carabineros, hasta el 11 de diciembre se realizaron 18.451 detenciones por diversos delitos en la Región de La Araucanía.
Los ilícitos que afectan a la propiedad cayeron un 37,2% respecto al año anterior. Los procedimientos por daños, descendieron un 55,8%, mientras que las amenazas disminuyeron un 34,1%. Las denuncias por desorden bajaron un 42% y los casos por Ley de Armas, un 48%.
A juicio de Montalva, los resultados se dan porque hay medidas que han resultado. Según el delegado, “en primer lugar, es la coordinación, no solamente de las policías en conjunto con la Delegación, Ministerio Público, Gendarmería y el Ejército, sino también el hecho de que haya legislación acorde, como la Ley contra el robo de madera, y un amplio acuerdo con la bancada regional, las autoridades democráticamente electas, para avanzar en la seguridad. Y, también, por otro lado, generar mayor inversión en sectores rurales”.
¿Qué medidas más hay que tomar para seguir avanzando? El delegado afirma que se debe continuar con “el trabajo de coordinación, una legislación acorde y moderna para enfrentar delitos específicos, hacernos cargo de la especificidad de los delitos que están ocurriendo en nuestra región. Por otro lado, mayor presencia del Estado con servicios públicos, dando respuesta a una falta de inversión del Estado de infraestructura”.
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