El Comité para la Prevención de la Tortura (CPT) denunció esta tarde que una interna de la Cárcel de San Miguel dio a luz mientras se encontraba en uno de los pasillos de la Cárcel de San Miguel. “Sin los cuidados de salud ni la atención necesaria para un embarazo que se encontraba en fase de término”, señala el comunicado que emitió el organismo.
En tanto, desde el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) calificaron la situación como “grave” y manifestaron que -con los antecedentes entregados por el CPT- evaluarán “las acciones pertinentes que serán interpuestas desde el INDH”.
Según señala el comunicado del CPT, habrían conocido los antecedentes del caso durante el viernes y, tras ello, acudieron al Centro de Detención Preventiva (CDP) de San Miguel -recinto penal destinado a mujeres privadas de libertad- para constatar la salud de la interna en cuestión.
“Ninguna niña o niño puede nacer en los pasillos de la cárcel. El Estado no está entregando las garantías suficientes. Una niña nació en lugar que no le correspondía. Acá hay responsabilidades compartidas, no sólo de Gendarmería, el Ministerio de salud debe tener un rol más activo, garantizar el acceso a la salud. Estamos frente a recursos limitados e insuficientes, no estaba el profesional competente para realizar una atención de este tipo, obstétrica. Tampoco había un vehículo que trasladara a la persona a un centro asistencial”, indicó el experto del área penitenciaria del CPT, Luis Vial.
Además, la defensora regional Metropolitana Norte, Daniela Báez, manifestó que desde la Defensoría Penal Pública han “insistido en la necesidad de incorporar el enfoque de género en lo que es la tramitación de las causas penales, la permanente preocupación por el uso abusivo de la prisión preventiva, sobre todo cuando tenemos población, por ejemplo, como lo son mujeres privadas de libertad y especialmente cuando hay una mujer embarazada o una mujer con niños pequeños”.
De esa manera, la defensora señaló que se encuentran trabajando junto a las carteras de Justicia y de la Mujer para revisar la “situación de las personas que se encuentran privadas de libertad al interior de este penal, (...) haciendo esfuerzos como Estado para avanzar en lo que significan las condiciones carcelarias de una población que ya se encuentra en condiciones de vulnerabilidad”, esto pues el sistema penitenciario “no está preparado para el enfoque de una mujer”, expresó.
Por su parte, otras organizaciones vinculadas a la protección de los derechos de las personas privadas de libertad manifestaron su preocupación por el caso. “Este tipo de vulneraciones son inaceptables y lamentablemente son recurrentes. Urgen acciones concretas de los distintos organismos del Estado para garantizar el respeto irrestricto de los Derechos Humanos y velar por la dignidad de los hijos e hijas de las mujeres privadas de libertad”, señala un comunicado firmado por Leasur, Corporación Humanas y Red Acción Carcelaria (RAC).
Esta última organización se dedica, de hecho, a promover la defensa de los derechos de las mujeres privadas de libertad y a proveerlas de artículos de higiene. La directora ejecutiva de RAC, Catalina Rozas, lamentó este tipo situaciones y aseguró que “estos hechos no son aislados, existen graves y recurrentes vulneraciones a los derechos reproductivos y sexuales de las mujeres dentro de las cárceles de Chile, por lo mismo hemos estado trabajando junto a otras organizaciones en el proyecto de la Ley Sayén, que dadas estas circunstancias se demuestra la urgencia de su aprobación”.
Los hechos
Según la denuncia levantada por el CPT -a la que se plegaron otros organismos de Derechos Humanos-, los hechos habrían ocurrido a partir de la noche del 24 de diciembre, cuando una de las internas empezó su trabajo de parto “tras empezar con fuerte contracciones en la celda de contención”.
“Cuando la interna -continúa el comunicado- pidió ser trasladada a enfermería para ser evaluada, tenía 40 semanas de gestación, un embarazo de término y no recibió los cuidados oportunos. La mujer privada de libertad no estaba en la sección cuna porque ya no tenía cupos y necesitaba un monitoreo permanente”, se lee en la declaración.
Apuntan, además, que “la unidad penal no contaba con vehículo de emergencia para llevarla al hospital, por lo que la jefa de internos ofreció su vehículo personal. Sin embargo, en el traslado desde la celda de contención hacia el vehículo, la mujer dio a luz a una niña. La mujer privada de libertad fue trasladada al hospital con el cordón umbilical colgando”.