"Primero partió con besos muy sencillos y después ya de frentón besos en la boca, las palmadas en el trasero y esto se fue replicando de manera permanente y constante".
La frase es parte del relato que durante esta mañana dio, en conversación con Cooperativa, el denunciante del obispo Francisco José Cox, Abel Soto Flores.
Según la presunta víctima, Cox cometió los hechos en el tiempo que estaba a cargo de la diócesis de Chillán y mientras él era acólito de la parroquia San Bernardo de la comuna de Chillán Viejo. "Cada tres o cuatro meses iba a efectuar una misa y en esos encuentros él era muy afectuoso con nosotros", dijo.
"Nos empezó a invitar a su casa, un departamento en que vivía (...) ahí se desarrollaron varias situaciones de abuso propiamente tal. A mí no me violó, no hubo violación de por medio, pero faltó poco", señaló.
Pero además, Soto indicó que el tío del Presidente Sebastián Piñera, Bernardino Piñera estaba al tanto del tema. "Él "trató de muchas maneras de evitar la actitud de Cox, pero ese tratar no era muy fuerte como para que Cox no siguiera haciendo lo que estaba haciendo".
En medio de la visita del Papa Francisco a Chile, en enero pasado, Soto intentó contar sus hechos. "Jaime Coiro, secretario de la Conferencia Episcopal me escribe y me dice "quiero ayudarte", nosotros te vamos a llamar para que hagas tu denuncia (...) Todavía Jaime Coiro no me contacta", dijo en Cooperativa.