Entre 2018 y 2022, las denuncias por discriminación de identidad de género u orientación sexual, y por situaciones de connotación sexual, al interior o exterior de establecimientos, aumentaron un 93%, según informó la Unidad de Estadísticas y Estudios de la Superintendencia de Educación.
Los hechos de connotación sexual, explicó el organismo, refieren a “aquellas acciones proferidas sin consentimiento por un integrante de la comunidad educativa que le otorga un sentido o característica sexual a un objeto, situación o circunstancia que no la tiene, con intencionalidad sexual, y que afecta a otro miembro de la comunidad”.
Estos actos -realizados de forma presencial o digital- provocan aflicción, menoscabo o daño al estudiante afectado, y vuelven necesaria la intervención del colegio, sostiene el estudio.
En específico, en 2018 el organismo registró un total de 627 denuncias; en 2019, 676; y en 2022, 1.213. Durante la pandemia (2020 y 2021), dado el cierre de establecimientos, el ente recibió menos requerimientos, anotando 149 y 128 respectivamente.
Sobre las cifras, destaca el alza de un 202,1% en las denuncias por “Situaciones de connotación sexual entre párvulos y/o estudiantes” -hasta 2020 rotuladas como “Comportamiento de connotación sexual que no constituye agresión”-, las que pasaron de 284 (2018) a 858 (2022).
Mientras las denuncias por “Situaciones de connotación sexual de adulto a párvulos y/o estudiantes” -hasta 2020 denominadas “Agresiones sexuales (delitos como violación, abuso sexual, estupro, corrupción de menores)”- disminuyeron un 10,6% en el mismo período (bajaron de 303 a 271).
En lo que respecta a los requerimientos por “Discriminación por identidad de género”, la Superintendencia anotó un alza del 168,8% (de 16 a 43 casos), y una baja del 29,2% en las denuncias por “Discriminación por orientación sexual” (de 24 a 17). Asimismo, y luego de crear la categoría en octubre de 2021, contabilizó el año pasado 24 casos por “Discriminación por género”.
La mayoría de las denuncias por identidad de género -detalló la Superintendencia- refieren a situaciones donde se negó el acceso o excluyó de actividades escolares a estudiantes por su identidad de género; “acoso o bullying”; no reconocer y respetar la identidad de género; establecimientos que incumplen sus propios protocolos; y por negar a estudiantes trans el uso de baños o camarines que corresponden a su identidad de género, o no hacer los arreglos necesarios para garantizar que las necesidades de estos estudiantes se satisfagan adecuadamente.
Política de Educación en Afectividad y Sexualidad Integral
Ante el incremento global de estas denuncias, el Ministerio de Educación (Mineduc) recalcó la importancia de la Política de Educación en Afectividad y Sexualidad Integral -implementada por el gobierno de Gabriel Boric (CS)-, cuyas orientaciones para la inclusión de estudiantes LGTBIQA+ (lesbianas, gays, transgénero, bisexuales, intragénero, queer, asexuales y otras orientaciones) buscan, precisamente, prevenir el maltrato y la interrupción de las trayectorias educativas, así como crear espacios seguros dentro y fuera del aula.
Por ejemplo, estas “Orientaciones para el resguardo y bienestar de estudiantes con identidades de género y orientaciones sexo afectivas diversas” incluyen, en su tercer documento, acciones a implementar por la comunidad educativa para evitar situaciones de discriminación; entre ellas, capacitaciones sobre los principios de inclusión, la promoción del “respeto por las identidades de género y orientaciones sexuales diversas, constituidas por sexualidades, corporalidades, afectividades, identidades y expresiones de género, más allá de lo binario”; y “tratándose de niñas, niños y adolescentes trans el reconocimiento de su identidad “sin un carácter patologizante”, se lee en el texto.
Además, desde el Mineduc explicaron que todas las medidas y orientaciones formativas incluidas en la política -como las jornadas hacia una educación no sexista- apuntan a un cambio cultural y a la prevención de abusos y/o situaciones de connotación sexual.
Acusación constitucional contra Ávila
El Mineduc publicó en mayo las orientaciones actualizadas para la inclusión de estudiantes LGTBIQA+, pero una guía anterior, de 2017, seguía -y sigue- publicada en su página web. Por norma, explican, no se puede bajar ese contenido.
Este documento incluía dentro de sus actividades un masaje en la espalda entre estudiantes y fue difundido por un medio de comunicación como la nueva política de Boric, suscitando críticas por parte de diputadas de oposición -Sara Concha y Francesca Muñoz (ambas del Partido Social Cristiano)-, quienes anunciaron una acusación constitucional en contra del ministro Marco Antonio Ávila (RD).
Y aunque el Ministerio aclaró que la guía de 2017 no está vigente, la arremetida de Concha y Muñoz coincidió con una ofensiva paralela, que preparaban bancadas de la derecha, para interpelar a Ávila por otros temas ligados de la cartera.
Así, y en vista que la acusación cobró fuerza, parlamentarios de Chile Vamos y el Partido Republicano se sumaron con la idea de ampliar la acusación a otras temáticas (como desersión y violencia escolar) y no centrarla exclusivamente en los planes de educación sexual. La acusación sería presentada el miércoles de la próxima semana.