Pasadas las 19.40 horas de este martes, una casa se desplomó a los pies del cerro Bellavista, en la intersección de las calles Huito y Aldunate, en pleno centro de Valparaíso. El derrumbe provocó la muerte de seis personas, según confirmó el intendente Jorge Martínez: dos moradoras de la vivienda, identificadas como María Rodríguez (82) y Mónica Bruna (53), y cuatro transeúntes no identificados, que circulaban por la escalera Münich, ubicada justo bajo el recinto.

El Cuerpo de Bomberos de Valparaíso logró rescatar con vida a dos niños, de seis y siete años, que residían en la casa. Diego Romero, trabajador de un sushi en Huito, ayudó a sacar al menor (6). Sintió el estruendo y "salí corriendo a ayudar. Rompí la reja y sacamos al cabro chico de los escombros. Se veía asustado".

Daniel Zapata, nieto de María Rodríguez, señaló a La Tercera que "nadie se preocupó de la estructura de la casa, que estaba decadente, hace años. Se veían fisuras, filtraciones de agua". Así todo, el 24 de julio habían celebrado, en grande, el cumpleaños n° 82 de su abuela. Una treintena de parientes, bailando, en una vivienda que todavía resistía.

No hay sobrevivientes

Esta mañana, el intendente dijo que "las personas que se encuentran bajo el muro de contención no están identificadas. Al menos serían cuatro personas (…). No podemos descartar que haya más víctimas. Hoy la zona es insegura". Asimismo, descartó que existan sobrevivientes.

Por este motivo, al momento de este despacho, el número de fallecidos aún es desconocido. "Lo que pueda estar debajo de los escombros, todavía no lo tenemos claro", afirmó el prefecto de Valparaíso, Óscar Alarcón.

Después de remover escombros, durante gran parte de la noche, la intendencia suspendió a las 5.00 horas la búsqueda de otros fallecidos, hasta asegurar la integridad del equipo de rescate.

Para ello, encargó al Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) un análisis técnico, luego de trasladarse a "la zona de la emergencia con el objetivo de prestar apoyo y asesoría técnica en las gestiones asociadas a la seguridad y estabilidad del cerro donde se ha producido el derrumbe para llevar a cabo de manera segura las labores de rescate", dijo a La Tercera Jaime Martínez, director del Servicio en la Región de Valparaíso.

La medida preventiva evitó nuevos heridos tras un otro derrumbe, a las 10.40 horas de este miércoles. "Colapsó el resto de la estructura, lo cual nos corroboró que no era propicio ingresar con los equipos de rescate", dijo el comandante de Bomberos, Rodrigo Romo.

Otras viviendas con riesgo de derrumbe

La Municipalidad de Valparaíso ya proyectó la demolición de otras cuatro viviendas, para 2019: dos en calle Ferrari, con el proceso administrativo de demolición; otra en calle Clave, y otra en la parte alta del cerro Placeres.

El catastro emerge a partir "de las denuncias de los mismos vecinos, que conocen su zona. Valparaíso tiene 12 mil construcciones. Es imposible tener un catastro actualizado de la situación particular de cada una de las viviendas", explicó el encargado de emergencias del municipio, Ezio Passadore.

Otros cuatro inmuebles, afectados por incendios previos, han sido declarados como riesgosos, no obstante, "no constituyen un riesgo de derrumbe".

Después de las 14.00 horas, Bomberos proyecta volver a ingresar con equipos de rescate, luego de "movilizar estructuras pesadas, que están en la altura", entre ellas, el piso de madera de la vivienda, todavía colgando. "Las casas de más arriba, después de este colapso, no generan mayor problema", afirmó el comandante Rodrigo Romo.

Todo apunta a una filtración de agua

Mientras personal de LACRIM central, de la PDI, investiga las causas del derrumbe, surgen, en paralelo, las primeras hipótesis.

El encargado de emergencia municipal, Ezio Passadore, dijo a La Tercera que "todo apunta a una filtración por agua".

El agua habría corroído la estructura y favorecido el desplome. Según el concejal y arquitecto, Claudio Reyes, "estas construcciones son antiquísimas. No tienen ningún tipo de reparaciones o mantenimiento".

Esta versión la confirmó Alejandra Tapia, nieta de una de las mujeres fallecidas, quien señaló que la casa "se llovía" porque desde "el cerro caía agua, que se filtraba por las paredes. Era un tema de años. Se hacían reparaciones, pero nada concreto. La solución era deshacer la casa y hacerla de nuevo", explicó a La Tercera.

Y ¿quién responde? El intendente Martínez dijo a La Tercera que "es una pregunta que hay que hacerla con más calma, pero quién responde por la seguridad de sus viviendas son los propios usuarios. Que deben preocuparse que sea un lugar seguro".