Como todos los miércoles de enero, Andrés Castro tomó su teléfono móvil para solicitar un vehículo en una aplicación de transporte. Pidió que lo recogieran en la esquina de las calles Isidora Goyenechea y Benjamín, para trasladarse a su lugar de trabajo. Según su registro de viajes, el transporte seleccionado era un automóvil Suzuki Celerio conducido por una mujer llamada Juliana. La sorpresa vino cuando llegó el móvil. "Apareció al volante un hombre de unos 40 años. Me dijo que era venezolano, que no tenía papeles para ingresar a la aplicación y que le cobraban $ 100 mil a la semana por el auto y otros $ 10 mil por la cuenta", relata el usuario, quien luego del viaje presentó una denuncia a la aplicación. "Me respondieron con un mail, en el que aseguraban que no me iban a volver a asignar a ese chofer y que levantarían un reporte para tomar medidas", agrega.
El caso de Andrés Castro no es aislado. Actualmente es común encontrar en portales de internet, foros y redes sociales anuncios que promocionan el arriendo o la compra y venta de cuentas correspondientes a distintas aplicaciones de transporte. Los precios que se cobran por obtener un perfil van de $ 40 mil a $ 100 mil.
Contactado por La Tercera, un exconductor de Uber que puso en venta su cuenta, debido a que piensa dejar la actividad, entrega detalles del negocio. "Solo tienes que agregar los registros de tu auto: los papeles y la patente. Eso sí, no podrás cambiar ni mi foto ni mi nombre. Si los cambias, te bloquean automáticamente", describe.
¿Y qué ocurre si el usuario se da cuenta de que un chofer distinto vino a buscarlo? "Por mi experiencia, puedo asegurar que casi nadie revisa la foto. La gente se fija en el auto y en la patente. Pero si el pasajero te queda mirando, solo debes decirle que eres un familiar de la persona que figura en el perfil", explica Demis, el exconductor.
Pese a que aseguran que no cuentan con registros oficiales de sanciones por esta práctica, tanto Uber como Beat confirmaron la existencia de la irregularidad. Desde Cabify, en tanto, declinaron referirse al tema.
Los riesgos
Los requisitos que las aplicaciones de transporte piden a sus conductores son tener más de 18 o 21 años de edad -según la aplicación-, no poseer antecedentes penales y contar con una licencia de conducir clase B, además de la documentación al día del vehículo. Se trata de exigencias que muchas veces se pasan por alto en el mercadeo informal de cuentas.
"La seguridad es el plus de estas empresas: puedes ver quién te lleva y monitorear el recorrido. El problema es que cuando se produce esta adulteración de identidad se vulnera la confianza de los usuarios", señala Alberto Escobar, gerente de Movilidad del Automóvil Club de Chile. "Esta práctica le hace mucho daño al sistema", recalca.
Según el directivo, es un fenómeno "que es necesario comenzar a mirar. En estos casos, tampoco tienes cómo garantizar que los conductores cuenten con los requisitos mínimos para transportar gente, como la licencia o no contar con antecedentes penales. Todo lo que se mueve dentro del 'mercado negro' termina trayendo problemas", advierte.
"Me dio miedo"
Teresa Lihn, estudiante de Psicología, relata que en una ocasión también la recogió -en una discoteca de Apoquindo- un chofer distinto al que registraba su aplicación. "Insistió en que no había problemas, pero no subí. Me dio miedo", reconoce.
Desde Uber señalan que la reacción de Teresa Lihn es la que se recomienda en estos casos. "Recordamos a nuestros usuarios que antes de subir a un vehículo asignado por la plataforma, siempre verifiquen que el nombre y rostro del conductor sean los que muestra la aplicación", enfatiza Verónica Jadue, gerenta de Comunicaciones de la plataforma.
Agrega que si se comprueba la suplantación, Uber procederá a la "desactivación" del perfil cuestionado.
Jadue indica que la plataforma utiliza desde hace un año un sistema de reconocimiento facial, que se aplica aleatoriamente entre los conductores con el fin de corroborar sus identidades.
Por su parte, desde Beat recomendaron a sus usuarios que "denuncien de inmediato cualquier situación irregular durante su viaje". "Ante cualquier irregularidad se abrirá de inmediato una profunda investigación", recalcan.
El ministro de Transportes (s), José Luis Domínguez, señala que actualmente no existe regulación de este tipo de aplicaciones, aunque el proyecto de ley que presentó la cartera en julio pasado contempla, entre otros puntos, "exigencias tanto para los conductores, que deberán tener licencia profesional, como para las empresas, que tendrán que cumplir requisitos en materia de seguridad y responsabilidad civil. Asimismo, deberán generar un registro de vehículos que represente una garantía para los usuarios".