Las mujeres han cargado históricamente con las labores domésticas y de cuidados familiares, lo que se mantiene hasta hoy, pese al ingreso masivo de ellas al mundo laboral. Pero en educación superior, esos estereotipos se mantienen, pues las carreras ligadas al cuidado y apoyo son las que tienen mayor presencia de mujeres.

Así lo advierte un análisis hecho por la Fundación por una Carrera y la Consultora Cliodinámica, que observó en qué carreras se matricularon quienes egresaron de 4° Medio en 2017, y verificó que los programas de Secretariado Ejecutivo, Secretariado Computacional y Paisajismo están entre los que incorporaron solamente a mujeres en 2018.

A estos se suman carreras como Educación Parvularia, Educación Diferencial, Secretariado Bilingüe, Peluquería y Estética, y las carreras técnicas de asistencia asociadas a estas, donde más del 92% de sus matriculados son mujeres egresadas del colegio en 2017.

Por el contrario, las carreras mecánicas son las más masculinizadas: Técnico en Proyecto y Diseño Mecánico recibió solo hombres, de entre los egresados de 2017, y los programas técnicos de Mecánica Automotriz, Mecánica Industrial, Electromecánica y Sonido tienen más del 92% de matrícula masculina (ver tablas).

"Al revisar las carreras que son elegidas en su mayoría por mujeres, encontramos principalmente carreras asociadas a servicios de cuidado y apoyo, lo que es consistente con estudios que plantean que las preferencias de carreras de la mujer han estado asociadas a tareas estereotipadas como femeninas, como son las de cuidado, enseñanza y servicios en general", plantea el estudio.

Estos estereotipos, agrega la fundación, afectan la elección de la carrera y las lleva a descartar otras áreas de estudio, como las de ciencias y tecnología. "Mientras los hombres siguen sus talentos, aunque signifique tomar una decisión que contravenga los estereotipos de género, las mujeres renuncian a carreras de áreas de salarios más altos, por seguir caminos acordes a los estereotipos", puntualiza.

Y este sesgo tiene un impacto importante, pues refuerza las diferencias salariales y de influencia entre hombres y mujeres, "lo que nos priva de la mirada de parte importante de la población en la definición de qué país queremos ser".

Francisco Fernández, director de la fundación, plantea que "si queremos lograr la igualdad entre hombres y mujeres, no solo necesitamos aumentar la participación de la mujer en Ingeniería y Ciencias, sino que también la participación del hombre en servicios y cuidados".

Lo mismo cree Valentina Gran, integrante de la fundación, quien dice que con los sesgos "les estamos haciendo creer a nuestras hijas que no tienen habilidades para carreras científicas y matemáticas, desde los cuentos que les leemos, a cómo jugamos con ellas y los intereses que les promovemos".

Y Mario Márquez, de Cliodinámica advierte que no se debe seguir "relegando a la mujer a dedicarse a cuidar y sanar, mientras los hombres acaparan los espacios de planificación y decisión".