Una vez que la educación a distancia empujada por la pandemia comenzó a quedar atrás, una cifra preocupante quedó al descubierto, esa que apuntaba a los estudiantes desvinculados del sistema escolar (que estando matriculados un año no lo están al siguiente), y que desde 2012 hasta 2019 iban sostenidamente a la baja.
Pero en 2020, el año de inicio de la pandemia, quebró esa tendencia, cuando de los 40.757 alumnos no matriculados del año anterior se saltó a 45.865, aunque aún faltaba lo peor: 2023 anotó 50.814 desertores. Cifra que, aparentemente y a la luz de los números que presentará este lunes el Ministerio de Educación, marcó un peak en una curva que ahora comienza a descender: 2024 registra 47.509 desvinculados, lo que se traduce en una reducción del 6,5% respecto del periodo anterior. En otras palabras, el sistema escolar logró la permanencia de 3.308 estudiantes más que el año pasado, concentrándose estos en los quintiles socioeconómicos más vulnerables.
Acorde a las cifras del Centro de Estudios del Mineduc a los que tuvo acceso La Tercera, la desvinculación escolar se redujo además en cuanto a su tasa de incidencia respecto del total de matriculados, pasando del 1,66% en 2023 al 1,57% en 2024.
*Por efecto de la pandemia, la reportabilidad de 2021 no es confiable, acorde al Mineduc.
Al observar la tasa de desvinculación por tipo de establecimiento educacional, se tiene que los particulares pagados son los que presentan el mayor porcentaje, con un 2,85%. Luego vienen los municipales (1,72%) y posteriormente los SLEP o Servicios Locales de Educación Pública (1,68%). Todos ellos están por sobre la ya dicha tasa nacional de desvinculación del 1,57%. El único tipo de colegio por debajo es el particular subvencionado, que llega al 1,2%. En específico y de un año a otro, los colegios pertenecientes a algún SLEP son los que más reducen su tasa de desvinculación en 2024, con 0,27 puntos porcentuales.
En cuanto a comunas y considerando sólo a aquellas que tienen una matrícula de más de 10 mil alumnos, Vitacura es la que presenta la mayor tasa de desvinculación, con un 9,33%. Es decir, casi uno de cada 10 estudiante de dicha comuna estaba matriculado en 2023 y no lo está en 2024. Detrás aparece Colina (4,76%), Lo Barnechea (2,94%), Las Condes (2,9%) e Independencia (2,82%).
“Es una muy buena noticia para el sistema escolar el descenso de los índices de desvinculación, que también coincide con la revinculación de más de 17 mil estudiantes que estaban fuera del sistema”, dice al respecto el ministro de Educación, Nicolás Cataldo, quien destaca algunos aspectos, como que las cifras son “particularmente significativas” en los quintiles de menores ingresos, “con un fuerte protagonismo” de los SLEP.
En la cartera analizan que la desvinculación es un fenómeno heterogéneo y que no necesariamente significa la interrupción o el fin del proceso educativo de un estudiante, considerando factores como la migración (personas que prosiguen su formación en otro país o extranjeros que retornan a sus hogares), o aquellos que optan por hacerlo en modalidad online, por poner algunos ejemplos.
De esta manera, en los últimos 10 años, acorde a Educación, se han casi cuadruplicado las inscripciones a exámenes libres y según los datos que se maneja en la cartera, aproximadamente uno de cada cuatro alumnos desvinculados -22,85%- se anotó para esta modalidad en 2024, lo que se traduce en 0,45 puntos porcentuales más que en 2023.
A su vez, las cifras dicen que del total de 47.509 desvinculados, 38.917 son chilenos (tasa de incidencia del 1,4%) y 8.587 son extranjeros (tasa del 3,52%). Y aunque históricamente la tasa de los foráneos que dejan el sistema ha sido más alta, desde 2018 se ha ido reduciendo. Sin embargo, de 2023 a 2024 aumentó levemente en un 0,01%, mientras que la del estudiante chileno bajó un 0,11%.
Con todo lo anterior a la vista, en el Mineduc ven que un aspecto clave para combatir la desvinculación es la protección de la asistencia escolar, toda vez que un alumno que comienza a faltar es más propenso a terminar desertando. Y que, con miras a eso, actualmente está en primera etapa de implementación el Sistema de Protección de Trayectorias Educativas, una forma de unificar los reportes de asistencia de cada establecimiento, para de generar impactos y alertas a tiempo.
Dentro de los hallazgos e independiente de las cifras de nuevos desertores, el Centro de Estudios de la cartera educativa pesquisó que uno de cada tres -35,6% a nivel nacional- estudiantes (17.110 de 50.814) desvinculados en 2023 volvió al sistema este 2024. Y ahí, los alumnos de los dos quintiles más bajos son, al mismo tiempo, los que presentan mejores cifras de retorno: 40,1% y 38,4%, respectivamente, son los que se desvincularon el año pasado y volvieron este. En el otro extremo, un 31,5% de los alumnos del mayor quintil regresaron para 2024.
“Tal variedad de resultados refleja la complejidad de este fenómeno, que en ningún caso puede reducirse a la interrupción o el fin del proceso educativo de un estudiante. De ahí la importancia de políticas que fomenten la asistencia, refuercen la permanencia y robustezcan el vínculo de la sociedad con la escuela”, asevera Cataldo.