Fue el 13 de septiembre cuando el medio español El Taquígrafo publicó un artículo con la detención del hijo del cónsul de Chile en Barcelona Jaime Ferraz Aravena. El hijo mayor del diplomático, Esteban Eduardo Ferraz García (20), había sido detenido por los Mozos de Escuadra, la policía catalana, el 8 de septiembre en un vehículo diplomático por, presuntamente, estar vinculado a un robo.

Esa vez, la Cancillería evitó entregar una versión oficial. En el ministerio plantearon internamente que no se trataba de un tema que involucre a la repartición diplomática ni comprometiera su funcionamiento. Luego, ministra del Interior, Carolina Tohá, señaló que el hecho debía “ser investigado por las autoridades y los órganos correspondientes en España”.

En ese contexto, este martes el canciller Alberto van Klaveren asistió a la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara para entregar detalles del hecho. Según dijo, leyendo la declaración que entregó Ferraz García, el sujeto sacó el auto de su padre y mientras lo manejaba fue “interceptado” por un grupo de sujetos que lo habría obligado a cometer un robo.

“El mismo 8 de septiembre, antes de las 8 horas, el cónsul general tuvo la primera noticia de este evento, básicamente cuando descubrió que su vehículo personal no estaba en el estacionamiento donde siempre lo guardaba. Ante esta situación también se percató de que su hijo mayor tampoco estaba en su domicilio. Horas después el cónsul Ferraz recibió una llamada de la Comisaría de los Mozos de Escuadra de San Cugat del Vallés informándole que su hijo estaba detenido y que cumplían con su derecho para realizar una llamada telefónica. El hijo del cónsul señaló que había sacado el vehículo sin permiso del padre, que fue interceptado por cinco personas que lo obligan a ir, en primer lugar, a la localidad cercana a Barcelona de Rubí para intentar cometer un robo. Posteriormente le habrían obligado, de acuerdo a la versión que entregó el hijo del cónsul, a conducir a la localidad de San Cugat, donde fueron detenidos él y sus acompañantes por los Mozos de Escuadra”.

Conocida la situación, el cónsul se comunicó con la Embajada de Chile en España, que a su vez entregó la información a la Cancillería. “En el ministerio se dispuso que la División Jurídica de nuestra Cancillería estudiara el caso y determinara, sobre todo, el estatus del hijo del cónsul general en Barcelona, de Esteban, para verificar si se encontraba acreditado en alguna calidad de diplomático”. Luego de esa verificación se concluyó que éste no contaba con inmunidad de jurisdicción, “por consiguiente no había tampoco ninguna necesidad por parte del Estado para levantar la inmunidad”, dijo Van Klaveren.

Otra conclusión a la que llegó la División Jurídica fue que el vehículo utilizado por el joven es un “automóvil personal con placa consular”. “Por esa razón se beneficiaría de la protección otorgada por el Artículo 31, Número 4, de la Convención de Viena sobre relaciones consulares. No obstante, esta protección no alcanza al registro realizado por la policía en el marco de una investigación penal”, explicó.

Según señaló el ministro, siguiendo la práctica internacional de los Estados, la solicitud de registro del vehículo, que cuenta con patente consular, debe hacerse por escrito por vía diplomática. Fue lo que hizo la policía: envió una solicitud de registro, la que fue aceptada por el Consulado. Las diligencias diplomáticas entre la policía y el Consulado quedaron a cargo del cónsul adjunto, Juan Cristóbal Marín. Esto, para evitar conflictos de interés.

El 9 de septiembre se realizó una audiencia por la detención, ante la cual Ferraz García se acogió a su derecho a guardar silencio. Los otros detenidos, algunos de los cuales cuentan con antecedentes penales, hicieron lo mismo. El juez resolvió aplicar una medida cautelar contra el hijo del cónsul consistente en comparecer una vez a la semana en el Juzgado de Guardia. No se decretó el retiro de su pasaporte. Asimismo, el juez fijó como fecha el 28 de septiembre para realizar la revisión del vehículo.

A dicha diligencia asistió el cónsul y el abogado de su hijo. Al interior del auto se encontraron tres tapas de alcantarillados, varias bolsas y mochilas, guantes, cascos de moto y varios teléfonos celulares, que pertenecerían a los involucrados. Estos objetos serán periciados en el marco de la indagatoria. Ese día, el auto fue devuelto al cónsul general.

“El Consulado General en Barcelona ha seguido funcionando de manera normal”, dijo Van Klaveren, y agregó: “Hemos procurado prestar toda la colaboración a la investigación en el presente caso, en el entendido de que se trata de una situación que afecta a una familiar de un diplomático nuestro”.

“Obviamente, nuestro diplomático no está involucrado de manera alguna en este incidente, pero hay un vínculo familiar que hay que considerar”, cerró Van Klaveren en su exposición.

Reacciones

Tras la exposición del ministro, los diputados entregaron sus impresiones. El primero, en tono crítico, fue Cristhian Moreira (UDI). “Voy a ser franco, no soy tan ingenuo. Según lo que usted ha relatado, no me la creo. Sé que usted está entregando una información requerida por esta comisión. El que nada hace, nada teme. ¿Por qué dice que no va a dar una declaración, si dice que lo secuestraron?”, inquirió.

“Encuentro que es un caso bastante grave, porque nos hacemos publicidad en los medios europeos por los lanzas y hora resulta que el Consulado se ve envuelto en este escándalo. Tengo claro que el cónsul no tiene ninguna responsabilidad, pero a quien se le acusa es al hijo”, agregó.

A su turno, Ximena Ossandón (RN) señaló: “Los hijos a veces cometen estos errores, pero cualquier persona sabe que esto no es un tema de Cancillería o de un poder del Estado, que se relaciona a una fechoría, que por lo demás todavía no está determinado por la Justicia. Hoy nos aclaran perfectamente lo que sucedió”.

Por su parte, Raúl Soto (PPD) manifestó: “Escuchando a los colegas es bastante claro que la responsabilidad es individua, nadie pone en duda aquello. La responsabilidad civil, la responsabilidad penal. Cada persona que es adulta responde por sus propios actos”. Eso sí, agregó: “Al mismo tiempo también entendemos en materia de relaciones internacionales, de diplomacia, las cosas que se hacen o se dejan de hacer afectan a los Estados. Por lo tanto, son especialmente sensibles y que tienen que ser abordadas con esa especificidad”.

“Es bastante plausible la hipótesis de la inocencia del hijo del cónsul. Sabemos que en Chile también hay robos de autos para cometer delitos. Los delincuentes no van en sus autos propios a cometer delitos”, dijo Félix González (Partido Ecologista Verde). “Es menos plausible que alguien vaya a cometer un delito en un auto tan evidente como ese, con una placa tan destacable”.