La Universidad de Chile ingresó al Ministerio Público una denuncia por la golpiza que recibió el hijo de la diputada Cristina Girardi (PPD) el viernes pasado, cometida por un grupo de encapuchados, y está a la espera de que la familia presente una querella contra quienes resulten responsables para adherir a ese recurso.
El joven fue atacado por cerca de ocho personas. La agresión le causó fracturas en la nariz y en un brazo y, de hecho, el estudiante debió ser operado hoy de una mano.
El alumno de Biología Ambiental alcanzó a ver a sus atacantes, pues ya habían descubierto sus rostros cuando lo golpearon. La diputada Girardi, en entrevista con radio Futuro, contó que "una de las personas hizo un comentario en Facebook y mi hijo lo identificó como una de las personas que estaba en el grupo (de agresores)", y que "él la identifica y sabe que es de la universidad".
La legisladora confirmó que presentarán una querella y se mostró confiada en que la investigación que está realizando el plantel obtendrá resultados.
Hoy el tema escaló. La ministra vocera de Gobierno, Cecilia Pérez, expresó a través de redes sociales su apoyo a la familia Girardi. "Deseamos la pronta recuperación de su hijo, estudiante de Biología Ambiental brutalmente agredido en la universidad. Que avance la investigación sumaria y que los agresores sean sancionados como merece su cobardía y violencia", declaró.
El decano de la Facultad de Ciencias de la U. de Chile, Raúl Morales, describió la situación que se vive en el campus en relación con los disturbios. "Antes los encapuchados salían a manifestarse a las avenidas Macul o Grecia y luego ingresaban al campus a esconderse. Ahora se manifestaron afuera y después dentro del campus, haciendo barricadas. Y muchos estudiantes protestaron contra ellos: es algo que tampoco había ocurrido antes", explicó.
Loreto Rebolledo, directora del Instituto de la Comunicación e Imagen, coincide en que "esta es una violencia distinta a la que hemos visto antes. Mi sensación es que lo que sucedió refleja algo que ocurre en toda la sociedad, y la peor manifestación de esto es lo que hemos visto al interior del campus y lo que ocurre en el Instituto Nacional".
Luis Orlandini, decano de la Facultad de Artes, plantea que las autoridades deberán ser inteligentes para encontrar medidas adecuadas contra la violencia. "Se está ideando una estrategia para tener mejor control y proteger a la comunidad. Es un tema complejo, pero trataremos de no llegar a los extremos de poner torniquetes o pedir identificación, lo que no nos gustaría porque esta es una institución pública de libre acceso. La estrategia tiene que ser muy bien pensada".