Director del Colegio Cordillera, el mejor en resultados PDT: “Chile tiene una deuda importante con la educación pública”

El Colegio Cordillera de Las Condes logró los mejores resultados de la Prueba de Transición 2021. Los 66 estudiantes que rindieron la evaluación obtuvieron un promedio de 698,5 puntos. Pero no es primera, ni segunda, ni tercera vez que el Colegio Cordillera -fundado en 1981- logra resultados destacados en la prueba de ingreso a la educación superior. Este recinto de orientación cristiana -sólo para hombres- es reconocido porque se suele ubicar en el “top 3″ de colegios que rinden esta evaluación.

El abogado Gonzalo Celis es el director de esta institución hace más de 10 años. El colegio no sólo destaca por sus puntajes, sino también por su elevado arancel. Cuenta con 758 estudiantes, cuyas familias desembolsan 184,6 UF anual (cerca de $5.700.000) por la colegiatura, sin considerar el costo de la matrícula, que es de 15,91 UF ($ 490.000), y la cuota de incorporación, que varía según nivel académico y no es menor a 30 UF ($ 900.000), según su sitio web.

Este recinto educativo, parte de los colegios del Opus Dei, asegura que no cuentan con un preuniversitario interno ni con una preparación “especial” o específica para la PDT (ex PSU). El Colegio Cordillera tiene dos cursos por nivel, con 35 alumnos cada uno, y una jornada escolar de lunes a jueves, de 8.15 a 15.40 y viernes de 8.15 a 15.10.

Por segundo año consecutivo, su colegio obtuvo los mejores resultados de la Prueba de Transición 2021. ¿Cuál es la fórmula? ¿Cómo preparan a sus alumnos?

Pensamos que este resultado obedece más a un modo de trabajar que a una fórmula. Nuestros alumnos desde los primeros cursos son formados en la libertad y la responsabilidad personal. Todo en un ambiente de confianza, cercanía y también de exigencia. El apoyo de las familias y el profesionalismo de nuestros profesores también son factores decisivos. La preparación más inmediata de la prueba se traduce fundamentalmente en un programa de ensayos y acompañamiento personal que busca que cada alumno dé lo mejor de sí mismo.

Históricamente, los colegios de un solo sexo obtienen mejores resultados que sus pares. ¿Cree que esta modalidad les favorece?

Mirando el listado de colegios destacados, efectivamente se observa esto. No me atrevo a decir que haya una relación directa entre esa modalidad de enseñanza y los resultados. Parece un tema muy interesante para ser estudiado. En todo caso, los colegios de la red Sociedad Educacional (Seduc) han optado por esta modalidad desde el principio, convencidos de que tiene muchos beneficios, independientemente de que entendemos que hay muchas otras modalidades educativas igualmente buenas.

¿Influye que sea un colegio pagado? ¿Por qué?

No pienso que necesariamente deba ser así, sin duda que puede ayudar, pero sin un cuerpo docente bien preparado y comprometido, y un buen proyecto educativo, los recursos no bastarían.

¿Qué feedback obtuvo de sus alumnos respecto de esta nueva modalidad de la prueba?

A medida que realizaban los ensayos durante el año, lo que más les llamó la atención fue la prueba de lenguaje, que hoy es sólo de comprensión lectora.

De los 100 colegios con mejor rendimiento de la Prueba de Transición, 95 son particulares pagados. ¿Qué le parece esta cifra? ¿A qué atribuye las diferencias de resultados que se establecen entre colegios públicos y los colegios pagados?

Chile tiene una deuda importante con la educación pública. No tengo dudas de que hay tanto talento en una como en otra, pero se debe trabajar para que todos tengan las mismas oportunidades y condiciones.

¿Siente que sus estudiantes están en una condición de privilegio?

Sí, y ellos lo saben, pero un contexto favorable no es suficiente si no hay un compromiso con el trabajo duro, tanto en lo académico como en lo formativo, para ser mejores personas. Por eso los animamos a retribuir a la sociedad todo lo que han recibido.

¿Qué tips académicos compartiría con sus pares para lograr buenos resultados en esta prueba?

Seguramente lo saben mejor que yo: entender la formación académica y humana como un proceso de largo aliento. Y en lo más inmediato a la prueba, trabajar con orden y acompañando a cada alumno, en la medida de lo posible.