Como un "episodio traumático" define Claudio Martínez, ex director de Gendarmería, la llamada "fuga del siglo", cuando cuatro miembros del Frente Patriótico Manuel Rodríguez escaparon en 1996 de la Cárcel de Alta Seguridad por medio de un helicóptero. Martínez, quien era el mandamás de la institución en aquel tiempo, relató en Radio Concierto qué recuerda de la fecha.
"Ese episodio fue bastante traumático, porque fue justo el día de Año Nuevo, de modo que perturbó severamente ese plan tradicional que cada uno ejecuta a fin de año, de modo que está muy presente, como si lo viviera ayer", indicó, "significó mi salida de servicio".
Este hecho recobra importancia ahora que Mauricio Hernández Norambuena regresó a Chile tras un proceso de extradición desde Brasil y nuevamente se encuentra recluido en la CAS. Además, no quiso referirse a este escape cuando el ministro Mario Carroza lo interrogó.
Sobre la fuga en sí, Martínez indica que se había conversado con anterioridad acerca de cerrar con un tipo de reja especial y transparente la parte superior del centro penitenciario, que era lo que existían en otros países, pero se consideró que en Chile "no había ningún grupo con capacidad de cometer una acción de ese tipo".
Un punto clave para el escape y que flexibilizó y facilitó la fuga, indicó, fue que se dejó de usar el locutorio - en donde Gendarmería podía interceder en las conversaciones escritas y orales de los presos - y que se permitieran las visitar conyugales. Con eso, a su parecer, la cárcel dejó de ser de alta seguridad y permitió que se les suministrara información bien concreta para su escape.
De acuerdo al exdirector, con los años la gente "tiene una más clara conciencia del asesinato de Jaime Guzmán" y así del rol que cumplió, entre otros, el "comandante Ramiro" (Mauricio Hernández Norambuena). "No corresponde que la sociedad tenga una especie de solidaridad", agrego´.
Si bien no quiso referirse al tipo de pena que debería enfrentar acá , Martínez indicó que "le llamó la atención" en la conferencia de prensa "el tono coloquial" que ocupó el juez Mario Carroza al referirse a Hernández Norambuena, quien fue extraditado de Brasil a Chile esta semana, pues, indicó, "este tipo de presos son bastante seductores".
Sin embargo, expresó, si Hernández Norambuena queda libre "en Chile se instala nuevamente esta sensación de impunidad".
Con respecto a Punta Peuco, Ramírez, que es arquitecto de profesión, indica que este centro y las cárceles de alta seguridad no se distinguen mucho, pues ambas son celdas con baño y con estructuras similares.
"El régimen es el que consagra los privilegios, más que la arquitectura", explica.