La nueva directora ejecutiva de Ciudadanía Inteligente, Renata Ávila, abogada guatemalteca especializada en tecnología y protección de datos, empezó a acercarse a este campo en el 2000, cuando empezó a investigar la censura en internet junto al Berkman Klein Center, de la U. de Harvard.

Estudiando este tema conoció a Julian Assange, periodista y programador australiano, con quien mantiene una amistad hasta hoy.

En diciembre, Ciudadanía Inteligente lanzó Chileleaks, plataforma que permite a cualquier ciudadano realizar una denuncia de forma anónima para que luego los medios de comunicación lo investiguen.

¿Qué influencia tiene el caso de Wikileaks en Chileleaks?

Las plataformas de filtración anónima son el bebé de Julian Assange, él viene de la comunidad de los cypherpunks y esa comunidad empezó a usar el cifrado como un mecanismo de resistencia y para la redistribución de poder. Cuando Assange vivía en África se dio cuenta de que a los periodistas los estaban matando y a las fuentes también. Así que usó esa tecnología para proteger los datos de sus fuentes. Él, con su inteligencia, podría ser millonario, podría haber desarrollado tecnologías súper sofisticadas para bancos o para sistemas informáticos de militares.

El eslabón que a Wikileaks le falta, y que les falta a todas las plataformas de filtraciones, es tratar de ver las denuncias ciudadanas no como un acto heroico, sino como una actividad cotidiana que fortalece la democracia.

Con Chileleaks ese fue el propósito. Quisimos poner énfasis en una campaña que hiciera ver que la sociedad chilena tiene un problema con las coimas, algo que pasa cotidianamente. Así, combinamos una plataforma amigable, usable, con un problema común para acercar a la gente la posibilidad de reportar esas irregularidades. También habilitamos a la ciudadanía para que puedan elegir qué medio de su confianza va a investigar su denuncia.

¿Cómo se hace el filtro entre casos reales y los que no?

Como eso excede las competencias de una organización dedicada a fortalecer la democracia, creemos que las personas más indicadas para llevar a cabo esa función son los periodistas. Los medios son los que deberán hacer esa labor. Nuestra labor se limita a entregar una plataforma segura, confiable y usable.

¿Ya han recibido denuncias?

Empezamos en diciembre y pronto tendré una reunión para ver cómo va la cosa. Pero invito a toda la ciudadanía chilena, que está harta de las coimas, a que denuncie, es privado y más rápido que hacer una denuncia con nombre y apellido. El proceso demora 30 minutos, mucho menos que un capítulo de Netflix.