La directora nacional (s) del Servicio de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred), Alicia Cebrián López, el director regional de Senapred de Valparaíso, Cristián Cardemil y el exdirector regional (s) del mismo organismo de Valparaíso, Felipe Estay asistieron este miércoles a la Comisión de la Cámara de Diputados que investiga el megaincendio ocurrido el 2 y 3 de febrero en la Región de Valparaíso, y que cobró 137 vidas.

Mediante una exposición, Cebrián se refirió al trabajo de su organismo y entregó una serie de cifras actualizadas sobre la respuesta del gobierno. Además, y dadas las consecuencias e información que se ha ido conociendo durante las últimas semanas, la directora hizo un mea culpa y sostuvo que tras la emergencia “existe autocrítica” y que como servicio están haciendo “un proceso de remirar no solo la forma en que respondemos a las situaciones de emergencia”.

Cebrián recordó que el 2 de febrero, a las 2.31 AM, Senapred estableció una alerta roja para la comuna de Valparaíso a raíz de un incendio que afectaba el sector de camino Las Docas. La cobertura de la alerta fue ampliada, afirmó, a medida que se registraron otros siniestros.

Asimismo, dio cuenta de la cantidad de mensajes SAE que se enviaron ese día para alertar a la población y activaron posibles evacuaciones. Durante el 3 de febrero se enviaron 12 mensajes a Viña del Mar, 15 a Quilpué, 3 a Limache y 1 a Valparaíso.

Según dijo, se han entregado 4.399 toneladas de elementos de ayuda, tales como kit de higiene, de aseo, de protección personales, colchones, frazadas entre otros. Además, dijo que se han otorgado 168.832 kit de alimentación.

Por otra parte, respecto a las cifras de viviendas de emergencia que el gobierno ha entregado para los damnificados, la autoridad dijo que, hasta el 27 de mayo, se han instalado 1.760. El proceso de instalación comenzó el 21 de febrero. Sin embargo, 1.339 de estas han sido rechazadas por los afectados. “Nunca antes en Chile se habían construido esa cantidad de viviendas de emergencia. Y nunca antes se habían construido en tan poco período de tiempo”, defendió posteriormente Cebrián.

Incendio en Valparaíso.

Autocrítica

Posterior a su intervención, la autoridad recibió varias consultas de parte de los parlamentarios. Uno de ellos fue el diputado Andrés Longton (RN), quien cuestionó una falta de autocrítica por parte de su organismo. “Pareciera ser que todo funcionó bien, de que se cumplieron todos los pasos y es exactamente lo contrario, no se cumplió con aquello que tenía que cumplirse de acuerdo a la Ley y de acuerdo a los protocolos”, dijo el parlamentario.

“Es tremendamente preocupante, sobre todo la falta de autocrítica en atención de que no cumplió con lo mínimo para resguardar la vida y las viviendas de dichas comunas”, complementó.

Sobre esto, Cebrián respondió: “Por supuesto, a que a la luz de las consecuencias de esta emergencia existe autocrítica. Nosotros como servicio estamos haciendo un proceso de remirar no solo la forma en que respondemos a las situaciones de emergencia en términos del desplazamiento de nuestros funcionarios y de la logística que tenemos para poder proveer de los elementos de emergencia”.

Cebrián explicó que hasta ahora la estructura del servicio de su organismo termina en el apoyo al municipio. “Esta emergencia tuvo tal envergadura, tal impacto, tal afectación en la posibilidad de reacción de nivel local, que Senapred fue más allá de eso, entregando ayuda directa a las comunidades, habilitando sus propios centros de acopio, situación que antes no hacíamos”.

“A la luz de eso, tenemos que revisar nuestra forma de los procesos logísticos. Hemos hecho un proceso constante de mejoramiento de los elementos de ayuda que entregamos”, afirmó. “No nos quedamos tranquilos ni conformes nunca con la respuesta que damos, siempre entendemos que hay posibilidades de mejoras”.

Viviendas rechazadas

Por último, el diputado Andrés Celis (RN) consultó por qué más de 1.300 personas rechazaron las viviendas de emergencia.

La directora subrogante respondió: “Nunca antes nos había pasado en una emergencia que tuviéramos un número de viviendas de emergencia rechazadas”.

En ese sentido dijo que se explicaba por tres razones. La primera fue porque los afectados habrían preferido construir sus propias casas. “La mayor tasa de rechazo es que las personas empezaron a autoconstruir sus viviendas. Con recursos propios, con bonos que les entregaron canalizados a través de la subsecretaría del Interior, mucha gente inició su proceso de autoconstrucción. Y cuando nosotros llegamos con el ofrecimiento de una vivienda de emergencia la rechazaron porque no querían o no cabe en el mismo terreno la casa que estaban construyendo y nuestra vivienda de emergencia”.

El segundo proceso de rechazo, dijo, fue porque algunos de los afectados creyeron que prefiriendo un bono entregado por el Estado por tres meses no podrían quedarse con las casas de emergencia. “La gente en algún momento entendió que si recibía el subsidio de habitabilidad era incompatible con la vivienda de emergencia. Y mucha gente, en primera instancia, rechazó la vivienda por no perder el bono. Hemos hechos un trabajo con nuestros funcionarios, en coordinación con los municipios, para volver a ir donde esas personas y volver a ofrecerles la vivienda de emergencia. Y así hemos logrado instalar viviendas de emergencia y la gente ha cambiado de opinión”.

El último porcentaje de rechazo, afirmó, fue solo porque “la gente no la quiso”. “Ese proceso está siendo documentado. Va a tener respaldo documental de que las personas rechazaron las viviendas”.

“No hubo monitoreo en torno a dónde se tenía que evacuar”

Al término de la sesión, el diputado y presidente de la CEI, Tomás Lagomarsino (PR), resaltó que “uno de los elementos relevantes que se dilucidó el día de hoy (miércoles), y que fue por el director regional de Senapred Valparaíso en el momento de la emergencia, es que las alertas SAE fueron despachados en función de las escuchas radiales de los oficiales bomberiles a cargo de cada uno de los dispositivo de bomberos”.

Es decir, “no hubo un monitoreo ni una presencialidad en torno a dónde se tenía que estar evacuando, sino que exclusivamente se hizo en torno a lo que se estaba escuchando radialmente en aquellas horas”.

“También se clarificó, en cierto sentido, que no hubo coordinación dada la falta de antelación o prognosis realizada por Conaf para indicarle a Carabineros de Chile, a la Defensa Civil o a las Fuerzas Armadas realizar la evacuación. Mientras que en paralelo, se realizaban los anuncios y las alertas SAE. Lo cual denota que la institucionalidad aquel día no funcionó”, agregó.

Considerando lo anterior y lo recabado hasta ahora por la CEI, “esto fue una cadena de errores que partieron por los autores materiales en dos instituciones muy relevantes en nuestro país -Conaf y Bomberos-, las falencias que ya hemos conocido tanto por Conaf como por cada uno de los cuerpos de Bomberos en distintos elementos”.