Los cielos de Las Condes albergan ya un total de diez drones. El alcalde Joaquín Lavín asegura que ante su efectividad, se aumentó la flota para realizar otro tipo de funciones.
En un principio comenzaron con la tarea de detectar delitos callejeros, como "lanzazos o cartereos", sin embargo, ahora tendrán otras tareas, como lo dice el mismo edil a La Tercera. "Los nuevos drones tendrán otro tipo de funciones, como emergencias, búsqueda de personas, persecuciones o vigilancias de casas que nos encargan cuando los vecinos salen de vacaciones, esto claramente con su autorización, y además nos preocupa mucho la zona del Apumanque, por los lanzazos, portonazos, los motochorros y motocloks, y ahí tendremos un dron dedicado a eso, porque es un área que ha sido compleja en este tipo de delitos".
De esta forma, uno de los diez drones sobrevolará el sector de este centro comercial, que registra una alta tasas de delitos, en comparación con otros sectores de la comuna.
"Nos hemos enfocado en el tráfico y microtráfico de drogas. Ha sido especialmente importante para el trabajo de la PDI y tener medios de prueba para la Fiscalía. Los vecinos se sienten más tranquilos. También se ocupan de incivilidades, como el consumo de alcohol o drogas en plazas o espacios públicos, porque ahí los inspectores hablan a través del parlante del dron y ha sido disuasivo", precisa el alcalde.
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Un dron sobrevolando Santiago. Foto: Agenciauno[/caption]
Por otro lado, desde mayo de 2017, fecha en la que comenzaron a funcionar los primeros drones en Las Condes, ya se han detenido a 89 personas por diversos delitos, pero no sólo en la comuna, ya que "hemos prestado ayuda a otras comunas, a través de la PDI, para distintas operaciones, por ejemplo en La Legua, La Granja, La Reina, La Pintana, Peñalolén, Buin, Calera de Tango, Licantén", explica Lavín.
Hay que recordar que estos aparatos sólo pueden grabar en sitios públicos, y solamente si un vecino así lo autoriza, grabar y salvaguardar la seguridad de un domicilio en particular.
Pero no solamente han vigilado delitos, sino que también faltas. Es lo que ocurrió en el invierno pasado, cuando con drones con cámara térmica vigilaron el uso de chimeneas en días de alta contaminación. Hay una ordenanza que establece un parte de 5 UTM que son prácticamente 250 mil pesos, por lo que personal de seguridad va a la casa y deja el parte respectivo cuando el artefacto identifica dónde hay chimeneas prendidas.
COMPLEMENTO A OTRAS MEDIDAS
"El trabajo de los drones es complementario a una serie de medidas tecnológicas, como las cámaras de reconocimiento facial; los pórticos que leen placas patentes; GPS para ubicar autos robados o personas que han sido víctimas de un portonazo; los botones de pánico en plazas o lugares donde hemos tenido más delitos; y por cierto el trabajo de prevención en conjunto con los vecinos, conserjes, asesoras del hogar y recomendaciones para que las casas y edificios sean lugares más seguros".