Poco más de 7.400 kilómetros, ida y vuelta, recorrió el pasado 27 de marzo de 2020 uno de los aviones Hércules C-130 de la Fuerza Aérea de Chile (Fach) para trasladar desde Isla de Pascua a dos personas sospechosas de haber contraído el Covid-19.
Era el inicio de la pandemia y este operativo aeromédico se convertiría en uno de los más de 260 que la institución aérea ha realizado durante toda la pandemia.
“Fue en base a esa experiencia en Isla de Pascua que se afinaron los detalles, preparamos todo, tuvimos reuniones con gente de otras instituciones, como el Samu Metropolitano, y aprovechando toda su experiencia en lo que es el traslado de pacientes por vía terrestre y el manejo prehospitalario, es que hicimos más capacitación y el 14 de mayo de 2020 partimos con la primera misión”, explicó a La Tercera el comandante de escuadrilla (S), Gonzalo Suárez, jefe de la escuadrilla de redespliege sanitario aerotransportable modular ERSAM de la Fuerza Aérea de Chile.
Durante el periodo 2020 y 2021 se han realizado 81 misiones de vuelo para trasladar pacientes Covid-19 entre las distintas Unidades de Cuidado Intensivo (UCI) del país y así descongestionar algunas de estas unidades durante los momentos más complejos de la pandemia.
El año pasado la Fach concretó el traslado con vida de 128 personas contagiadas, mientras que en lo que va del 2021 dicha cifra asciende a 135.
La mayoría de los vuelos se han realizado en Hércules C-130 que cuentan con una capacidad de traslado simultáneo de hasta 4 pacientes, mientras que los restantes operativos se llevaron a cabo en los Black Hawk con los que cuenta la institución.
Dichos operativos contaron con cerca de 13 personas cada uno, considerando a la tripulación compuesta por 6 personas y el equipo médico correspondiente, quienes cuentan con la especialidad de medicina aeroespacial, especialización que entrega la Fach, que es única institución validada para entregar este tipo de capacitación.
“Dentro de todas las capacitaciones y entrenamientos que nosotros recibimos como médicos cuando ingresamos a la institución está todo el tema de la medicina aeroespacial, que es algo que no se maneja en el pregrado en ninguna universidad y son conceptos especiales muy particulares que los vamos viendo, que es lo que nos dan la base para ejercer la medicina arriba de una aeronave, que presenta una serie de dificultades, en un entorno completamente distinto, con menos disponibilidad de oxígeno, con alteraciones atmosféricas, temperatura, ruido, visibilidad acotada, etc”, concluyó Suárez.