Una de cada seis cupos de la educación superior quedó vacante este año. Ese fue el impacto que tuvo en el sistema el estallido social, las protestas en la rendición de la última PSU y la pandemia de Covid-19, lo que se ha reflejado en una fuerte baja de las matrículas.
Según el Consejo Nacional de Educación (CNED), que en junio publica los indicadores del sector, este 2020 quedaron 64.263 espacios de primer año sin ocupar, el 16,7% de los cupos ofertados. Es la cifra más alta desde que se tenga registros.
El análisis revela que en 2020 se matricularon 320.348 estudiantes nuevos, 8,9% menos que el año pasado, cifra que empeora si se considera la fuga de alumnos desde las instituciones en los últimos meses, y que supera los nueve mil alumnos, según un sondeo de La Tercera en 17 universidades.
Uno de los sectores más golpeados fue el de los institutos profesionales, donde quedaron 37 mil cupos vacantes. Le siguen los centros de formación técnica, con 14 mil cupos, y las universidades, con 13 mil vacantes (ver infografía).
El subsecretario de Educación Superior, Juan Eduardo Vargas, dice que esta caída histórica es consecuencia del sabotaje a la PSU, lo que hizo que “el proceso de postulación y matrícula a la educación superior se retrasara y que muchos jóvenes decidieran no ingresar a la educación superior este año”, sumado a la suspensión de clases presenciales a raíz de la pandemia.
“Esta doble situación es inédita y es lo que explica que haya ocurrido la caída de matrícula más alta que ha experimentado el sistema en las últimas décadas. Es importante aclarar que, de acuerdo a las cifras del Ministerio de Educación, el número total de estudiantes sigue superando el millón cien mil jóvenes”, precisa. La autoridad agrega que el 95% de los jóvenes de primer año se matriculó en una institución acreditada.
Según el CNED, de las 128 instituciones que tenían matrícula comparable entre 2019 y 2020, 96 no alcanzaron a llenar todos sus cupos. Los casos más extremos son de la Universidad Los Leones, que tenía 355 cupos disponibles y solo llenó 19, y del CFT Icel, que llenó 116 de sus 800.
Sobre la matrícula total de los planteles de educación superior, 88 de las 128 instituciones tenían este año menos estudiantes de los que tenían el año pasado. La mayor baja nominal ocurrió en la U. Inacap, que perdió ocho mil alumnos (27%) en un año. El instituto AIEP perdió casi seis mil jóvenes (6%) en el mismo período.
La directora ejecutiva de Acción Educar, Magdalena Vergara, aseguró que “con la pandemia, esta caída podría ser aún más pronunciada en los próximos años y eso puede afectar el financiamiento de las instituciones. Lo más lamentable es que los más afectados son los estudiantes vulnerables”, advierte.
Para el exministro y experto en educación José Joaquín Brunner, “acá se mezclan dos cosas, la tasa decreciente de crecimiento de la población joven, lo que hace que haya una caída demográfica en la demanda, y la accidentada aplicación de la PSU”.
Los datos del CNED también muestran que los aranceles, en promedio, subieron 7,5% este año, cerca de $ 165 mil más que en 2019, con énfasis en las escuelas matrices de las Fuerzas Armadas. En las universidades, el alza promedio fue de $ 210 mil.
El subsecretario Vargas dice que “se ha hecho un esfuerzo enorme por aumentar las ayudas estudiantiles que ya este año benefician a dos tercios de los estudiantes de todo el sistema, considerando gratuidad, becas y créditos”, a la vez que reabrieron el proceso de postulación al crédito CAE para el segundo semestre.