Según cifras de la Subsecretaría de Redes Asistenciales, entre abril y junio de este año 2.949 funcionarios solicitaron licencias médicas por enfermedades laborales y curativas, lo que resultó en 104.652 días de ausentismo. Eso configura un aumento de un 118% si se compara con los 47.906 días del mismo trimestre en 2019, donde hubo 2.222 funcionarios solicitantes.
La cifra “es la más alta que ha habido en el sector salud en toda la historia”, dice Luis Castillo, decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Autónoma y exsubsecretario de Redes Asistenciales (2018-2019), y añade que “esto es multifactorial, pero hay un factor pandémico importante”.
El especialista recalca que se debe especialmente a la crisis sanitaria del Covid-19, ya que los funcionarios de la salud, reconocidos como “primera línea” durante la pandemia, fueron los encargados de protagonizar el rol más severo dentro de la emergencia sanitaria. Al interior de hospitales y clínicas cada ola se vivió con una intensidad inédita. Turnos de 12, 18, 24 y más horas, de lunes a domingo y sostenidos por varias semanas fueron necesarios para cumplir las cuotas de los equipos.
El presidente del Colegio Médico, Patricio Meza, también coincide en el factor pandémico, pero asegura que también hay otros aspectos que inciden: “Los trabajadores de la salud tienen una sobrecarga de trabajo tremenda y no siempre lo hacen en condiciones óptimas, en términos de recursos o espacios físicos. Y eso se traduce en agotamiento o burnout laboral (estrés relacionado con el trabajo o desgaste laboral)”.
Meza agrega que “los últimos años ha aparecido algo que no es tan usual en nuestro país como es la agresión desde los usuarios hacia el personal de salud, y no solo verbales, sino que también agresiones físicas, lo que afecta mentalmente a los trabajadores”.
Según cifras del Ministerio de Salud, hasta finales de julio se habían registrado 4.502 agresiones a miembros de los equipos de salud en el ejercicio de sus funciones, configurando un promedio de 21 hechos al día en todo el país.
José Luis Espinoza, presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Enfermeras y Enfermeros de Chile (Fenasenf), enfatiza que “en estos años pospandemia nos hemos mantenido en un ausentismo cercano al 30%, es decir, tres de cada diez trabajadores de la salud están con licencia médica y estas son principalmente por salud mental o enfermedades musculoesqueléticas, que son provocadas por el esfuerzo físico que se hace por la atención de los pacientes”.
Descanso y atención psicológica
Así, parlamentarios, gremios y expertos advierten que por esta razón es necesario mantener al personal extra que se contrató para la pandemia, en línea contraria a lo comunicado por la cartera, donde han dicho que de las 12.417 personas sumadas bajo el concepto de honorarios Covid, solo permanecerán 6.070.
“El mismo trabajo se lo va a llevar el número de trabajadores que va a quedar y se van a sobrecargar más, y van a tener más exigencias y peor salud mental y peores condiciones de trabajo. Eso va a provocar más ausentismo”, añade Espinoza.
En ese contexto, el año pasado se habilitó una línea directa y exclusiva para funcionarios de la red para que puedan acceder a 12 sesiones de atención psicológica, complementadas con atención médica en caso de ser necesario. Además, los establecimientos de salud han tomado otras medidas para frenar la falta de personal, como asistencia médica, apoyo psicológico y acompañamiento constante.
Lo anterior se agrega a medidas como la Ley 21.409, publicada el 25 de enero de 2022 en el Diario Oficial, que les otorga un descanso reparatorio de 14 días hábiles al personal de los establecimientos públicos, los de salud de carácter experimental, de hospitales institucionales, establecimientos municipales de atención primaria y entidades administradoras de salud municipal. A principios de este año, además, se incluyó a los trabajadores del sistema privado con los mismos 14 días.