Fue el pasado 27 de marzo de 2023 cuando el gobernador de la Región Metropolitana (RM), Claudio Orrego, dio comienzo al proyecto de renovación y limpieza de fachadas extendidas a lo largo de los ocho kilómetros del eje Alameda Providencia, a través de una inversión de cerca de $2000 millones. Eso, para el embellecimiento de las fachadas en un plazo de dos años, desde Plaza Italia hasta Pajaritos.
La iniciativa durmió durante nueve años, pero se reactivó como una medida para recuperar una de las zonas más golpeadas luego de las manifestaciones tras el estallido social de 2019. Así, el proyecto fue suscrito por los ministerios del Interior, Obras Públicas, Vivienda y Urbanismo, Transportes, el Gobierno de Santiago, y las municipalidades de Providencia, Santiago, Estación Central y Lo Prado.
A más de un año del comienzo de los trabajos, hoy el proyecto exhibe resultados visibles. Según el gobierno regional, desde el comienzo de las obras al 26 de junio de 2024 se han logrado borrar más de 76.800 rayados en los más de 950 inmuebles que componen el eje. En estos también se concentran 14 monumentos históricos y 50 monumentos públicos (esculturas), además de otros elementos del espacio público como paraderos, cajas eléctricas, postes y salidas de metro.
“Hemos ido registrando todos los nuevos rayados que se han hecho porque el proyecto no solo implica el rayado en un solo acto de grafitis y retiro de stickers, sino también es una mantención periódica, dos veces por semana frente a nuevos rayados”, comentó la encargada de Programas Proyecto Nueva Alameda, Catalina Harrison. Esta acción es ejecutada por la Corporación de Desarrollo Territorial y Turismo de la RM.
Aunque el trabajo no fue sencillo. Debido a las constantes vandalizaciones e inseguridad, los locatarios y residentes habían blindado los edificios con placas de fierro. Otros, en cambio, contaban con rayados encima de otros y con varias capas de pinturas de la intendencia anterior. Eso fue restaurado en marzo con el programa de fachadas, donde se retomó el color y los materiales originales de cada fachada. Por ejemplo, de la sede del Colegio de Arquitectos de Chile A.G, la Iglesia y convento de San Francisco, la Sede social de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF), Palacio Elguín y Edificio del ex Teatro Carrera.
En una primera etapa se buscó priorizar edificios emblemáticos, pero luego se trabajó en cuadras completas, en distintos sectores, para mostrar que la limpieza llegaría a todas las fachadas en el eje.
Para esto, el Gobierno Regional Metropolitano implementó un catastro de inmuebles para así contemplar el levantamiento de una ficha técnica que incorporó la materialidad de la fachada, mecanismo de limpieza o pintura, imágenes del estado de esta y si contaba o no con algún tipo de protección patrimonial.
Debido a ese registro, también se logró mapear dónde se concentraba la mayor parte de los rayados. Según Harrison, estos se agrupaban principalmente en la manzana del GAM y el barrio universitario. Aunque en Estación Central y Lo Prado la presencia de grafitis es menor.
“Creemos que eso se debe porque ahí hay mas vivienda, el uso es más mixto que Santiago centro. Hay un componente que permite el control de los rallados que pudiera replicarse en el resto del eje”, sostuvo la coordinadora.
Recuperación del espacio público
Uno de los ejes centrales del proyecto es la recuperación de las fachadas, poner en valor, revitalizar y reactivar el comercio en la zona del eje Alameda Providencia para así mejorar la percepción de seguridad. Eso, según Harrison, se ha alcanzado hasta hoy.
“El programa de fachadas se ha complementado con otras acciones impulsadas por la delegación presidencial, el Ministerio del Interior, los mismos municipios y el mismo gobierno regional. Hemos invertido no solo en la limpieza de fachadas, sino que también se ha controlado el comercio ambulante, se ha trasladado a la gente en situación de calle, se ha reforzado el aseo y eso ha logrado que los locales vuelvan a reaperturarse”, sostiene.
Ejemplos concretos son el ex Crown Plaza, que hoy es el Hotel Le Méridien; el Telepizza de Plaza Italia que hoy es Subway; y la reapertura de ocho farmacias Ahumada.
Expertos en la materia también han ahondado en la importancia del proyecto eje Alameda Providencia en su conjunto y cómo su construcción tendrá a facilitar la vida de los transeúntes y usuarios. Así lo señaló el decano de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma, Daniel Schmidt, quien sostuvo que el proyecto vuelve este eje estructural de la ciudad a una escala más humana. “Igualmente sería positivo que este eje se constituya en un corredor verde continuo, aumentando los espacios para la arborización en las zonas que hoy están completamente desprovistas de verde, no solo en el bandejón central, sino, también en sus aceras laterales”.
En ello concuerda el académico FAU-Chile y consejero del Consejo de Políticas de Infraestructura (CPI), Alberto Texido: “Los grafitis y el comercio informal son señal de un ciclo de abandono y descuido, haciéndose hoy enormes esfuerzos por reordenar muros, veredas y fachadas, pero la solución física requiere también de un compromiso de la autoridad por fiscalizar, de los ciudadanos por cuidar sus lugares y de los incentivos para rehabitar nuestros centros, con proyectos reactivadores que reviertan este ciclo. Por eso, son valiosos el proyecto Nueva Alameda, el Nuevo Parque sobre la Norte Sur, el Teatro GAM y la Sala VM20 de la U. de Chile, todas iniciativas que en discurso y obra aportarán a revitalizar esa parte de la ciudad y con ello, resguardar el valor de lo común, reemplazando los rayados por nuevos espacios de diálogo y reencuentro”.