Más de 12 atentados y tres ataques con explosivos son el saldo que preocupa a las autoridades de las regiones de La Araucanía y el Biobío. Es por eso que esta semana los ministros del Interior, Gonzalo Blumel, y de Defensa, Alberto Espina, viajaron a la región para comenzar las labores de coordinación para reforzar la presencia policial y militar en la zona.

La idea de enviar personal del Ejército a la llamada macrozona sur estaba tomada en el Ejecutivo desde el fin de semana. “Las Fuerzas Armadas van a aumentar su personal y medios militares para fiscalizar e impedir estos ataques. No son aceptables estos actos delictuales y se hará el uso de la fuerza de acuerdo a la ley, porque nuestro deber es encarcelar a los violentistas y proteger a la ciudadanía”, dijo el ministro Espina, el domingo, en una videoconferencia con Blumel y los jefes de las policías en La Araucanía y el Biobío.

Con esta decisión tomada solo faltaba ajustar los números. Tras una serie de conversaciones entre el gobierno y el Ejército se llegó a la conclusión de que serán más de 80 los efectivos militares de la Unidad Fundamental de Orden Público (UFO) los que serán enviados a la macrozona sur.

El personal requerido, sin embargo, está siendo seleccionado aún por el mando del Ejército, dado que, explican fuentes de la institución, no se puede sacar personal de la Región Metropolitana, pues estos están abocados a las fiscalizaciones del toque de queda y el estado de emergencia por el coronavirus. Es por eso que seleccionarán efectivos de otras regiones.

Desde el Ejecutivo y el Ejército aclaran que la labor de los militares no estará por encima de las facultades de Carabineros. Será la policía la que tenga el control del orden público y las labores más operativas en caso de haber hechos de violencia en las zonas más rurales de La Araucanía y el Biobío.

La presencia militar estará enfocada en el resguardo de las principales rutas de la macrozona sur, especialmente en la Ruta 5 Sur. Las zonas interurbanas y rutas rurales seguirán bajo el control de Carabineros.

Ruth Hurtado, presidenta de la agrupación que acoge a víctimas de la violencia rural, Mujeres por La Araucanía, señaló que “no se trata de un tema de más o menos militares en la calle o más o menos carabineros. Lo que aquí hay que hacer es un trabajo de inteligencia con más atribuciones para las policías y acabar con el terrorismo que vive la zona”. Aucan Huilcamán, werkén del Consejo de Todas las Tierras, manifestó que “la militarización es prácticamente el abandono del diálogo del Presidente Piñera, y eso es un gran error. El diálogo no puede ser abandonado, es la ruta para resolver cualquier tipo de situación, independientemente de su naturaleza”.

Además, de disponer de más efectivos militares, en el gobierno advierten que también se está trabajando en mejorar las labores de inteligencia y de prevención en la zona. Todas estas medidas y cursos de acción serán directamente trabajados por los subsecretarios de Interior y Defensa, y contarán con el apoyo del coordinador de Seguridad del Ministerio del Interior en la macrozona sur, Francisco Merino.