Acompañado por el general de brigada Germán Marx y el asesor jurídico Diego Cortés, el comandante en jefe del Ejército, general Ricardo Martínez, se presentó el pasado lunes 5 de noviembre ante la comisión investigadora de la Cámara de Diputados que indaga las presuntas irregularidades por el manejo de fondos públicos en la institución castrense.
Durante la sesión, efectuada en la sala de lectura del ex Congreso Nacional, Martínez realizó una presentación del proceso de adquisición de pasajes internacionales por parte del personal. Se trata de una de las aristas por posibles ilícitos que está siendo investigada por la ministra en visita Romy Rutherford, denominada "Empresas de Turismo".
Sobre la base de lo expuesto en esa ocasión por el Ejército, que incluyó el nombre de 10 agencias de turismo, La Tercera accedió a todas las órdenes de adquisiciones, según consta en el portal ChileCompra, que se han emitido desde la entidad castrense hacia esas empresas, desde el 1 de enero de 2010 hasta el 6 de noviembre pasado. En total, el monto de dinero que ha gestionado el Ejército por viajes durante ese período asciende a $ 13.977 millones (ver infografía), correspondiente a 4.432 órdenes de compra.
Dicho universo de compras y pagos es el que está siendo analizado por la ministra Rutherford, así como también todas las agencias informadas por el Ejército a los congresistas, según trascendió desde fuentes de la investigación.
Proceso interno
En la presentación ante los parlamentarios se detalló cómo funciona el proceso de otorgamiento de pasajes y fletes, cuyo reglamento data de 1982.
Según las diapositivas expuestas, este se hace a partir de un decreto supremo, por el cual el Ministerio de Defensa establece que existe el derecho de adquirir pasajes para misiones profesionales. El uniformado que recibe una misión solicita la orden de pasaje, que es "intransferible, no permite un empleo distinto y debe ser usada en el plazo establecido", según se indicó.
Posteriormente, la Sección de Pasajes y Fletes del Ejército "cotiza la agencia y emite una orden de pasajes", que se entrega al militar. Además, la agencia debe disponer de dos tarifas: una one way, para viajes de larga duración, y otra round trip, para los más cortos.
Después, la persona enviada a la comisión retira el pasaje, momento en el que la agencia emite una factura a nombre del Ejército. Finalmente, la sección de Pasajes y Fletes de la institución castrense tramita esa factura final para el pago.
Para este reportaje también se consultó al Ejército por el sistema que se utiliza para elegir la agencia de viaje. Se informó que hasta el 31 de diciembre de 2015 se realizaba la adquisición de pasajes aéreos internacionales a través de empresas adjudicadas por licitación pública. "A partir de 2016, esa adquisición cambió la modalidad a Convenio Marco, y su fundamento es la cantidad de empresas adjudicadas, las que actualmente son 27 agencias de viaje", se explicó.
Es decir, de esas 27 firmas se elige una según determinadas variables, como "fecha de inicio y término de la comisión indicada en el memorándum, valor del pasaje, tiempo de respuesta de las tres cotizaciones por parte de las agencias de viaje y tiempo de mantención de la reserva de el o los pasajes aéreos, ofrecidos por las agencias de viajes", se indicó.
Respecto de este proceso interno, el subsecretario para las FF.AA., Juan Francisco Galli, confirmó que "vamos a lanzar una agenda en materia de probidad y transparencia". La iniciativa, que según informaron desde la cartera debería ser presentada mañana lunes, incluiría medidas como un comité de auditoría externo, un registro único de proveedores y un nuevo reglamento de adquisición de pasajes y fletes que reemplazará al vigente.
Caso Griffiths
La importancia de esta arista de investigación queda de manifiesto, por ejemplo, con la decisión de la ministra Rutherford de procesar, el pasado 16 octubre, al general (R) John Griffiths, quien en ese momento era el jefe del Estado Mayor de la institución y su segunda autoridad, por un eventual fraude al Fisco reiterado. Este fue avaluado en $ 44 millones. Fue este mediático caso el que puso los focos sobre la adquisición de los pasajes.
Sobre la gestión de los casi $ 14 mil millones, el subsecretario Galli sostuvo que "si uno considera el gasto global de las Fuerzas Armadas, incluso el gasto en personal, lo utilizado en pasajes debe ser relativamente bajo. Esa cifra acumulada en un período de años, obviamente se va a ver abultada, pero hay que considerarla dentro del cumplimiento de las funciones de las FF.AA." .
El diputado RD Jorge Brito, presidente de la comisión investigadora, manifestó que "deseamos realmente que el monto defraudado sea el menor posible. Eso, sin perjuicio de que vamos a realizar un trabajo riguroso para identificar todos los escapes de recursos públicos que terminaron en las cuentas personales de algunos uniformados".
Su par RN Leonidas Romero apuntó que "ya sea un peso o miles de millones, es igualmente preocupante, porque se trata de dinero de todos los chilenos".