"En el Ejército, como en cualquiera de las otras ramas de las Fuerzas Armadas, estos hechos son inaceptables. Lo vamos a investigar con todo el rigor de la ley, bajo las normas del debido proceso", dijo hoy el ministro de Defensa, Alberto Espina, respecto de un violento incidente ocurrido en la Brigada Motorizada Nº 1 Calama, en la Región de Antofagasta.
En la misma conferencia de prensa, el comandante en jefe del Ejército, general Ricardo Martínez, subrayó que "se están tomando todas las medidas para que esto no vuelva a ocurrir. Eso implica, además, revisar procedimientos administrativos, porque esta situación habría ocurrido cuando los soldados conscriptos estaban solos, sin sus respectivos mandos".
Añadió que el general Rafael Fuenzalida, comandante de la I División, viajará a Calama para contactarse con el soldado y su familia.
Por ahora, todo es confuso. Lo concreto es que un conscripto, de 18 años, permanece internado en el Hospital de Calama desde el pasado jueves 14 , producto de lesiones graves causadas por golpes y por una agresión de carácter sexual.
En el Hospital Dr. Carlos Cisternas, de Calama, se evacuó este viernes un comunicado sobre el estado del uniformado, quien acaba de salir de la UTI. "El día 14 de junio ingresó al centro asistencial un paciente de sexo masculino, de 18 años. Actualmente se encuentra en el servicio médico quirúrgico del centro. Su diagnóstico es reservado y permanece estable y fuera de riesgo vital".
El ministro Espina destacó que "todas las familias cuyos hijos, hombres o mujeres, pertenezcan a las FF.AA., pueden tener la seguridad de que cualquier hecho que vulnere la dignidad y derechos de las personas será investigado y sancionando".
Desde su habitación
Según el entorno familiar de la víctima, el ataque ocurrió una semana antes de que el joven llegara al hospital. "Mi hijo fue tomado en su habitación, fue golpeado por el grupo y arrastrado hacia los camarines, donde lo golpearon", dijo su padre, Cristián Cáceres.
Trascendieron dos detalles. Uno es que algunos integrantes del grupo habrían acusado al joven del supuesto robo de un teléfono celular, y que esa sería una de las razones de la agresión. Lo segundo es que los golpes habrían sido efectuados con los bototos de entrenamiento militar, y que por eso causaron lesiones más bien internas que externas, incluyendo daño hepático severo.
En los días posteriores al incidente la víctima fue a la enfermería del recinto militar, aunque aparentemente no habría denunciado el hecho. Hasta que el día 14 fue derivado de emergencia al centro asistencial.
La Brigada Motorizada N° 1 Calama emitió un comunicado informando que, "producto de la investigación realizada por la unidad, y ya reconocidos como agresores ocho soldados conscriptos que cumplen con su servicio militar, se resolvió la baja inmediata de todos los responsables".
Se añadió que "los antecedentes recopilados pasaron a disposición de la Fiscalía Militar de El Loa, entidad que practicó las diligencias correspondientes, quedando los involucrados en calidad de detenidos".
INDH
El Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) sigue de cerca el caso. Su director regional de Antofagasta, Paulo Palma, señaló que "en base a nuestro sistema de colaboración con el Ministerio de Justicia y unidades de víctimas, vamos a tomar contacto con la familia del afectado y estudiaremos todos los antecedentes, para solicitar que la causa sea vista por la justicia penal ordinaria, por el Juzgado de Garantía de Calama, y no por la fiscalía militar".
Añadió que "el conscripto pertenece a una rama de las FF.AA., es parte del aparato del Estado y del servicio público, y el Estado tiene la obligación legal de resguardarlo en toda su integridad. Por lo tanto, veremos si hubo vulneración o incumplimiento de ese derecho".