En Estados Unidos, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) establecieron cuatro categorías para clasificar los niveles de contagios de Covid-19 en las localidades: bajo, moderado, sustancial y alto. Estos están basados en el total de nuevos casos registrados por cada 100 mil habitantes en los últimos siete días, y en la positividad de los exámenes en el mismo rango de tiempo.
En Chile no existe un símil de este sistema con patrones numéricos objetivos. Lo más parecido es el ordenamiento que tienen las comunas en el plan Paso a Paso, con las libertades y restricciones asociadas a cada fase.
Ernesto Laval, especialista en visualización de datos, explica que “hay muchos indicadores que se informan día a día, como la cantidad de casos, la positividad y la incidencia, que principalmente se informan a nivel nacional, pero la gente a nivel local, en su propia comuna, no tiene mucha información sobre cómo están”.
En ese contexto, Laval aplicó las orientaciones de la CDC a la información comunal que entrega el Ministerio de Salud en los informes epidemiológicos. Así, con las cifras hasta el 15 de noviembre, el análisis revela que son 136 las comunas del país que presentan un nivel “alto” de transmisión comunitaria, las que representan un 39,3% del total de municipios.
“Si hay un nivel alto quiere decir que hay mucha gente contagiada en la comuna, es decir, aumenta la posibilidad de encontrarme o tener contacto con alguien contagiado”, detalla Laval.
Los datos, además, muestran que este rebrote -el que algunos expertos consideran sería una tercera ola- ha tenido una rápida escalada. Hace solo dos meses (17 de septiembre) la mayoría de las localidades tenían un nivel bajo o moderado de transmisión. De hecho, para esa fecha, 310 comunas -del total de 346- estaban ubicadas en estos rangos y solo 13 figuraban con un nivel de transmisión alto.
En el caso de la Región Metropolitana, actualmente hay 32 comunas -de un total de 52- con un nivel alto, eso significa que en el 61,5% de la capital el virus tiene una circulación elevada. Además, no hay ningún sector del territorio con una transmisión en categoría “baja”.
La presidenta del Consejo Asesor Covid-19, Ximena Aguilera, explica las razones tras el aumento en la transmisión: “Una, es la variante que está circulando (delta), porque es más contagiosa y los cambios genéticos que tiene hacen que sea más fácil entrar a la célula, tiene más afinidad con los receptores y todo eso causa que sea más transmisible. El otro factor tiene que ver con los contactos que tenemos cada uno de nosotros con otras personas y esto ha aumentado desde que redujeron las restricciones”.
En ese sentido, la cepa delta tiene casi total dominio en la circulación de coronavirus y fue detectada en el 97,4% de las muestras que procesó el Instituto de Salud Pública en los últimos días de octubre. Además, el 30 de septiembre se puso término al estado de excepción, medida que permitía decretar las máximas restricciones de movilidad, como el toque de queda nocturno y el confinamiento.
Estos dos factores también explicarían el alza en los otros indicadores. Después de meses a la baja, el 10 de septiembre, el Ministerio de Salud registró una leve alza en los contagios diarios a nivel nacional, la cual se sostiene en el tiempo. Si ese día había 3.156 casos activos, en la última jornada estos alcanzaron 14.715.
Durante el balance de este jueves, las autoridades sanitarias reportaron 2.640 nuevos casos de Covid-19, 193 menos que el jueves pasado. En la misma instancia, el ministro de salud, Enrique Paris, añadió que “la situación actual de la pandemia a nivel nacional demuestra que los nuevos casos confirmados en los últimos siete días han disminuido, afortunadamente, en un 0,3%, una luz bastante clara de esperanza y que veníamos observándola. Sin embargo, respecto de los últimos 14 días tenemos un aumento de casos de un 33%”.
Las medidas fundamentales
La infectóloga de la U. de Chile y presidenta de Cavei, Jeannette Dabanch, señala las medidas que se deben tomar en este escenario: “Es importante reducir lo que más podamos la circulación del virus y esto es con medidas de la salud pública, como la mascarilla, y aunque suene reiterativo, las personas que aún no completan su esquema o no lo han iniciado deben hacerlo y seguir con la dosis de refuerzo”.
La doctora Aguilera también concuerda que la vacunación es clave: “La inmunidad poblacional nos ayuda a que la transmisión sea menor, porque tenemos una alta población de personas vacunadas, sin embargo, con la baja proporción de personas sin la vacuna, la variante delta es suficientemente contagiosa como para aumentar la transmisión”.
Según las cifras del Departamento de Estadísticas e Información en Salud (DEIS), ya hay 13.583.002 personas inoculadas con ambas dosis y una cobertura de vacunación del 90,6%. De la población objetivo a vacunar -15.200.840- resta 1,4 millón de personas.