El regreso a clases presenciales será la regla para este año escolar, pero cuando falta apenas una semana, todavía hay dudas sobre si las familias enviarán o no a sus hijos al colegio. Varios alcaldes han dicho que no hay condiciones para abrir los recintos, mientras la vacunación a los profesores esté en desarrollo.
Los colegios se han preparado y están en condiciones para atender a sus estudiantes. Según los planes de funcionamiento que los 9.429 establecimientos entregaron al Mineduc, el 48% de estos aplicará un sistema de días alternados para que sus escolares puedan asistir todas las semanas a clases presenciales.
Así, separados en grupos pequeños, algunos estudiantes estarán en aula, por ejemplo, de lunes a miércoles, mientras que el segundo turno asistiría jueves y viernes. Así, la asignación de días se invertiría a la semana siguiente, para que todos los alumnos accedan a la misma cantidad de días de clases presenciales.
El 40% de los recintos informó que puede recibir a todos sus estudiantes, todos los días; la mitad de ellos dividiendo la jornada, mientras que la otra mitad (más de 1.800 recintos) podrá atenderlos todo el día, como lo hacían antes de la pandemia. Mientras, en el 13% restante se combinarán diferentes jornadas para entregar el servicio educativo.
El análisis del Ministerio de Educación constató, también, que más de la mitad de los colegios cuenta con espacio físico en sus instalaciones para poder dividir a los estudiantes. En total, el 55% de los establecimientos tiene en promedio 25 alumnos o menos por curso, por lo que tendría espacio para poder funcionar. Incluso, un quinto de las escuelas tiene 10 niños o menos por aula.
En las zonas urbanas hay una diferencia en el promedio de niños por curso según el tipo de establecimiento, que va desde los 22 (particulares pagados) a los 31 (particulares subvencionados). Aun así, solo el 5% de los colegios del país (407) tienen 40 alumnos o más por sala, un factor que dificulta el retorno a clases presenciales.
El ministro de Educación, Raúl Figueroa, explica que “mientras el establecimiento es más pequeño, la posibilidad de dar clases presenciales es mayor, y en el caso de los más grandes se requieren mecanismos alternados o mixtos para hacerlo y cumplir los protocolos”. “Lo importante es no olvidar que este es un proceso gradual y flexible, donde la alternancia será la regla por un tiempo, es decir, el proceso en algunos establecimientos será mixto, porque para cumplir con los protocolos sanitarios no pueden recibir a todos sus alumnos al mismo tiempo”, agrega.
Pero más allá de la forma en que el colegio se organice, Figueroa plantea que cualquier formato es más ventajoso que mantener la educación a distancia, porque la presencialidad permite recuperar el vínculo con los alumnos y reducir los efectos negativos de la pandemia.
Ruth Arce, directora de Pedagogía Media de la U. Diego Portales, también cree que los cursos con pocos alumnos están en condiciones de regresar. “De ninguna manera me imagino que en un colegio todos los estudiantes vuelvan al mismo momento. Si se suma la gradualidad, hay medidas adecuadas para volver en términos seguros”.
Contagios en colegios
Más allá de la fecha de inicio del año escolar y de la forma en que se organice el colegio, el pediatra y académico de la U. Católica Humberto Soriano dice que lo relevante es volver a clases lo antes posible, por sus efectos beneficiosos en la salud de los niños y jóvenes. “Hay que centrarse en los niños y dejar de pensar en si vuelven o no el 1 de marzo. Necesitamos que vuelvan lo antes posible, porque de lo contrario se estresan, sufren más obesidad, exceso de pantallas, sedentarismo. Es urgente volver porque las clases presenciales son importantes para la salud de los niños”, plantea.
El experto dice que hay métodos que pueden ocupar los colegios grandes para dividir a sus alumnos, de manera que incluso la trazabilidad y aislamiento sean más fáciles si se detecta un contagio. Sin embargo, afirma que los colegios no son vectores de transmisión del coronavirus.
Todos los estudios científicos en Europa, Australia y Estados Unidos han mostrado que los profesores no se infectan más que un trabajador de oficina o de fábrica. La evidencia demuestra que, si se toman las medidas, no se crean segundas olas a base de los colegios y no afectan a la pandemia. La pandemia no mejora ni empeora si cierran o abren los colegios.
Humberto Soriano, pediatra y académico UC
Pero en el gremio docente dudan que estén las condiciones sanitarias para volver, dado que la cantidad de contagios diarios de coronavirus está al nivel de los que había en mayo, cuando los colegios estaban cerrados.
Carlos Díaz, presidente del Colegio de Profesores, dice que los colegios hoy tienen el mismo escenario de 2020. “La realidad de los alumnos por sala es exactamente la misma del año pasado, porque no se construyeron más escuelas entre diciembre y enero. No están las condiciones en marzo para que los colegios puedan retomar las clases presenciales”, afirma.
El gobierno trata de desvirtuar el fondo de la discusión. Todos queremos volver a clases presenciales, eso es innegable. Todos queremos volver, porque hemos dicho que nada reemplaza una clase presencial. El tema es otro, que es que estamos con una pandemia, no si hay más o menos escuelas, o metros cuadrados por alumno.
Carlos Díaz, presidente del Colegio de Profesores
Por otra parte, Soriano señala que las familias también deben cumplir un rol en el proceso, por ejemplo, preparando a los niños para que usen la mascarilla durante un tiempo prolongado. “Hay que darles mascarillas bonitas, que les queden cómodas, que no se empañen o les duela la oreja”, dice.
Impacto de la densidad
Según los planes reportados por los sostenedores, los colegios públicos -de Servicios Locales de Educación o de los municipios- son los que mayoritariamente volverán a clases presenciales todos los días (46%), seguidos de los particulares pagados (33%).
Pero esto también depende de la densidad urbana. Por ejemplo, en la Región Metropolitana solo el 26% de los establecimientos puede abrir sus puertas todos los días, la cifra más baja del país, junto con la Región de Valparaíso (31%).
Ana Luz Durán, decana de Educación de la U. San Sebastián, cree que “la Región Metropolitana, dado la mayor concentración de estudiantes que tiene, será la última región en volver a la normalidad de las clases”.
Pero añade otro factor que también complejiza el retorno: la desigualdad socioeconómica. “Los colegios particulares pagados están en mejores condiciones de volver a las clases presenciales porque tienen más espacio, pero las comunas más vulnerables como Cerro Navia, La Pintana, Puente Alto tienen mucha densificación, lo que no permite recibir a los estudiantes”, explica.
Para que el retorno sea exitoso, dice, es clave que el Mineduc entregue seguridades.
Los colegios con pocos estudiantes, buena estructura y una comunidad organizada son los que están en mejores condiciones para volver, pero la confianza en las comunidades es clave. Lo que hay que hacer es confiar en las comunidades educativas y no dar lineamientos para todo el país, sino que dar ciertas alternativas a los establecimientos educacionales y que cada comunidad resuelva de acuerdo a su propia realidad.
Ana Luz Durán, decana de Educación de la U. San Sebastián
Ruth Arce dice que también es importante capacitar a las comunidades, para que “los equipos directivos hagan un buen diagnóstico de su entorno y así tomar decisiones en contexto”.
Apertura de jardines
Este año también volverán a funcionar los jardines infantiles, los que igualmente presentaron sus planes de funcionamiento al Mineduc. Según estas orientaciones, el panorama es incluso más auspicioso que en los colegios, porque el 65% de los jardines y salas cuna están preparados para recibir de forma presencial a los niños, todos los días.
El 24% de los jardines recibirá a los niños en jornada regular, mientras que el 41% tendrá que implementar medias jornadas. Por otra parte, el 31% de los recintos aplicará un sistema de días alternos, y el 4% aplicará distintos métodos para entregar su servicio educativo a la primera infancia.