En Tortel, Región de Aysén, viven 600 personas, y su infraestructura está completamente enfocada en el paisaje y el turismo. Por eso, en vez de calles, disponen de angostos pasajes o minipuentes, de no más de 1,2 metros de ancho.

Por esos pequeños caminos, el pasado 14 de marzo anduvo un ciudadano británico de 83 años, justo 11 días después de confirmarse el primer caso de coronavirus en Chile. Nadie supo que aquel turista que había descendido del exclusivo crucero Silver Explorer también estaba contagiado de Covid-19.

Pasaron dos días hasta que la comunidad entró en pánico: aquel turista fue internado de gravedad en el Hospital de Coyhaique. La embarcación, compuesta por 230 personas, tenía que partir y sacar a todos sus pasajeros y tripulantes del país, después de que el propio ministro de Salud, Jaime Mañalich, lo decretara.

Así, se puso en marcha un operativo sanitario al mando de la seremi de Salud de Los Lagos, Scarlett Molt, quien en tres sigilosos vuelos, entre el 18 y 31 de marzo, ordenó la salida del país de las personas que iban en el crucero, y que hasta mediados del mes pasado estuvieron varadas en las costas de Castro. “Le exigí a la empresa que en vuelos charters y cordones sanitarios rescataran a estas personas. No podíamos tener más contagios”, aseguró.

21 infectados

El virus, sin embargo, no afectó solo al ciudadano británico: fueron 21 las personas de la embarcación infectadas, de las cuales siete permanecen hospitalizadas en territorio nacional. Son tres británicos, dos argentinos y dos de EE.UU., quienes actualmente están repartidos en Puerto Montt y Puerto Varas.

Anne (72), Mario (59), Yennifer (68), Arvin (46), José (82), Federico (69) y Melchor (48) tenían un plan muy distinto al momento de embarcarse en Ushuaia, Argentina, hacia Valparaíso. La idea era recorrer Caleta Tortel, seguir hacia Castro y después hacia Valparaíso. Pero el coronavirus frustró todos los planes de crucero.

Hoy este grupo está internado en clínicas de Puerto Varas y Puerto Montt, donde el más grave es Arvin, parte de la tripulación. Actualmente, está sedado por agitación psicomotora.

El otro tripulante del barco que cayó hospitalizado es Federico, el chef italiano que tenía diseñado un menú especial para cada día del recorrido. Su salud se mantiene estable y está en una de las camas básicas de la Clínica Universitaria de Puerto Montt.

“Cumpliendo la cuarentena y su recuperación se devolverán a sus países”, dijo la seremi Molt. En Tortel, en tanto, ya terminó la restricción que se decretó luego de conocido el contagio del turista británico. “Afortunadamente, no hubo más personas infectadas”, se dijo desde el municipio.

El octavo pasajero

Después de todos los avatares, el Silver Exporer emprendió su retirada de las aguas de la Región de Los Lagos. Sin embargo, el viernes 3 de abril las cosas volvieron a complicarse. El virus aún no estaba del todo erradicado del barco.

La embarcación llegó hasta la Región de Valparaíso bajo estrictas medidas de seguridad, para poder dotarse de insumos y seguir su ruta de salida hacia el hemisferio norte. Allí todo volvió a entramarse, cuando un tripulante, de nacionalidad filipina, cayó afectado por el virus.

Enseguida, el contagiado fue trasladado a una clínica de la ciudad, donde permanece internado hasta hoy.