Ana Cristina Cacique, encargada del café y restaurante The Good Space, representa el nuevo ánimo del comercio en el barrio Italia, en Providencia: “Ahora funcionamos presencial y con delivery. Todo lo sucedido con la pandemia nos enseñó a reconvertirnos y a atender a la gente con más cariño y empatía”. Esta mujer venezolana, quien trabaja hace dos años en el local, cuenta que desde que la comuna pasó a Fase 3 del plan Paso a Paso, en septiembre , les permite atender con aforo reducido, por lo que instalaron seis mesas. Y a pesar de esa baja, señala que volvió el interés de los vecinos y turistas por reencontrarse a tomar un café, almorzar o simplemente a comprar helados artesanales.
Otro caso es el del restaurante Bugambilia. Su administradora, Ana Ortíz, afirma que a mediados de septiembre retomaron lo presencial y desde entonces tiene clientes a toda hora, para desayunar, almorzar y tomar once. “Estamos full durante toda la jornada”, dice. Incluso, detalla que han debido contratar más personal para poder absorber la demanda de público: pasaron de tres a cinco meseros. Añade que tienen las mesas al aire libre y dentro de la galería, lo que permite a los clientes “estar más cómodos, se usa mucho alcohol gel, se mantiene distancia entre las mesas para que todos se sientan seguros”.
El Rustik Café ofrece productos de especialidad, está ubicado en otra galería de Av. Italia. Soledad Ortega, su encargada, señala que abrieron recién a fines del mes pasado: “Fueron tiempos muy difíciles luego del estallido y, después, la pandemia. La gente estuvo mucho tiempo aburrida del encierro, por lo que venir a tomar un café es ahora una actividad muy motivante”.
También ayuda a la reactivación una medida tomada por la Municipalidad de Providencia: el cierre de la avenida a los vehículos los fines de semana, lo que permite que sea un bulevar peatonal, donde llegan familias completas a pasar el día vitrineando o caminando por un sector de coloridos negocios.
Los comerciantes de esta avenida afirman que la arteria ha mutado de ser un sector típicamente de restaurantes a un lugar de venta de artículos gourmet premium, disquerías, librerías, boutiques de ropa de diseño y muebles hechos a la medida. La mayoría ha podido retomar la actividad. Un ejemplo es la tienda de artículos de menaje vintage Preciada. Su dueña, Soledad Contreras, comenta que la actividad comenzó con horarios reducidos, pero que cada vez más personas buscan regalos o productos de decoración para sus hogares, por lo que ya atienden prácticamente todo el día, como era antes de la pandemia. Agrega que han podido subsistir debido a que algunas galerías redujeron el precio de los arriendos, debido a la crisis económica. Espera que puedan recuperar sus ventas a fines de año, con la Navidad: “Me ha ido bien con la venta presencial, con aforo reducido, pero esperamos que pueda haber un flujo más normal”.
El café Candelaria se alista para abrir este mes. Robinson Sepúlveda, su administrador, sostiene que cerraron en marzo, pero que han debido recurrir a créditos bancarios y a las ayudas brindadas por el gobierno para recuperar el empleo, para retomar la actividad. Ven que con el desconfinamiento podrían volver los antiguos clientes. Antes de la pandemia trabajaban 15 personas y ahora se reactivarán con siete. “Pensamos que en marzo recién podremos recuperarnos”.
Bruno Trisotti, gerente del Servicio de Cooperación Técnica (Sercotect), anuncia que la próxima semana se lanzará el plan “Reactívate”, que ofrece apoyos a emprendedores que sean parte de confederaciones nacionales y regionales para enfrentar la apertura de locales, con recursos destinados a áreas como marketing digital, kits para delivery, señalética y compra de productos de seguridad e higiene. Gremios de taxis pueden acceder, por ejemplo, a separadores para sus autos. La iniciativa contempla dos mil millones de pesos y “los recursos se van a poder destinar en un 20% a capital de trabajo”, dice. La iniciativa de Sercotec ayudará a 2.000 emprendedores a nivel nacional y uno de los requisitos es que los postulantes sean microemprendedores que se han visto afectados por la baja de los ingresos.