Al igual que todos los escolares, los 4.300 estudiantes del Instituto Nacional, el establecimiento de educación básica-media más grande de Chile, han estado desde el 16 de marzo en sus casas, cuando la pandemia del coronavirus cambió de golpe la vida de todo el país. Y para ellos, la metodología a distancia también ha sido un tema complejo de resolver.
En las primeras semanas, los alumnos tuvieron la opción de trabajar con el material pedagógico que les envió el liceo y el que dispuso el Ministerio de Educación (Mineduc), pero recién el 27 de abril, cuando se acabaron las “vacaciones de invierno”, comenzaron a trabajar con una herramienta más elaborada y a realizar trabajos con evaluaciones.
Se trata de la plataforma Tecno Aulas, que contiene un plan de trabajo para cada una de las asignaturas. Una cobertura amplia, si se piensa que entre los seis niveles (desde séptimo básico hasta cuarto año medio) hay 129 asignaturas y 1.601 cursos virtuales.
Entre los ramos se incluye electivos de Francés, Alemán, Chino Mandarín y Mapudungún.
Así, los institutanos pasaron de sus convulsionados días de movilización, en medio de los que la Municipalidad de Santiago determinó finalizar por adelantado las clases de 2019, en un agitado escenario de asambleas y tomas, a las complejidades de la educación a distancia. Al igual que todos los demás establecimientos, poco se recuerda ya del inicio escolar de este 2020. De un marzo que amenazó con ser encendido, pero que terminó intentando adaptarse a la crisis sanitaria.
Interacción
El sitio Tecno Aulas permite que los escolares interactúen con sus compañeros y profesores, a través de un foro interno. Sin embargo, no se trata de un mecanismo de clases online en tiempo real, como ocurre con otros colegios y en las instituciones de educación superior, porque la conectividad no es una realidad para todos los estudiantes.
Ese es el caso de Martín Quevedo, alumno de enseñanza media del Instituto Nacional, quien cuenta que “no todos los alumnos tienen internet; de hecho, yo no tengo internet en mi casa, solo tengo el internet móvil del teléfono celular”.
Según el joven estudiante, quien es parte del centro de alumnos, el 30% de sus compañeros no tiene una conexión fija.
La situación es más compleja si se considera que el liceo tiene un 74% de vulnerabilidad socioeconómica. “Nuestra plataforma permite clases en línea a través de videoconferencias, pero hoy en día no podemos utilizar esta herramienta sin asegurarnos que nuestros estudiantes y docentes dispongan de algún dispositivo con conexión en todo momento a internet”, explica la dirección del liceo, a través de su web.
El Departamento de Convivencia Escolar aplicará un plan de educación emocional e inclusión, y el equipo del Programa de Integración Escolar monitoreará las estrategias de aprendizajes. Pero la dirección del colegio advirtió que es vital que las familias apoyen el plan remoto.
Remodelación
Si bien la suspensión de clases ha sido un problema pedagógico, también servirá para empezar con los trabajos de remodelación del liceo. Algunos espacios ya fueron pintados y en abril se empezó a buscar una empresa para que realice remodelaciones.
Entre ellas, la más importante es la habilitación de los baños de mujeres, para que en 2021 el establecimiento se convierta en mixto. Las obras durarán entre tres y cuatro meses, por lo que en septiembre los servicios sanitarios ya serán una realidad.
También está pendiente un trabajo más grande, que es la remodelación de todas las salas. Ya hay un proyecto en diseño, que requiere $ 3.300 millones, que se espera que sean financiados por el Gobierno Regional. Sin embargo, esto probablemente se concrete en 2021, y su realización requerirá el traslado de los alumnos a otros edificios.