Ya el sábado 24 de septiembre había una sensación de “alerta” en Carabineros. Ese día, a las 16.30 de la tarde, un cabo segundo de dotación de Ercilla, en La Araucanía, recibió un disparo directo en la clavícula, mientras intentaba arrestar a un grupo de delincuentes que minutos antes habían asaltado a una mujer. El hecho provocó la siguiente reflexión en un general de la institución: “El cabo está grave, pero no murió. Estamos enterrando casi un carabinero al mes y yendo al hospital cada dos semanas a visitar heridos”. En lo que va del año, según revelan cifras oficiales, 942 miembros de la policía uniformada han sido agredidos.
La preocupación en las filas policiales pasa porque este año ya han fallecido cinco carabineros en actos de servicio, donde el caso más impactante fue el del cabo David Florido, quien fue asesinado en pleno procedimiento policial cuando intentaba repeler un asalto, el 17 de junio de este año. Sin embargo, los lesionados a raíz de agresiones también preocupan, más cuando durante este fin de semana largo se registró una alarmante cifra: ocho funcionarios heridos en sólo tres días.
Quien sacó la peor parte fue el sargento segundo Carlos Retamal (40), agredido con una “gata hidráulica” en la cara por parte de un participante de una “carrera clandestina” en San Antonio. El caso motivó la presentación de una querella por parte de la familia del policía y el gobierno, quienes han mantenido una constante comunicación con el mando policial por lo ocurrido.
Los otros casos de agresiones ocurrieron el lunes 10, en Puerto Montt, donde un asaltante al intentar ser controlado por la policía, ingresó a un domicilio, y antes de que los efectivos entraran a detenerlos, un grupo de personas salió del inmueble y los agredió con palos, botellas y piedras.
Estas situaciones de violencia en contra de uniformados no es solo de este fin de semana. Fuentes de la policía uniformada advierten que este año ha sido “demasiado” complejo para los funcionarios, registrándose constantes delitos de “maltrato de obra a carabineros” en lo que va de este 2022.
Así, también lo reflejan los números, dando cuenta que no solo se trata de una percepción, sino que también de una realidad. Según cifras institucionales -a las que accedió La Tercera-, entre el 1 de enero a la fecha se han registrado 942 casos de policías heridos.
La mayor cantidad de estas situaciones se ha registrado en las regiones Metropolitana (307), Valparaíso (109) y La Araucanía (65). Por lo mismo, y para evitar que se sigan produciendo situaciones de gravedad, Carabineros ya está ejecutando la compra de un importante “stock” de nuevos chalecos antibalas, cascos y escudos, los cuales tendrán un estándar superior al actual.
El lamento del general Yáñez: “Es una escalada que no para”
Antes este escenario -empujado por los hechos registrados entre el sábado y el lunes- el general director de Carabineros, Ricardo Yáñez, encabezó este martes 11 una reunión con parte del mando policial para ver cómo enfrentar la seguidilla de casos de agresiones a sus efectivos.
Allí se abordaron los casos del fin de semana y se tomó conocimiento de la situación de salud del sargento Retamal. Justo cuando estaban analizando lo ocurrido, a Yáñez se le informó que en Cañete, en el Biobío, otro funcionario había fallecido. “¿Otro más, en qué contexto?”, se preguntaron los generales, quienes finalmente recibieron la información de que el cabo Gastón Hermosilla había muerto en un accidente de tránsito, al volcarse la tanqueta que patrullaba.
El jefe de la policía uniformada viajó hasta Cañete, desde donde afirmó que “estamos tristes. Ha sido una semana muy compleja, muy dura para nosotros. Hace diez días teníamos un cabo con un disparo en la garganta, antes de ayer el cabo Retamal que está luchando por su vida y carabinero que son golpeados brutalmente en Puerto Montt. Hay carabineros que son agredidos todos los días en diferentes actividades”.
El general Yáñez agregó que “situaciones como estas son las que lamentamos, porque hemos tratado de hacer lo mejor posible las cosas, nos hemos preocupado de mejorar nuestros procesos, de tratar de que la seguridad de las personas sea nuestro foco, pero no podemos seguir normalizando los hechos de violencia, las agresiones. Acá hay carabineros que los escupen, insultan. Es de todos los días, es una escalada que no para”.
En Carabineros está instalada la sensación de que las autoridades políticas, tanto en los municipios como en el gobierno, piden frecuentemente más presencia policial; incluso, algunos alcaldes, solicitando reuniones con el general Yáñez para concretar esos requerimientos. Sin embargo, creen en el mando policial, cuando se trata de agresiones a los funcionarios, esas mismas autoridades no son capaces de elevar la voz y condenar enérgicamente estos ataques.