Luego de ocho años en el cargo, Jorge Bermúdez Soto encabezó la mañana de este jueves la ceremonia de despedida de su gestión como contralor general de la República.

Lo hizo en su cuenta pública, bajo el rótulo “Gestión institucional 2015-2023: por el cuidado y buen uso de los recursos públicos”, y en una ceremonia que contó con la presencia del Presidente Gabriel Boric, de los exmandatarios Michelle Bachelet y Sebastián Piñera, de autoridades de gobierno y de las policías, entre otros.

En el inicio de su presentación, el contralor -que deja el cargo el 17 de diciembre, mismo día del plebiscito constitucional-, agradeció a la expresidenta Bachelet por proponer su nombre para el cargo, como también al Congreso Nacional por ratificarlo de manera unánime.

Sobre su llegada a la Contraloría en 2015, Bermúdez reconoció que lo hizo “creyendo que lo podía hacer todo”, sobre todo porque al haber sido designado de manera unánime, se sintió completamente “empoderado”. Sin embargo, al poco tiempo de asumir -dijo- se dio cuenta “que tenía que tomar el cargo con prudencia”.

El sello Bermúdez

En su intervención, el contralor dio cuenta de los principales ejes de su gestión en los ocho años que estuvo en el cargo.

En primer lugar, se refirió a la importancia del cuidado y el buen uso de los recursos públicos.

“A la Contraloría no le es indiferente cómo se gastan los recursos públicos, no le puede ser indiferente cómo se invierten y qué tan eficiente es el uso de esos recursos. Esta estrategia nos permitió trabajar por el cuidado y buen uso de los recursos públicos en todos los ámbitos y se convirtió en el modelo de gestión permanente con una alta participación de los funcionarios y funcionarias”, dijo.

En segundo término, destacó que durante su gestión promovió que la Contraloría fuese “ágil e innovadora”.

El sello Bermúdez: contralor da cuenta de los ejes de su gestión ad portas de dejar el cargo

“Hemos mantenido continuamente procesos de innovación, experimentación y, además, (Contraloría) ha mantenido continuamente procesos de innovación, experimentación y, además, ha sido ágil en su gestión interna. Esto se demuestra en que es posible mantener el desempeño de una institución mientras se innova disruptivamente en la fiscalización pública. Todo esto es posible gracias a que nos hemos comprometido con ser una organización innovadora y ágil. Innovadora porque los desafíos de nuestro entorno evolucionan constantemente y la Contraloría debe evolucionar de acuerdo a esos desafíos. Pero también es ágil porque ha sido capaz de adaptarse al entorno rápidamente”, detalló.

Bermúdez también relevó que en su gestión la Contraloría consiguió el sello “Estado Verde”, que promueve la sustentabilidad.

“La Contraloría es una institución sustentable y somos la única administración pública en Chile que tiene este sello a nivel nacional. Esto requirió un cambio de paradigma en nuestra gestión. Hoy todos los procesos los miramos desde un enfoque sustentable. Es un criterio para las licitaciones públicas, es un criterio para la compra de insumos, para la mantención y la compra de vehículos, para la gestión de todos los activos de la Contraloría, para sus nuevas obras públicas”, apuntó.

El sello Bermúdez: contralor da cuenta de los ejes de su gestión ad portas de dejar el cargo

“Relación fluida con el Congreso”: “comparecí personalmente más de 180 veces”

Otra característica de su labor que recalcó fue la colaboración con otras instituciones del Estado para “la buena administración”, entre ellas el Congreso.

“Hemos mantenido una relación fluida con el Congreso Nacional, colaborando en primer lugar en las tareas legislativas. La recientemente promulgada Ley de Compras Públicas, en su reforma, tiene en ese sentido una activa participación de la Contraloría y su equipo legislativo. Quisimos incidir positivamente en una mejor regulación, en algo tan importante como las compras públicas. Pero también colaborar en las labores de fiscalización del Congreso. Esta colaboración se tradujo, entre otras cosas, en que comparecí personalmente más de 180 veces al Congreso Nacional”, planteó.

Además, señaló que “era necesario ser capaces de explicitar y explicar bien nuestra labor, de hacer accesibles los productos de la Contraloría, y para eso las redes sociales han sido una poderosa herramienta en poder informar a las personas sobre la acción de la Contraloría, así como concientizar a todos ellos sobre el valor de la denuncia, sobre el cuidado y el buen uso de los recursos públicos, sobre la importancia de luchar contra la corrupción, y el valor que tiene el control público”.

El sello Bermúdez: contralor da cuenta de los ejes de su gestión ad portas de dejar el cargo

Por otra parte, Bermúdez sostuvo que un sello distintivo de estos ocho años de gestión fue la promoción de la integridad pública.

“Los casos de corrupción que remecen de cuando en cuando al país no pueden sino movilizarnos a luchar más decididamente contra este mal. Y en realidad no nos tienen que asustar esos casos. Donde hay poder público, donde hay recursos públicos, y donde hay intereses privados y públicos que chocan, vamos a tener la fórmula para que estos casos puedan producirse. El punto es poder reaccionar y también preverlos, por cierto”, recalcó.

Otro eje que el contralor distinguió fue el establecimiento de una agenda de colaboración internacional.

“La corrupción es un fenómeno transnacional y, por tanto, requiere de un trabajo que vaya más allá de nuestras fronteras. La Contraloría ha establecido una intensa agenda de colaboración a nivel regional y global con entidades fiscalizadoras superiores y con organismos multilaterales para promover el control público como un pleno objetivo”, sostuvo.

La previa de la última cuenta pública del contralor había estado marcada por los cuestionamientos que le hicieron algunos alcaldes de derecha -y también el exministro del Interior, Rodrigo Delgado- a Bermúdez luego de que cuestionara los alcances legales de las emergencias comunales decretadas en las comunas de La Reina y La Florida.