Tensos momentos se vivieron la tarde de este jueves en el pabellón del hospital pediátrico Luis Calvo Mackenna, en la comuna de Providencia, lugar que fue afectado por un incendio que obligó la evacuación de un centenar de personas, entre ellas 25 pacientes del segundo y tercer piso de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), correspondiente a las áreas de oncología y urgencias.
Mientras funcionarios de Carabineros delimitaban un perímetro desde el exterior del recinto, y cerca de un centenar de voluntarios de Bomberos desplegaban un amplio operativo para controlar las llamas y evitar que el fuego se propagara, el personal facultativo se veía enfrentado a una delicada situación.
En ese momento, dos niños estaban siendo operados, de los cuales los cirujanos lograron concluir una operación justo en el momento en que se inició la emergencia. No obstante, la segunda intervención quirúrgica tuvo una mayor complejidad, ya que el personal facultativo aún no concluía con el procedimiento, debiendo obrar contra el tiempo.
Nilda Fuentes, una de las arsenaleras que estuvo presente en la referida cirugía por escoliosis, dio a conocer detalles de la compleja situación, a la que pudieron sobreponerse en medio del humo y el óbice que implicaba el suceso.
“Estábamos en una cirugía por escoliosis. La estábamos terminando y tratando de colocar puntos. Estábamos cerrando al paciente (...) y empezamos a sentir el olor a quemado. Yo les dije que fueran a ver, que había algo que se estaba quemando. De repente empieza a salir humo”, relató.
En ese contexto, la profesional develó que personal de Bomberos que se encontraba combatiendo el incendio desde dentro y ayudando a las personas a abandonar el recinto, tuvo que esperar a que la intervención quirúrgica finalizara, para poder seguir socorriendo tanto a funcionarios como a pacientes.
“Los bomberos tuvieron que esperar a que nosotros cerráramos al paciente, le pusiéramos un parche momentáneo y ahí salimos todos corriendo con él. Ese paciente se fue a la UCI, porque no podía quedar en otro lugar. Nosotros en ese momento estábamos abocados solo al paciente que estábamos operando, tratando de sacarlo bien, porque el humo lo podía asfixiar. Lo llevaron con oxígeno y se trasladó en buenas condiciones a la UCI, y en ese lugar no le va a pasar nada al niño. Nosotros le pusimos los puntos que correspondían y el niño está bien. Eso es lo más importante”, narró la profesional.
Asimismo, Soledad Muñoz, funcionaria del área de esterilización, detalló que, tras comenzar a percibir el olor del humo, dejaron de hacer sus labores de rutina y acudieron a apoyar a sus compañeros que se encontraban en la cirugía.
“Ayudamos a evacuar a los niños que se encontraban en ese momento en cirugía. Gracias a Dios eran solamente dos, uno ya había terminado su procedimiento, fue trasladado a cirugía, y otro niño que estaba adentro lo suturaron de urgencia y se lo llevaron a la UCI, y después evacuaron a todo el personal que estaba dentro del pabellón”, describió.
En ese sentido, el personal de esterilización, pese a no trabajar directamente con los pacientes, se abocó a desempeñar otras funciones complementarias que hicieron más expedito el proceso de evacuación
“Ayudamos a los niños que estaban ahí y a controlar un poco a los papás que se encontraban en ese momento”, añadió Muñoz.
La labor del personal médico fue reconocida por el comandante del Cuerpo de Bomberos de Santiago, Jorge Vidal, quien tras controlada la emergencia, manifestó en un punto de prensa: “Me quiero sacar el sombrero por los facultativos, que con sangre fría siguieron trabajando en los quirófanos, ante la adversidad, y eso habla muy bien de nuestros profesionales, de la gente que está muy preparada y felicito al hospital por esta labor”.
“Sin sacarle el pecho a las balas, ellos siguieron operando”, sentenció.