Electores tardarán casi el doble en votar en el plebiscito por medidas dispuestas ante Covid-19

Presentan medidas de seguridad para el Plebiscito en Estacion Central
Las personas que participen del proceso portarán escudos faciales y mascarillas KN95. Foto: Agenciauno

El promedio de 1 minuto y 44 segundos crecería a tres minutos y un segundo, para cumplir los protocolos de Servel. Dejar el carnet en la mesa, sanitizar el lápiz o quitar la mascarilla demorarían el proceso, según análisis del ISCI.


En circunstancias normales, una persona tardaría un minuto y 44 segundos en sufragar. Pero en el próximo plebiscito, con los resguardos sanitarios a los que obliga la pandemia y el protocolo del Servicio Electoral (Servel) para evitar contagios, ese lapso se elevaría a casi el doble, llegando a los tres minutos con un segundo.

Estos 77 segundos adicionales, para una persona promedio, incluyen nuevas acciones, como, por ejemplo, sanitizar el lápiz antes de cederlo a un votante. También, cada elector, cuando sea su turno, deberá dejar la cédula de identidad sobre la mesa -para que el vocal no tenga que manipularla- y votará en urnas sin cortinas, que deben ser desinfectadas con alcohol tras cada uso.

Asimismo, las medidas del Servel disponen que todas las personas, al llegar a su correspondiente mesa, remuevan durante tres segundos sus mascarilla, a objeto de que sea chequeada su identidad y evitar así suplantaciones.

Estos aspectos logísticos y sanitarios asociados al primer proceso electoral que vivirá el país en medio del coronavirus, fueron analizado por el Instituto de Sistemas Complejos (ISCI) en el informe “Logística de elecciones en pandemia”.

Para la comparación, se pidió a un grupo de estudiantes simular el proceso con los nuevos requisitos, lo que fue comparado con registros en video de la segunda vuelta presidencial de 2017.

“En esta elección tenemos, de por sí, dos papeletas, y todas estas nuevas medidas sanitarias. La simulación la hicimos con estudiantes, jóvenes. Adultos mayores podrían demorar más”, explica una de las investigadoras, la ingeniera Susana Mondschein.

En ese sentido, y como resultado de la observación, el reporte detalla que es posible agilizar este plazo: “Si un elector trae su propio lápiz se demora 28 segundos menos, en promedio”.

Asimismo, y como sugerencia para el Servel, el análisis de ISCI detalla que “si se cambia la configuración de la mesa, de modo que pueda haber, simultáneamente, un elector recibiendo las papeletas de votación y otro depositando éstas en la urna, se puede lograr un ahorro de 13 segundos”.

Sobre esta recomendación, Mondschein asevera que el flujo de personas debiese ser más expedito: “en un extremo, el elector podría estar recibiendo las cédulas electorales y el vocal del otro extremo podría estar entregando el carnet de vuelta”.

Distancia social

“No es lo mismo 10 personas esperando en una fila en el Estadio Nacional, al aire libre, que en un colegio pequeño, donde probablemente la mesa esté instalada en una sala”, dice el ingeniero de la Universidad de Chile y coautor del estudio, Marcelo Olivares.

Y es que una de las preocupaciones, además de agilizar el proceso, son las aglomeraciones que pueden darse en los locales de votación, especialmente los más pequeños donde las mesas se alojen en espacios cerrados.

Entre las normativas del Servel que llamaron la atención de los investigadores destaca que el aforo máximo de electores en los locales de votación se determinará multiplicando por 10 el número de mesas. Por ejemplo, en un colegio con 10 mesas el aforo máximo será 100 votantes simultáneos.

Para Mondschein, la capacidad máxima debe estar dada por sus características particulares, atendiendo al tamaño. En simple, cada local debiese determinar cuántos “puestos” por cada metro de distancia caben en el espacio de la fila. Así, se sugiere que se pueden trazar círculos u otros indicadores de distancia, tal como se ha hecho en supermercados.

En el caso contrario, en el estudio se explica que habría una “transgresión” de la medida de distanciamiento, a pesar de que cumpla con el aforo dado por protocolo. Es decir, que en algún momento del proceso electoral, durante algunos minutos u horas, en el local será difícil mantener la distancia de un metro requerida para evitar los contagios.

Como también es difícil determinar qué mesa tiene mayor o menor afluencia, el informe del ISCI plantea que “como alternativa, se propone controlar el aforo total del local de votación, de modo que cuando se alcanza el nivel máximo, se bloquea temporalmente el ingreso de nuevos votantes al local (similar al proceso que hoy se realiza en supermercados y otros comercios)”.

Medidas adicionales

El horario previo al almuerzo, detalla Mondschein, es el período que han identificado como peak, tomando como referencia los procesos anteriores.

En esa línea, los investigadores creen que con horarios preferenciales de votación basado en grupos etarios (expandiendo a otros rangos la misma medida asegurada para adultos mayores), o transporte gratuito a ciertas horas del día, podría haber un flujo más o menos equitativo durante las 12 horas del proceso, evitando aglomeraciones.

Sobre las medidas que puedan adoptarse en el transporte público, Olivares aborda que “La hora de transporte gratuito, si se implementa, no tiene que ser a la hora de mayor congestión de los locales”. Y como medidas adicionales, el documento concluye que “también se debe asegurar que las mesas se constituyan temprano, lo cual reduce la incertidumbre para asistir, y proveer información en tiempo real de la congestión en cada establecimiento”.

Facilitadores

Con miras a evitar contagios durante la jornada, el Servel también sumó al proceso la figura de facilitadores electorales. El organismo ya definió las 15 mil vacantes, tras la postulación de 170 mil interesados.

Entre las funciones de los facilitadores estará verificar que los electores usen correctamente sus artículos de protección personal, en todo momento, el distanciamiento físico adecuado -un metro- en la fila de espera y disponer de alcohol para rociar o gel para la desinfección de manos.

Estos funcionarios, así como los vocales de mesa, estarán protegidos con escudos faciales y mascarillas KN95.

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