A horas de ser electa como la primera presidenta trans en la historia de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech), el teléfono de la estudiante de Derecho y militante del Partido Comunes, del Frente Amplio, Emilia Schneider, no ha parado de sonar; felicitaciones de amigos y compañeros y solicitudes de entrevistas en televisión. "He estado full, ha sido todo agitado, pero me siento bien y con energía (…) Quiero que podamos devolverle la fuerza y el rol histórico a la Fech como una de las vocerías sociales más importantes del país. Recuperar el lugar de la Fech desde la lucha feminista puede ser mi aporte en este proceso y proyectar, desde la federación, todo el trabajo que hicimos con todas mis compañeras movilizándonos el año pasado", comenta.
La dirigenta obtuvo la primera a mayoría en la elección con 3.708 votos, sin embargo, no alcanzó el quórum requerido de participación donde solo votó el 25,8% del padrón. Por esta razón, su presidencia será de carácter interino y solo por seis meses, plazo máximo en el que deberá convocarse a una nueva elección.
-¿Qué significancia tiene para el mundo trans su llegada a la Fech?
Si bien no hay que perder el foco del momento complejo que vive la federación, sin duda este es un momento histórico, no solo porque soy la primera presidenta trans de la federación, sino porque tres compañeras que venimos de la movilización feminista estamos en la mesa interina. Eso es un gesto de que lo que está rearticulando el movimiento estudiantil es el feminismo. Esta arremetida feminista significa la posibilidad de refundar la federación y devolver la democracia a la organización estudiantil.
-Dentro de esta idea refundacional, ¿cuál es su plan?
Nosotras y nosotros no tenemos las respuestas, tiene que ser un proceso con todos los estudiantes, con las asambleas de mujeres y con los conflictos que se están levantando sobre la salud mental, pero hoy creemos que los pasos concretos son devolver la Fech a las facultades e institutos, que estemos en los espacios. Queremos que la federación vuelva a ser una herramienta para las luchas que dan los estudiantes por una educación y una universidad más pública.
-¿Cuál es su propuesta frente al debate por la salud mental de los estudiantes?
Empezar a vincularnos con los estudiantes que se organizan desde ese conflicto, pero una hoja de ruta es fortalecer las unidades de bienestar y tener más profesionales de la salud mental en la universidad. También creemos que hay que cuestionar el modelo educativo, la Universidad de Chile hoy tiene un modelo educacional que se guía por el excelentismo, la competitividad y la individualidad, lo que indica que las lógicas de mercado no están fuera de nuestra universidad.
"La abstención es parte de lo que pasa a nivel nacional"
-¿Considera que la Fech ha perdido relevancia?
Creo que la política en general está perdiendo relevancia, entonces las federaciones también viven ese problema. Esto viene desde muchas generaciones antes que nosotras, pero hoy el deber es que seamos parte de la solución y no del problema, por lo mismo es importante convocar a la organización, así se disminuye la distancia que hay entre lo político y lo social.
-Pero esas distancias tienen que ver con un carisma de los nuevos liderazgos…
Creo que no se lo podemos atribuir a los liderazgos; hoy el problema que tiene la política es que no ha servido para las necesidades de las mayorías, que se han manifestado en las calles se traduzcan en transformaciones concretas. Ese es el problema de la política.
-¿Por eso cree que los estudiantes no fueron votar?
La abstención electoral en la federación es parte de lo que pasa a nivel nacional. La Fech es parte de la sociedad, es parte de ese problema y durante muchos años las federaciones abandonaron facultades e institutos, abandonaron las luchas de los estudiantes y hoy, desde nuestra presidencia, queremos revertir ese precedente pese al poco tiempo que tenemos.
-Muchos dicen que el movimiento feminista no ha logrado salir de las universidades, ¿cree que es así?
Tenemos que ser una vocería a nivel nacional, no nos vamos a restar al debate, pero creo que es importante que las autoridades revisen sus dichos, decir que el movimiento feminista se queda en las universidades es una falsedad, la del 8 de marzo fue una de las movilizaciones más grandes desde la vuelta a la democracia y creemos que eso da cuenta de que las demandas que estamos poniendo tapete le están haciendo sentido a las personas.