Durante el debate de la ley corta de isapres actores oficialistas y opositores instalaron la idea de reformar el sistema de salud chileno. Por ello se estableció que antes del 1 de octubre el gobierno debe enviar proyectos de ley para una reforma. Y al mismo tiempo que el Minsal trabaja en depurar las iniciativas, la Comisión de Salud del Senado formó un comité de expertos con cinco miembros del oficialismo y cinco de oposición para formular una propuesta propia. Uno de ellos es el exministro de Salud, Emilio Santelices, quien además preside la instancia.
Desde ese rol el miembro del comité ejecutivo de CIPS de la UDD ha mirado el avance del debate, el que ahora se ha centrado en la eliminación de las preexistencias, donde para llevarlo a cabo el gobierno estudia crear un fondo de compensación de riesgo entre isapres, una idea que nació en Piñera II y que ya empieza a ser rechazada por parte del oficialismo, quienes ven aquí un posible ‘salvataje 2.0′.
Santelices toma partido. Dice que este mecanismo es adecuado y es más: afirma que no existen las condiciones para implementar el Fondo Universal de Salud (FUS) propuesto por el gobierno de Boric.
¿Cómo debería ser esta reforma?
Cuando hablamos de reforma los cambios que hay que hacer tienen que ser profundos, pero también graduales. No existen transformaciones en 180 grados exitosas. En esta etapa debemos avanzar en los compromisos que fijó la ley corta. Como comité hemos identificado cuatro ejes importantes.
¿Cuáles?
El primer objetivo es avanzar hacia un financiamiento de la salud que sea resiliente y que combine lo público y lo privado bajo una lógica de seguridad social. Esto debe lograrse fortaleciendo a Fonasa e integrando a las isapres dentro de un marco de seguridad social, eliminando las preexistencias al mismo tiempo que se crea un fondo de compensación de riesgos entre ellas y un plan de salud universal. El segundo eje es fortalecer la gobernanza de Fonasa y de la Superintendencia de Salud. En tercer lugar, es fundamental fortalecer el sistema de prestadores públicos, donde la atención primaria sea la base de esta red, con mayores capacidades y recursos. El cuarto eje se centra en resolver el abuso y mal uso de las licencias médicas.
Ha trascendido que para eliminar las preexistencias el Ejecutivo está estudiando un fondo de compensación de riesgo entre las isapres. ¿Está de acuerdo con este mecanismo?
Es la forma en que los sistema de aseguramiento logran por una parte la sustentabilidad financiera, pero también el sustento técnico de la solidaridad, porque de esta forma logramos que se mancomunen todos los recursos y se puedan usar en función de los requerimientos de las personas, independiente de cuanto hayan aportado.
Esta propuesta se contrapone al FUS que plantea el programa de gobierno.
En el programa original se incluía esta propuesta, pero hay que recordar que también existían otras, como la refundación de Carabineros, por lo que no es un argumento suficiente. La realidad en salud nos enfrenta a una situación crítica: tenemos problemas con las listas de espera y el cáncer es la principal causa de muerte. Las encuestas muestran que la mayoría de los ciudadanos desean tener opciones. Hubo un programa, que pudo haber sido un sueño, pero la realidad es otra. Lo que podemos hacer ahora es unir conocimientos para avanzar en un camino virtuoso y posponer discusiones ideológicas
¿Descarta totalmente un FUS?
Para que eso ocurra tendrían que pasar varias cosas antes. Tendríamos que cambiar la Constitución, porque la actual señala que el 7% puede ser administrado por organizaciones distintas a las estatales y por consiguiente no tendría cabida ese anhelo. Y por otro lado ya hicimos dos ejercicios constitucionales donde esto se planteaba y fue rechazado. Insistir en ese camino cuando hay otros que muestran ventaja sería ir de espaldas a lo que lo que la ciudadanía hoy está buscando.
¿Qué implica para las isapres un fondo de compensación de riesgo?
Las isapres van a sufrir un cambio importante. Cuando decimos que se instalan bajo una lógica de seguridad social es un tremendo avance. Sacando las preexistencias se terminará con la discriminaciones. Además, operarían con un fondo de compensación de riesgo y un plan universal. Lo único que va quedar de lo que conocimos es el nombre.
¿Ve que esta propuesta generaría un gran debate político? Desde el FA advirtieron que insistirán con el fondo universal.
Hay un problema más profundo y es cómo podemos superar la disfunción existente entre la élite, el mundo político y la sociedad civil. Hablo de disfunción porque, cuando ignoramos las demandas ciudadanas en favor de intereses ideológicos o personales, nos desviamos del propósito para el que cada poder fue creado. La pregunta es si realmente estamos respondiendo a este mandato o si estamos imponiendo una agenda ideológica que no resolverá los problemas. Existe el riesgo de que algunos insistan en esa agenda, pero tendrán que enfrentarse a la realidad de que las respuestas ciudadanas deben darse aquí y ahora.
En este debate que además de técnico será político, ¿qué rol debe tener la ministra Aguilera?
Afortunadamente ella viene del mundo sanitario. Cuando uno es la primera autoridad en Salud lo primero que debe pensar es qué es lo mejor y más realista para resolver los problemas de las personas. Está claro que el camino es terminar con las preexistencias y fortalecer Fonasa. Los grandes ejes de la discusión ya están instalados, lo que estamos haciendo es bajarlo para que se puedan materializar. Creo que es un camino ya recorrido y en eso no creo que la ministra se vaya a equivocar.