En la cabeza de Llaitul: informe PDI destaca “marcado rechazo al régimen democrático chileno” y habilidad para “eximirse de cualquier tipo de responsabilidad”

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El informe criminológico forense que elaboró la PDI por encargo de la fiscalía, que se encuentra en la carpeta investigativa, da cuenta del perfil del histórico líder de la CAM que, desde la semana pasada, se encuentra en prisión preventiva. Según los investigadores, su experiencia en otros procesos judiciales "le permite desarrollar estrategias efectivas en cuanto a evadir la investigación penal que conlleva la comisión de las acciones delictivas".


La Fiscalía de La Araucanía acumula casi cinco mil páginas con información de Héctor Llaitul (54), el comunero mapuche y líder de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM) que esta semana fue detenido por la PDI. Uno de los rostros más emblemáticos de esta organización cayó otra vez en manos de la justicia.

Luego de una larga indagatoria, el Ministerio Público logró formalizarlo por los delitos de usurpación violenta, atentado contra la autoridad y llamamientos a la desestabilización del gobierno, todos hechos que se enmarcan en la Ley de Seguridad del Estado (LSE). Dados todos los antecedentes expuestos, Llaitul se encuentra en prisión preventiva desde la tarde del jueves.

En el extenso expediente de Llaitul, la fiscalía junto con la PDI han podido reconstruir los hechos investigados y su forma de operar. Para eso han sido útiles las escuchas telefónicas y también la georreferenciación de su celular. Además de todo ese material, hay otras piezas de la carpeta investigativa que han ayudado a perfilar la conducta de Llaitul.

Se trata, por ejemplo, del Informe Criminológico Forense que elaboró la PDI por encargo de la fiscalía. En ese documento la policía civil analizó el perfil de Llaitul para detectar elementos de su personalidad que fueran relevantes para la investigación. El documento analizó todos los antecedentes de la carpeta, así como elementos externos vinculados a las apariciones públicas de Llaitul.

Las conclusiones del informe

“El imputado Héctor Llaitul es un sujeto con un desarrollo cognitivo normal superior que mantiene un discurso técnico formal de naturaleza étnica ideológica, concordante con su condición de líder de la organización, además de un marcado rechazo y oposición al reconocimiento del régimen democrático gubernamental chileno y al proceso legislativo vigente, y que, además, respecto a sus vínculos interpersonales, evidencia la instrumentalización de sus relaciones, en base a la cobertura de necesidades inmediatas, ligadas a aspectos relacionados al conflicto mapuche”, se lee en uno de los informes.

Otro de los puntos que son destacados por los policías es su destreza para esquivar la responsabilidad penal de los actos que se le imputan: “Se logró evidenciar dentro de su conducta como líder de la organización la intención permanente de eximirse de cualquier tipo de responsabilidad, ya sea penal o civil, elaborando para ello una estrategia que contempla un discurso y una estructura horizontal que le permite eludir cualquier tipo de vinculación vertical y directa con los autores materiales de los ataques incendiarios, creando la figura ficticia de ‘vocero’ de la organización”.

Según los investigadores, se trata de una “posición que le permite traspasar la carga de las decisiones e instrucciones, aludiendo a la autonomía de los denominados ‘órganos de resistencia territorial’, eslabón ficticio de la organización, que en realidad no serían más que integrantes de la orgánica que responden a sus instrucciones y con quienes sí existiría un contacto directo”.

De acuerdo al informe criminológico forense, el desarrollo de este tipo de habilidades “es producto de la experiencia adquirida a lo largo de los diversos y extensos procesos penales de los cuales ha sido objeto, lo que hoy le permite desarrollar estrategias efectivas en cuanto a evadir la investigación penal que conlleva la comisión de las acciones delictivas adjudicadas por la Coordinadora Arauco Malleco”.

Este tipo de características, agrega el informe, quedan en evidencia en algunos de sus discursos. En particular se cita uno de enero de 2020. Aquella vez, se lee en el expediente, “realizó un llamado claro y explícito, amparándose siempre en su autodesignada calidad de ‘vocero’ de la Coordinadora Arauco Malleco, a los integrantes de la organización, a desarrollar con más fuerza los procesos de lucha en contra de las forestales”.

En sus palabras reconoce en las forestales “el verdadero enemigo histórico del pueblo mapuche, condenando enérgicamente la sentencia dictada en contra del comunero mapuche Daniel Canio Tralcal, indicando que se trató de un proceso judicial viciado, manipulado por las empresas forestales y el gobierno chileno, lo que se condice con su marcado y constante rechazo a los procesos legislativos vigentes”.

En cuanto a su esfera afectiva, según el análisis de la PDI “se observa un aplanamiento afectivo generalizado frente a distintas temáticas, mostrando un ánimo de carácter neutral que dificulta la interpretación de sus sentimientos más íntimos, impresionando como un sujeto que utilizaría de manera inconsciente y como mecanismo de defensa el distanciamiento de aquellas situaciones que le pudieran resultar displacenteras, resultándole eficiente para poder llevar a cabo su rol de líder, primando lo racional por sobre lo emocional dentro de su funcionamiento psíquico”.

También el informe añade que “se pesquisaron elementos agresivos y violentos que se vinculan principalmente al despliegue conductual en las acciones de recuperación territorial que se adjudica la organización autonomista que lidera, de carácter delictual, a través de las acciones de sabotaje”.

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