Creciendo sostenidamente desde 2009, la matrícula de mujeres en educación superior marcó su mayor nivel en los últimos años. Y es que, si en 2021 abarcó el 54,1% de los alumnos que ingresaron a algún programa, en 2022 la fuerza femenina bordeó esa cifra con el 53,7%.

Y aunque en nueve de las 11 áreas de conocimiento definidas por la OCDE el género femenino es mayoría, hay dos donde aún no se ha logrado equiparar la balanza: las Fuerzas Armadas (FF.AA.) y de Orden y las carreras de tecnología, que abarcan las Ciencias Básicas, Tecnología, Ingenierías y Matemáticas, más conocidas en la academia como STEM -por su sigla en inglés Science, Technology, Engineering and Mathematics-, donde las cifras generales rondan en torno a un 20% de presencia femenina. La Unesco, en tanto, expone que en el mundo las mujeres son el 35% de quienes cursan estudios superiores en estas áreas.

Por eso cobra relevancia que una vez conocidos los resultados de las postulaciones a las universidades adscritas al Sistema de Acceso a la Admisión Universitaria, donde las carreras de la salud se consolidaron como las más demandadas, también varias casas de estudio reportan que la presencia de mujeres no solo crecerá en número para 2023, sino que en muchos casos también lo hará porcentualmente. Algunas, de hecho, doblaron la cantidad de mujeres aceptadas en su institución respecto de 2022.

Esta situación además cobra relevancia si se considera que, según el Mineduc, las carreras tecnológicas son de las mejores pagadas del país: al cuarto año de titulación solo son superadas por Derecho.

Así, en la U. de Chile reseñan que de las 3.095 vacantes 2023 para carreras STEM, el 50% se llenó con mujeres, mientras que en 2022 había sido el 51% mujeres y el 49% hombres en sus 3.122 cupos para esa área de conocimiento. Y es que, en pos de favorecer los ingresos femeninos, en la Casa de Bello, por ejemplo, desde 2014 implementan el Programa de Ingreso Prioritario de Equidad de Género (PEG), con la carrera de Ingeniería Plan Común como primer piloto, y que a lo largo de los años ha ido sumando otros programas. Esta estrategia ha ido aumentando la matrícula femenina en carreras tradicionalmente masculinizadas. “En línea con nuestras políticas de equidad e inclusión implementadas desde hace más de una década, hemos tenido un muy buen resultado, convocando a un 50% de estudiantes mujeres a carreras STEM, en total 2.167 estudiantes mujeres. Esto reafirma nuestro compromiso con la inclusión y la igualdad de género”, señala Rosa Devés, rectora de la U. de Chile.

En tanto, la U. Federico Santa María, por años dedicada casi exclusivamente a esta área, tuvo 2.919 vacantes para carreras STEM en 2022, con 1.233 mujeres postulando y 728 siendo aceptadas, lo que representaba un 24,9% de la matrícula. ¿Y en 2023? El porcentaje de fuerza femenina subió hasta 31,5: 2.841 vacantes STEM, 2.324 mujeres postulantes y 896 de ellas aceptadas. “Estamos muy orgullosos de que en este proceso de admisión más mujeres hayan escogido a nuestra casa de estudios. Esto se ve reflejado en el alza de las postulaciones de mujeres en carreras STEM, lo que es resultado de nuestro constante esfuerzo por incentivar, desde la educación básica y media, la participación femenina en carreras de corte científico y tecnológico”, señala el vicerrector académico, Andrés Fuentes.

Desde la U. Finis Terrae, por su parte, detallan que en el presente proceso tuvieron 51 postulaciones de mujeres a sus carreras STEM, de las cuales 45 resultados aceptadas para hacer uso de alguno de los 310 cupos disponibles. Esto se traduce en que, si todas se matriculan, representarían el 14,5% del total. En comparación al año pasado, las cifras señalan que fueron 26 postulaciones, todas las cuales fueron aceptadas, lo que representó un 8,3% de la matrícula. “Es importante que las mujeres estudien carreras de acuerdo a sus intereses y que tengan la convicción de que pueden ser grandes ingenieras. Por eso es necesario que entre todos se realicen esfuerzos para darles más oportunidades”, expone Angélica Urrutia, decana (s) de la Facultad de Ingeniera, quien cuenta que justamente en su institución existe un cupo de admisión para mujeres en las carreras de ingeniería, “para así dar visibilidad, conectar y potenciar a todas aquellas estudiantes que tienen el interés y potencial de convertirse en ingenieras”.

Asimismo, desde la U. Andrés Bello detallan que si en 2022 tuvieron 611 mujeres seleccionadas para 2.715 cupos STEM, en 2023 el número subió a 899 para 3.140. Esto representa pasar de 22,5% a 28,6%. “A nivel nacional la participación de las mujeres en las carreras STEM es baja, alcanzando alrededor de un 23%, por lo tanto, que aumente el porcentaje de mujeres que postulen a carreras de esta área es muy importante. En esa línea, distintos actores de la sociedad, como las universidades u organizaciones, hemos trabajado para fomentar, visibilizar, capacitar y hacernos cargo de que más mujeres puedan ingresar a estudiar carreras STEM. Estas cifras nos muestran que lo que estamos haciendo todas y todos ha tenido efecto, que contar con becas especiales para mujeres es avanzar y apoyar y que, desde la academia, las mujeres también estamos visibilizando y dándole sustento”, dice Lilian San Martín, directora de Escuela de la Facultad de Ingeniería, sede Concepción.

En la misma línea, la U. Austral seleccionó ocho mujeres más que en 2022 (de 356 a 364) para carreras STEM, pero también vivió un explosivo interés del mundo femenino por esa área de conocimiento: las 775 postulaciones de 2023 superaron con creces las 469 de 2022.

Mientras que en la U. San Sebastián, donde ofrecen Ingenierías Civiles, Animación Digital y Bioquímica en esta área, experimentaron un aumento de 122 mujeres aceptadas, lo que representa un crecimiento del 56% respecto del año anterior. Esto se traduce en que en 2023 la fuerza femenina implicará poco más del 17% de las 1.020 matrículas de esas carreras, en comparación con 2022, cuando eran poco más del 6% de las 880 matrículas que hubo.

Y si bien en la U. Católica las mujeres subieron en cantidad, bajaron levemente en porcentaje de representación: 455 el año pasado, lo que se traducía en un 34,5% de la matrícula y 513 en 2023, lo que representa un 33,6%. La proporción, en todo caso, sigue estando por sobre la media, similar a lo que ocurre en la U. de los Andes, donde la cifra se mantuvo similar al proceso anterior: 51 mujeres aceptadas para 185 vacantes en 2022 (27,8%) versus 57 mujeres aceptadas para 205 vacantes en 2023 (27,6%).

Pero el aumento de la proporción de mujeres en carreras STEM también va de la mano con el creciente interés del mundo femenino en esa área. Así, por ejemplo, en la U. de Talca hubo un aumento de entre un 25% y un 40% en las postulaciones en comparación a 2022. Similar situación ocurrió en la U. Mayor, donde observaron un aumento de casi el 10% en la postulación efectiva de mujeres a carreras STEM, pasando de 239 a 262.