“Estatus: confirmado”. “Duración: ocho horas y 15 minutos”. Así dice el chequeo del vuelo que deberá realizar el exmilitar Pedro Pablo Barrientos Núñez, quien el 28 de noviembre será deportado por las autoridades de Estados Unidos con rumbo a Chile.

La detención de Barrientos fue dada a conocer el 10 de octubre pasado. Según informó en esa oportunidad el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de EE.UU., la detención de Barrientos Núñez se registró el 5 de octubre en la ciudad de Deltona, en el estado de Florida, por parte de efectivos de la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI, por su sigla en inglés) debido a su responsabilidad en la muerte del cantautor Víctor Jara, en el marco de la dictadura militar.

“Barrientos ahora tendrá que responder a los cargos que enfrenta en Chile por su participación en torturas y ejecuciones extrajudiciales de ciudadanos chilenos”, expresó el agente especial a cargo de HSI Tampa, John Condon.

El check-in del boleto de Barrientos también señala que el exmilitar deberá abordar un Boeing 777 en Miami, Florida, pasadas las 10 de la noche de ese martes 28 y que su arribo al aeropuerto de Santiago se estima para las 8.50 del miércoles 29 de noviembre. En el vuelo, el deportado podrá comer una cena y desayuno, en virtud de su viaje en clase económica cuyo costo asciende a 581 dólares.

Tras los 6.619 kilómetros que recorrerá el avión en un recorrido sin escalas, Barrientos Núñez, quien se encuentra bajo la custodia del Servicio de Control de Inmigración de Estados Unidos, deberá enfrentar la decisión de la Corte Suprema del 28 de agosto pasado, donde sentenció a siete miembros del Ejército en retiro por su responsabilidad en los delitos de secuestro calificado y homicidio calificado en el caso del cantautor y director teatral Víctor Jara Martínez y del director de prisiones del gobierno de Salvador Allende, Littré Quiroga Carvajal.

Tras el Golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, Jara fue detenido por militares en la Universidad Técnica del Estado (UTE, hoy Usach) y trasladado al Estadio Chile para ser torturado y asesinado por, al menos, 44 impactos de bala.

En junio de 2016, una corte federal de Florida, Estados Unidos, halló culpable a Pedro Barrientos de torturas y de la ejecución extrajudicial del artista, a raíz de una demanda civil interpuesta por la familia de Jara, obligándolo a pagar una compensación por daños y perjuicios.

Dos años más tarde, en julio de 2018, la Cancillería envió una serie de documentos a la embajada de Chile en Estados Unidos para poder reactivar la solicitud de extradición del exmilitar.

Barrientos residía desde 1990 en el país norteamericano y había optado a la ciudadanía. El 2013 se había iniciado la tramitación de la solicitud de extradición.

El 14 de julio pasado un tribunal de Florida revocó la ciudadanía estadounidense de Barrientos, tras determinar que ocultó intencionalmente hechos materiales relacionados con su servicio militar en sus solicitudes para obtener la ciudadanía, lo que provocó una investigación en su contra.