Por sexto año consecutivo, el Centro de Desarrollo de Liderazgo Educativo (Cedle) realizó la encuesta "La voz de los directores", que recoge la opinión de 664 directivos de colegios, de todas las dependencias, sobre la actualidad y la agenda educacional del país.
En esta ocasión, los encargados pusieron nota 4,3 a la calidad educacional chilena e igual calificación a la equidad de la enseñanza en el país, lo que representa un aumento respecto al año pasado, cuando calificaron con notas 3,7 y 4,2 la calidad y la equidad, respectivamente.
La investigadora del Cedle María de los Ángeles Morandé explica que estas notas muestran "que la educación en Chile todavía es un tema pendiente, y todas las reformas y movimientos que ha habido son reflejo de eso. Lo interesante es que no hay diferencias entre directores de distintos tipos de establecimientos, la percepción es similar".
Los directores también evaluaron a los últimos ministros de Educación y el extitular Gerardo Varela, quien no alcanzó a durar cinco meses en el cargo, obtuvo nota 3,5. Esta es la calificación más baja desde Nicolás Eyzaguirre (3,3). Harald Beyer obtuvo la nota más alta (4,3). Marcela Cubillos no alcanzó a ser considerada.
En el sondeo, los directores fueron consultados sobre la Ley de Inclusión, una de las normas que más cambios introducen en la educación. Y del total de consultados, el 16% dijo estar poco o nada preparado para mantener en su colegio a alumnos con problemas de disciplina, y el 15% acusó falta de preparación para enseñar en contextos de diversidad de ritmos de aprendizaje.
Al respecto, Morandé comenta que "claramente este es uno de los aspectos más desafiantes para los directores, porque la Ley de Inclusión, al terminar con la selección, deja un poco abierta la diversidad de estudiantes que puede tener en el colegio".
Rol de sostenedores
Además, los directivos realizaron una evaluación a sus sostenedores (municipios, servicios locales o dueños de colegios) y cuestionaron el soporte que les prestan, pues el 42% afirma que estos les entregan nada o poco apoyo pedagógico.
Por ejemplo, el 34% de los directores dice que se reúne una vez al semestre o menos con el sostenedor para analizar temas técnicos pedagógicos, y la mitad afirma que el sostenedor no implementa un sistema de evaluación del trabajo del equipo directivo ni del trabajo docente.
Además, el 42% dice que su sostenedor no implementa una evaluación del aprendizaje de los alumnos, el 37% afirma que no le provee de asesorías externas y el 32% advierte que el sostenedor no envía al colegio a asesores para acompañar a los directores.
El director del Cedle, José Weinstein, explica que "la opinión mayoritaria es que hay una relación constante entre el director y el sostenedor, pero que está centrada fundamentalmente en lo administrativo por sobre lo educativo. Es más: los directores cuestionan el apoyo técnico-pedagógico que les brinda su sostenedor, considerando mayoritariamente que no es frecuente ni es necesariamente útil".
Carrera directiva
Y otro aspecto interesante de la encuesta es la necesidad mayoritaria que ven los directores de contar con una carrera funcionaria, al igual como la que poseen ahora los profesores de colegios que reciben subvenciones: el 88% dice que debe existir esta carrera y el 84% está de acuerdo o muy de acuerdo que sea para los colegios municipales y particulares subvencionados.
También hay una aceptación mayoritaria a que en la carrera esté también el jefe de la Unidad Técnica Pedagógica y hay una consideración casi unánime de que esta estructura funcionaria debería considerar sueldos, evaluaciones, formación de directivos, procesos de selección, tramos asociados y roles definidos.
"Hay un clamor prácticamente unánime por que la carrera se materialice. Se aprecia cómo la implementación de la carrera docente también ha despertado el interés de contar con su propia carrera de parte de quienes, como los directivos escolares, fueron olvidados por aquella iniciativa", especifica Weinstein.
Durante el gobierno anterior, se discutió la necesidad de legislar un proyecto que estableciera la carrera directiva, pero debido a las reformas en trámite, no logró concretarse.