Un estudio de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de los Andes (UAndes), denominado “Estudio sobre el transporte público en Chile″, concluyó que el 87% de los chilenos afirma que una deficiente calidad del transporte público es un maltrato a la dignidad de los usuarios, pero al mismo tiempo 55% lo evalúa con nota regular y el 22% califica la calidad de los paraderos como mala.

La investigación analizó una muestra de 1.221 personas, conformada por hombres y mujeres de entre 18 y 55 años y más, desde Arica a Punta Arenas, pertenecientes a hogares de cinco grupos socioeconómicos distintos: ABC1 (clase alta, media acomodada y media emergente), C2 (clase media típica), C3 (clase media baja), D (clase media vulnerable) y E (pobres), según señala el el informe con sus conclusiones.

Y otro contexto importante que hace ver el estudio es que el 38,7% de los encuestados sostiene utilizar el transporte público todos los días, mientras que 22,5% lo hace semanalmente y el 4,4% lo realiza mensualmente. El 10% sostiene que nunca lo utiliza.

La indagatoria demostró que el 62% de los encuestados está “muy de acuerdo”, y el 25% “de acuerdo” con el enunciado “Una deficiente calidad del transporte público es un maltrato a la dignidad de los usuarios”.

Lo anterior es manifestado especialmente por personas de 55 años hacia arriba, quienes dicen estar en un 91% muy de acuerdo y de acuerdo con esta afirmación.

La baja frecuencia con que pasa el transporte público es una de las causas que llevarían a la insatisfacción con este servicio, donde un 37% de la población asegura que es uno de los principales problemas, junto con la inseguridad (35%) y la falta de limpieza (9%).

El reporte también señala que a las mujeres y a los mayores de 55 años lo que más les afecta es la inseguridad, al igual que a las personas que se sitúan en los grupos socioeconómicos D y E.

Un 87% de los usuarios del transporte público afirma que existe maltrato a la dignidad de los pasajeros

Ir apretado en la micro o Metro es percibido como poco digno. Mejorando este aspecto y aumentando la seguridad y los recorridos, se puede aumentar la percepción de dignidad en los usuarios”, explica Rodrigo Fernández, doctor en Transporte de la Universidad de Londres y académico de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la UAndes.

Paraderos y estudiantes

Respecto de la apreciación de los paraderos, refugios o zonas donde se espera la locomoción colectiva, un 43% de los chilenos cree que son de calidad regular y un 22% los califica como malos.

Fernández detalla que para mejorar el transporte público se debe aumentar la frecuencia del servicio, lo que requiere una mayor flota de buses: “Esto debería ser complementado con paraderos bien diseñados, que incluyan lugares de espera amplios, con asientos cómodos, información clara, iluminación y protección del clima, al igual que los que se pueden observar en los países europeos”.

La investigación también arroja que un 48% de los estudiantes utiliza el transporte público, y un 55% pertenece al grupo socioeconómico E. Y que, a medida que aumenta el grupo socioeconómico, disminuye proporcionalmente el uso del transporte público.

“Con respecto al Metro y trenes de cercanía, para evitar el hacinamiento en los coches también se requiere mayor frecuencia; por ejemplo, aplicar en las Líneas 2 a 6 del Metro una frecuencia cada dos minutos y un tren de cercanía cada 15 minutos. Esto también requiere más trenes, el problema es que cada coche vale un millón de dólares”, agrega el experto.

“En el caso de los buses suburbanos que sirven a las ciudades dormitorio (Talagante, Colina, etc.,) es necesario renovar la flota, regular su funcionamiento y definir su tarifa. En la actualidad estos servicios operan fuera del perímetro controlado por la Dirección de Transporte Metropolitano y de las direcciones de transporte regionales, lo cual produce problemas de seguridad y falta de servicios”, cierra el académico.