Enrique Paris y la crisis por virus respiratorios: “Las autoridades hablan de tensión en la red, (pero) esto es un colapso”
El exministro de Salud sostiene que falta comunicación de riesgo y tomar medidas más drásticas en la red asistencial, pues ya había advertencias de que esta campaña invernal iba a ser más dura. "En el invierno del hemisferio norte ocurrió exactamente lo mismo, entonces aquí ya había una alerta que había que tener en cuenta", dice. Y respecto a la falta de camas pediátricas sostiene que "no se puede buscar a último minuto”.
Los casos originados por enfermedades como la influenza, el adenovirus o el virus sincicial han crecido significativamente en las últimas semanas y, por esta razón, cada vez son más los niños que requieren atención médica e incluso hospitalización. De hecho, es tal la demanda, que hay establecimientos de salud que viven momentos críticos en sus salas de espera. Además, el Ministerio de Salud ha confirmado la muerte de dos lactantes por estas patologías invernales.
En ese contexto, el exministro de Salud Enrique Paris advierte que hay que calcular el número de camas que se necesitarán de acuerdo a los contagios que hay, para así poder coordinar mejor la red asistencial.
Por otro lado, el presidente del Instituto de Políticas Públicas en Salud (Ipsuss) añade que se pueden tomar otras medidas, como educar a las personas cuando es realmente necesario recurrir a los centros de salud e incentivar la vacunación contra la influenza, para que esta enfermedad no añada más presión asistencial.
¿Qué tan grave es la situación actual?
Como han dicho otros especialistas, se observa una circulación viral inédita, pues es mucho más alta que otros años, y además se suma que se adelantó la fecha en la que circulan estos virus respiratorios, que afectan principalmente a los niños. El virus que más ha aumentado es el sincicial. De acuerdo a las cifras del Instituto de Salud Pública, entre la primera semana de 2022 y la actual, se han diagnosticado 18.728 virus respiratorios en los centros centinela. En la misma época, pero el año pasado, solo se habían detectado 8.766 casos. Esto ya se había advertido, porque en el invierno del hemisferio norte ocurrió exactamente lo mismo, entonces aquí ya había una alerta que había que tener en cuenta.
¿Cómo soporta esto la red asistencial? ¿Cómo se enfrenta este radical aumento de casos?
En Chile hay pocas camas pediátricas de cuidados intensivos, y cuando hay pocas camas y los pacientes graves aumentan, obviamente se produce un colapso en la red de atención. Las autoridades hablan de tensión en la red, inventaron esa palabra, porque esto es un colapso. No tenemos las camas suficientes para atender a todos los pacientes que están llegando a tener insuficiencia respiratoria. En Chile no existe la cantidad de camas suficientes, porque este es un problema que no ocurre de forma permanente en esta magnitud. Por eso he sugerido que hay que tener una tasa de conversión para ir preparando las camas a medida que van aumentando los exámenes positivos. La tasa de conversión es la que usamos en la pandemia, para saber cuántas camas se iban a necesitar.
¿Hay una crisis?
Las crisis se llaman crisis, porque el ambiente y la población llegan a captar que se está viviendo una crisis. La crisis no es solo por el aumento de la circulación viral, sino que también por las respuestas que han dado algunas autoridades y por el fallecimiento de estos niños. Las crisis se van creando como un torbellino y van permeando en la opinión pública y eso hay que controlarlo. Tiene que haber un comité de crisis, con una vocería diaria que comunique cuántas camas hay o cuántos pacientes están saliendo positivos y eso contribuye a disminuir la inquietud de la sociedad y a bajar el nivel de la crisis.
Durante la jornada se confirmó otra muerte de un lactante...
Eso es lamentable, y como han dicho las autoridades, es algo que produce mucho dolor. Espero que esto se detenga o que las medidas que puedan tomar las autoridades de salud sean capaces de atender estos niños precozmente y así evitar que fallezcan. Todos estamos dispuestos a colaborar.
Considerando la cantidad de casos, ¿cuántas camas debería haber disponibles?
Nosotros hemos intentado obtener información oficial, pero no la hemos obtenido. De hecho, durante una entrevista la ministra de Salud, Ximena Aguilera, no fue capaz de decir cuántas camas tenían y ese es un punto crucial. Uno debe saber cuántas hay, cuántos niños se están enfermando. Mediante esta ecuación uno sabe que un porcentaje de los niños que se están enfermando van a necesitar UCI pediátrica, y cuando uno sabe eso, se puede calcular cuántas camas se necesitarán y eso es lo que debe hacer el Ministerio de Salud. Nosotros hacíamos eso todos los días durante la pandemia. El ministerio debería tener un equipo dedicado solamente a eso, con un coordinador para ir programando cuántas camas se van a necesitar con antelación, no la noche antes, no al momento de trasladar a un paciente. Las camas deben estar preparadas. Hay que ordenar la gestión.
Funcionarios de la Subsecretaría de Redes Asistenciales acusaron falta de liderazgo interno.
Una de las labores fundamentales del Ministerio de Salud es justamente gestionar la salud pública y gestionar el funcionamiento de la atención primaria y de los hospitales. Por lo tanto, la gestión de camas, la preocupación con respecto a la necesidad de contar con más camas para niños o para unidades de cuidados intensivos pediátricos es una labor habitual del ministerio, una labor fundamental. Si eso no se hace bien, si no se llega al ministerio para trabajar bien en ese aspecto, eso es grave y, por supuesto, conduce a una crisis mayor. Además, lo que hemos detectado en las últimas horas es que existe una profunda división dentro del Ministerio de Salud, esa división es tan grave y tan dolorosa que puede causar justamente un mayor deterioro en la atención de salud de nuestros pacientes que requieren la más alta prioridad.
¿Qué señales se desatendieron?
En primer lugar, hubo una mala comunicación y nosotros insistimos hace meses con la circulación viral. El presidente del Colegio Médico de Valparaíso advirtió hace un mes que los casos estaban aumentando de forma muy intensa y que las UCI pediátricas no iban a ser capaces de atender todos los casos. Y hace más de un mes y medio que los informes del ISP tenían cifras que daban cuenta de un aumento enorme de los casos. Si uno compara la curva de casos con la de los años anteriores, la diferencia es enorme, y en base a esa curva se puede hacer un cálculo de cuántas camas se pueden necesitar y yo creo que eso no se hizo como correspondía. No se puede buscar la cama a último minuto.
¿Qué medidas se pueden tomar?
Hay varias medidas que se pueden tomar. Primero, hay que reforzar la comunicación de riesgo. Segundo, hay que enseñarles a los papás y a los cuidadores cuándo es realmente necesario consultar para no atochar los servicios de urgencias. Tercero, hay que conseguir la mayor cantidad de camas pediátricas posibles, y así, si la curva sigue aumentando, tener las camas preparadas. Y aunque el virus sincicial no tiene vacuna, hay que reforzar la campaña de vacunación, porque si no se aumentan los niveles de vacunación contra la influenza, en unas semanas más vamos a tener muchos casos por este virus y se va recargar más el sistema.
El exministro de Salud Jaime Mañalich dijo que podrían fallecer hasta 120 niños menores de seis años a causa del virus. ¿Comparte esa proyección?
Yo no sé cómo obtuvo esa cifra, así que no puedo opinar. A mí no me gusta pronosticar, porque es muy doloroso para la gente escuchar ese tipo de proyecciones. Por eso tampoco comparto lo que dijo la ministra, cuando dijo que la bebé iba a fallecer aunque la trasladaran. Eso fue un error ético garrafal, porque uno les quita a las personas la esperanza.
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