Imagínese lo difícil que puede llegar a ser vivir una cuarentena encerrado en su casa. Ahora imagínese vivir el mismo escenario, pero sin casa, sin dinero, sin redes de apoyo y en otro país.
Una severa crisis humanitaria ha ido acuñándose en la frontera norte del país a causa de la pandemia de Covid-19 y el cierre preventivo de fronteras, implementado tanto por Chile como Perú. Producto de esta situación han dejado atrapadas en Arica más de 1.600 ciudadanos de diferentes nacionalidades, fundamentalmente de Perú, sin poder regresar a casa.
Las autoridades ponen voluntad y sensibilidad. Los chilenos residentes también. Pero el problema está allí, silencioso.
Crónica de un cierre
El 15 de marzo pasado, el Presidente del Perú, Martín Vizcarra, anunciaba el cierre total de las fronteras durante 14 días para proteger a la población. En Arica, inmediatamente cientos de personas quedaron sin posibilidades de continuar su viaje y sin dinero para pagar un lugar donde dormir. Las primeras semillas de la crisis comenzaban a germinar.
Clubes deportivos con niños, madres con sus hijos, trabajadores, gente de la tercera edad y familias completas han visto día tras día como la comida, el agua y el techo se convierten en un bien complejo, en una ciudad desconocida y sin poder avanzar ni tampoco volver al lugar de donde venían.
Johnathan Aldana viajó desde Antofagasta con la intención de volver a su natal Tacna, pero el cierre de fronteras lo dejó sin poder regresar a ninguna parte. “Alcancé a trabajar seis días en Chile antes de la Pandemia; ahora, gracias a Dios, estoy en la casa de un amigo en Arica, porque es peligroso salir a pedir ayuda, no me quiero contagiar, así que estoy en auto cuarentena” comentó.
Incluso hay familias que se han visto separadas. Para Patricia Tarqui esta crisis ha significado estar lejos de sus hijos que están en Perú. “Ya tenemos claro que no vamos a poder cruzar, además, extendieron el cierre de la frontera, pero tampoco queremos contagiar a nuestros seres queridos si es que regresamos”, dijo.
Campamentos
El alcalde de Arica y el cónsul del Perú fueron los primeros en levantar la alerta sobre lo que se estaba produciendo en la frontera y las consecuencias que podría traer.
Julio César Cadenillas, cónsul de Perú en Arica, se reunió con varias autoridades locales para abordar la situación. La sede diplomática está ahora financiando los gastos de alojamiento y alimentación para cerca de 300 ciudadanos peruanos. Hecho que se suma a que cada día llegan más desde la zona central del país.
“Actualmente tenemos a cerca de 200 compatriotas en el Hotel Saint Gregory, donde se ha decretó una cuarentena preventiva luego de que dos personas tuvieran síntomas de fiebre”, informó hace algunos días la autoridad consultar
.Agregó que "lo que más les estamos pidiendo a los compatriotas peruanos es que no sigan viajando a Arica, porque no van a poder cruzar. Incluso les estamos pagando los pasajes para que vuelvan a la ciudad desde la que viajaron, para que no se produzca un problema mayor”.
El alcalde de Arica, Gerardo Espíndola, ha dispuesto comedores sociales para ayudar a los afectados. Incluso se encuentran preparando un plan de emergencia en caso de que la situación escale más lejos.
“Nosotros advertimos esta situación al día siguiente que Perú cerró su frontera, incluso hemos visto a la autoridad de la Defensa para decirle que los recintos estan disponibles, como el Estadio Carlos Dittborn, en caso de que necesitemos montar un campamento de emergencia”, expresó el edil.
Control sanitario
La mayoría de las personas varadas en Arica son ciudadanos peruanos tratando de regresar. “Han seguido llegando todos los días, hasta fines de la semana pasada contabilizamos a más de 500 personas”, informó la Seremi de Salud, agregando que se está realizando una fiscalización constante en los hoteles donde están alojados y también en las afueras del consulado peruano, para detectar posibles contagios.
A la fecha, cerca de 1.600 personas extranjeras han quedado atrapadas en Arica, en medio de una situación compleja que por ahora no da señales de mejorar.