Tras la declaración pública ofrecida por las víctimas de abusos, en la Conferencia Episcopal de Chile, el obispo secretario general, Fernando Ramos, señaló que "valoramos estos encuentros y esperamos que puedan servir en el proceso de reparación del daño causado a las víctimas de Fernando Karadima".

Frente a las críticas que Hamilton, Murillo y Cruz han formulado a la Iglesia chilena, Ramos indicó que "sentimos dolor y vergüenza, porque, a pesar de las acciones realizadas estos años, no hemos logrado que las heridas de los abusos sanaran en los corazones de muchas víctimas y siguen siendo una llaga en el corazón de la Iglesia chilena".

Los denunciantes pidieron "acciones ejemplares" al Papa Francisco, pues de lo contrario "todo será letra muerta". Respecto de esa aseveración, y si puede marcar el encuentro que vivirán los 33 obispos de la Conferencia Episcopal con Francisco, desde el próximo 14 de mayo, Ramos sostuvo que "se nos invita a conocer las conclusiones del informe de monseñor Scicluna, y a las que el propio Papa Francisco ha llegado al conocer dicha información. También se nos invita a un diálogo acerca de qué medidas hay que tomar a corto, medio y largo plazo para restablecer la justicia y la comunión eclesial. Por consiguiente, si no se adoptan algunas medidas, no se entenderá el sentido de estos encuentros".

Desde la agrupación Voces Católicas, su directora ejecutiva, Soledad Errázuriz, expresó que "conmueve el testimonio que dieron las víctimas de Karadima, porque finalmente lo que vivieron junto al Papa Francisco es el resultado de años de sufrimiento, dolor y de llegar al fondo de la verdad".

Frente a la postura del Papa, agregó que "también conmueve como católico ver a un Papa que acoge, escucha y pide perdón mirando a los ojos". Agregó que están "a la espera de medidas concretas y profundas, con el objetivo de que estos casos de abusos se erradiquen de una vez".

Juan Carlos Claret, vocero de la agrupación Laicos de Osorno, dijo que los cambios no vendrán desde la Iglesia, sino que de las mismas víctimas.

"¿De quién depende tomar ahora la posta y procurar que ocurran los cambios? ¿Del Papa? La experiencia indica que desde la jerarquía no van a venir. Somos nosotros los que experimentamos el abuso de poder, la asimetría dentro de la Iglesia y los casos de quienes han sufrido un abuso sexual. La crisis que enfrenta la Iglesia es una crisis jerárquica. De los que son la crisis no van a venir resultados".