El 3 de febrero de 2007, una explosión de gas en la calle Serrano de Valparaíso -parte del Sitio de Patrimonio Mundial, declarado por la Unesco- provocó un incendio que mató a cuatro personas y destruyó cuatro edificios.
Uno de ellos era el Palacio Subercaseaux, edificio manzana que mandó a construir, en 1895, el comerciante y político conservador chileno, Antonio Subercaseaux, para establecer allí su residencia. Tras el siniestro, el inmueble solo conservó su muro perimetral y desde entonces permanece en ruinas.
En estos quince años, al menos dos instituciones han intentado -sin éxito- recuperar el inmueble. En 2012, con comodato del municipio, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo licitó el diseño de la que sería su sede regional. Pero el proyecto no prosperó. Tampoco el de la Empresa Portuaria de Valparaíso (EPV), que en 2017 compró el terreno y elaboró el diseño del que sería su edificio corporativo. Un año después, el nuevo directorio informó que no continuaría con la iniciativa.
En este tercer intento, el Gobierno Regional (GORE) de Valparaíso destinó $650.431.000 -provenientes del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR)- para comprar el terreno a la EPV y licitar el diseño del nuevo Archivo Regional, que ocupará un 58% del edificio y permitirá conservar y custodiar la documentación generada por servicios públicos y entes privados en la región, y que actualmente se alberga en Santiago; solo las regiones de Tarapacá y La Araucanía cuentan con su archivo regional.
En el resto del edificio se ubicará el nuevo depósito legal del Museo de Historia Natural de Valparaíso (usará un 15%) -lo que duplicará el espacio destinado a hallazgos arqueológicos, paleontológicos, botánicos, zoológicos y documentales-, además de oficinas de la dirección regional del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural (14%) y áreas públicas (13%).
“Esta es una obra muy importante para la ciudad. Hace años la municipalidad, como dueña del terreno, le vendió este a la EPV, con el compromiso de que la empresa portuaria construyera en dicho lugar su edificio institucional. Lamentablemente ese compromiso, por las autoridades anteriores que estaban en la EPV, no se cumplió. Por eso, confiamos que esta vez el Gobierno de Chile, el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, cumplan con este compromiso con la ciudad” señaló el alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp.
La adquisición, explica la seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Constance Harvey, es reflejo de un empeño colectivo por recuperar el casco histórico de Valparaíso, declarado Sitio de Patrimonio Mundial en 2003 por la Unesco y “que está ahora en un estado de total abandono”.
“Los vestigios del palacio están ubicados en esta zona, y la idea es ponerla en valor a través de este y otros proyectos. Nosotros cambiamos la figura de administración del Sitio, a través de un convenio con el municipio (...). Antes todo estaba en manos del municipio; toda la carga la tenía el municipio. Lo que estamos haciendo con la subsecretaría del Patrimonio, con Emilio de la Cerda y el alcalde Sharp, es generar una corporación cultural municipal, de derecho privado, de tal manera de tener una cartera de proyectos, de levantar iniciativas, y una a una poner en valor el Sitio Patrimonio” agrega.
Harvey además destaca que es el Estado el que impulsa la compra y diseño: “Es súper importante porque no es un privado (…) sin querer denostar el área privada, que sería ideal que ocupara más espacio. Solo el Estado puede resguardar que este proyecto tenga los atributos y los criterios de intervención para que tenga la autenticidad, la integridad y la calidad constructiva que merece un espacio como este”.
La última vez que el Estado compró un inmueble en el Sitio Patrimonio de la Humanidad -para su restauración y uso público- fue en 2012, cuando el Presidente Sebastián Piñera formalizó la compra de 10 ascensores privados en la ciudad puerto.
“Lamentablemente, acá en Valparaíso existiendo muchos edificios patrimoniales en riesgo, nunca ha existido interés del Ejecutivo de hacer un esfuerzo por comprarlos. Como Consejo Regional éramos partidarios de comprar el edificio de la Bolsa de Valores (...), pero nunca se interesó ninguno de los intendentes de los diferentes gobiernos y, finalmente, lo compró la Universidad Santa María. Pero hay otras propiedades que uno podría evitar su destrucción, comprarlas y protegerlas; darles uso público, pero no ha existido voluntad política” señala el consejero regional, Manuel Millones.
¿Y los recursos para la construcción?
Por ahora, solo está financiada la compra del terreno y el diseño del nuevo edificio, cuyo plazo de formulación -a la empresa que se adjudique la licitación- son 772 días corridos. Pero no están los recursos asegurados para su construcción, la que se estima comenzaría en 2024.
Como ocurrió con los proyectos del Minvu y la EPV, el core Millones teme que, nuevamente, “nos quedemos solo con un lindo diseño”.
Al respecto, la seremi Harvey señaló que el paso siguiente al diseño es solicitar financiamiento para edificar el inmueble, “y la idea es poder hacerlo a través del FNDR. Así se ha hecho siempre (...). Todos los recursos de la etapa de ejecución deben ser postulados al financiamiento del GORE. Pero eso se desarrolla una vez está hecho el diseño y se conoce a cabalidad el presupuesto final”.
Lo anterior, explica la autoridad, será resorte de la actual administración liderada por el gobernador Rodrigo Mundaca.
Al respecto, desde el GORE explicaron que, una vez se cuente con el diseño, el proyecto será evaluado por el pleno del CORE, donde se discutirá su financiamiento.