Para mayo de este año estaba proyectada la entrega de la emblemática Escuela Ramón Barros Luco, el monumento nacional que sufrió graves daños tras el terremoto de 2010 y que, a la fecha, permanece inhabilitado, a pocas cuadras del Congreso Nacional de Valparaíso.

Pero eso no ocurrirá. La empresa encargada de las reparaciones, "Puerto Principal" -y que aseguró haber alcanzado un 50% de avance en los trabajos- se declaró en quiebra, dejando en vilo el futuro del edificio, que fue construido en 1924.

Claudio Opazo, administrador municipal de Valparaíso, sostuvo que "tenemos una situación bastante compleja, la empresa ha detenido las faenas de la obra, cuestión que nos preocupa altamente". Agregó que "sabemos que tenemos una situación que ya se salió de la programación inicial, este edificio cumplió diez años sin poder ser entregado a la comunidad educativa, pero el compromiso con la ciudad es tratar de resolver lo antes posible la entrega de este inmueble patrimonial".

La recuperación del inmueble ha sorteado incontables escollos. En 2012, la primera firma encargada de los trabajos, Vesia S.A., también quebró y el edifico quedó abandonado, con todo el avance de andamiaje y apuntalamiento.

El recinto se convirtió rápidamente en un foto de preocupación para las autoridades. Desconocidos comenzaron a utilizar el lugar para pernoctar, también como escondite e incluso se presumió la acción de grupos de microtráfico. Vecinos del lugar, que también temían derrumbes de las cornisas, describen que solían verse personas ingresando al edificio y que incluso hacían fogatas.

Por ello, se resolvió poner vigilancia, para evitar que un eventual incendio pudiera dañar aún más el monumento.

El consejero Manuel Millones (UDI) recordó que todos los hitos para la recuperación han sido conflictivos. "Es muy desalentador lo que sucede con la escuela, porque nosotros resolvimos entregar recursos. Conocido lo de la quiebra de la empresa, aún no se ha realizado una petición formal para revaluación y no sabemos si los nuevos oferentes costarán lo mismo o no".

Actualmente, el presupuesto de reparación, aprobado por el Consejo Regional, es de $6 mil millones, para el edificio que tuvo a dos generaciones de intendentes revaluando el futuro del inmueble, y que contó entre sus opciones el albergar a una universidad y a la PDI. Actualmente, el futuro es desconocido.

Fernando Gray, encargado de proyectos de la Secretaría Comunal de Planificación (Secpla) municipal, explicó que se contrató a una empresa para que elabore un informe con los avances reales de los trabajos y lo que queda pendiente, para poder retomar las obras a corto plazo.

"Esperamos en unas semanas más contar con dicho informe, el que será presentado al Gobierno Regional para conseguir el financiamiento, que fue comprometido en octubre del año pasado.

Finalizado todo aquello se podrá hacer el llamado a licitación de la nueva empresa".

Así, la fecha en que la Escuela Ramón Barros Luco podrá reabrir sus puertas, sigue en incertidumbre.