La entrega de resultados de la Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES) era esperada con ansias por Alonso Baier (17), Rosario Cea (18) y Felipe Paredes (18). Los tres estudiantes y pacientes de la Teletón se prepararon con especial ahínco para rendir el examen y luego de años de estudio alcanzaron el máximo puntaje en el área de Matemáticas. Eso no fue todo. Además recibieron la nueva Distinción de Trayectoria Educativa (DTE), que debutó este año y que reemplazó a los antes llamados Puntajes Nacionales.

Según la Subsecretaría de Educación Superior, de las personas en situación de capacidad reducida que les correspondía dar la PAES, el 89% participó. Con el programa de inclusión se realizaron adaptaciones en las instalaciones para promover la asistencia de Personas en Situación de Discapacidad (PeSD) y con Necesidades Educativas Especiales (NEE), de las cuales la subsecretaría indica que se otorgaron más de 7.000 adecuaciones de distinto tipo durante el año. Entre los participantes PeSD, el 3% obtuvo puntaje máximo (1.000 puntos) y el 5% logró la DTE.

Macarena Rivas, directora de Servicios Sociales y Comunitarios de Teletón, indica que “alrededor de 400 jóvenes de Teletón deberían haber rendido la PAES” este año y hasta el momento tres estudiantes han comunicado que obtuvieron los 1.000 puntos.

Alonso Baier, el logro temucano

Desde la región de La Araucanía, en la ciudad de Temuco, Alonso Baier, de 17 años, como muchos jóvenes que rindieron la PAES, buscó su resultado en el portal del Ministerio de Educación. La felicidad fue total cuando vio sus puntajes.

“Fue una sorpresa increíble, muy gratificante, de verdad no pensé que iba a llegar a esa meta. La tenía puesta, pero después de salir de la prueba dije ‘me equivoqué en un par de cosas, no creo que llegue’. Pero se pudo, se logró”, cuenta el joven postulante a la educación superior.

El fruto de un esfuerzo de dos años se registró en los puntajes de la PAES de Baier. Estos fueron 1.000 puntos en Matemática 1, superó los 900 puntos en sus Notas de Enseñanza Media (NEM) y ranking, mientras que en las áreas de Competencia Lectora, Ciencias y Matemáticas 2 rozó los 780 puntos. “Cuando vimos el puntaje fue motivo de gritos, de alegría”, comenta su madre, Paola Villarroel.

Desde los ocho meses de vida Alonso ingresó como paciente en la Teletón. Su diagnóstico fue parálisis cerebral con hemiparesia izquierda, condición que presenta una debilidad muscular en el hemisferio izquierdo de su cuerpo. Su mamá explica que el estado actual de su hijo es de una discapacidad leve. “Ha sido un trabajo desde muy pequeño (...) Hoy podemos decir que es una etapa superada”, afirma Villarroel. El futuro estudiante universitario lo demuestra, por ejemplo, a través de su desempeño como parte de la Selección Chilena de Fútbol 7 Paralímpica, con la cual en 2022 representó al país en el Mundial de Olbia, Italia.

“Hay que potenciar las regiones”, pide el joven temucano que postuló para estudiar Ingeniería Civil Industrial en la Universidad de la Frontera de Temuco.

Biobío no se queda atrás

Rosario Cea y Felipe Paredes viven en Concepción. El jueves pasado se encontraron por un motivo en común: celebrar sus puntajes máximos alcanzados en Matemática 1. Esta instancia se realizó por medio de un desayuno junto al gobernador Rodrigo Díaz.

Rosario Cea es de San Pedro de la Paz, tiene 18 años y es exalumna del colegio The Thomas Jefferson School de Talcahuano. En la PAES alcanzó los 1.000 puntos en Matemática 1, NEM y Ranking, 834 de Comprensión Lectora y sobre 700 puntos en Ciencias y Matemáticas 2. Con estas cifras planea estudiar Ingeniería en Biomédica en la Universidad de Concepción: “En un momento casi de crisis vocacional me metí al computador y fui carrera por carrera”. Finalmente encontró la profesión afín a sus gustos. “Es lo que quería, algo más de investigación”, reconoce.

Cea es paciente de la Teletón desde que nació con la afección llamada Mielomeningocele, la cual es un tipo de espina bífida que, en el caso de la joven, la obliga a trasladarse en una silla de ruedas. Harry Cea, su padre, manifiesta que no todo fue color de rosas: “No se nos olvida lo difícil que fue llegar a este momento. Rosario ha sido operada 16 veces, pasamos tanto por eso, pero decidimos ser felices con esta situación y le echamos para adelante, esa es nuestra realidad”.

Felipe Paredes, quien finalizó su enseñanza media el 2021 en el Colegio Salesiano de Valdivia, se preparó para la evaluación a través de un preuniversitario durante todo 2022. “Mi familia me apoyó para que este año no entrara en algo que no quería y me preparara para algo mejor”, dice, antes de agregar que durante ese tiempo solo se dedicó al estudio y al deporte, ya que es miembro de la selección juvenil del club deportivo de básquetbol Gran Bulls.

Paredes cuenta una anécdota sobre su última preparación para la prueba: “El martes fue la prueba de lenguaje, fue una prueba muy cansadora”. Por esto, añade, llegó a su casa a dormir durante la tarde. El joven cuenta que no pudo dormir porque estaba nervioso, sin sueño y se despertó a las dos de la mañana y se puso a hacer ensayos. El joven realizó dos simulaciones de la prueba, en las cuales obtuvo 1.000 puntos. “Eso igual me dio confianza y, de hecho, en la prueba me salieron ejercicios similares”, comenta.

Felipe fue diagnosticado desde su nacimiento con el Síndrome de Regresión Caudal, más conocido como “síndrome del niño acordeón”. Ha sido sometido a más de 30 cirugías durante su vida según lo que indica la Teletón. Con su condición, al igual que Rosario Cea, debe desplazarse en silla de ruedas, lo que no ha sido impedimento para dedicarse al deporte.

“Estoy cumpliendo un sueño”, comenta Paredes. Esperanzado de poder entrar a Medicina en la Universidad de Concepción, explica sus motivaciones detrás de esto: “Por mis problemas de salud he estado muy cercano a la labor de los doctores y me veo haciendo eso, devolviendo la mano a toda la gente que me ayudó”.

Desde la rehabilitación a la universidad

La Subdirectora de Servicios Sociales y Comunitarios de la Teletón, Macarena Rivas, comenta que la fundación cuenta con recursos gratuitos para los pacientes: “Se trata de becas en preuniversitarios o clases de reforzamiento a distancia”. Estas medidas, asegura Rivas, tienen la misión de contrarrestar las “brechas en los aprendizajes al momento de egresar del colegio”.

Según la directora, la institución cuenta con equipos de intervención que se activan desde la etapa preescolar “con el objetivo de promover la participación en el aula, prevenir la ausencia escolar y favorecer el aprendizaje”. Durante la transición a la vida adulta la organización fomenta la autonomía y participación activa de la educación escolar, brindando información sobre beneficios y becas para el ingreso a las casas de estudio. Finalmente existe un acompañamiento del equipo de la Unidad Laboral, cuya función es guiar el proceso de búsqueda y postulación de empleos.