En uno de los descubrimientos más importantes de los últimos 10 años podría convertirse el hallazgo de un sitio arqueológico en el cerro Mayaca, en Quillota, Región de Valparaíso, donde se encontraron 20 cuerpos que datan del 1.400 a. de C. y más de 100 objetos que revelarían la presencia de un enclave del imperio inca en la zona central.

En medio de los trabajos de excavación, que se realizan en terrenos donde se construye un complejo de edificios, un grupo de expertos, encabezados por el arqueólogo Charles Garceau, estudia la posibilidad de enviar muestras óseas a laboratorios de Estados Unidos para conocer más sobre la forma de vida de estos grupos.

"Los restos humanos bioantropológicos tienen un potencial de información, no solo por edad, género o patología, sino que ahora se abren estudios específicos que se hacen en Estados Unidos, a través de análisis isotópicos. Con ellos podemos saber qué era lo que comían, si tenían más aporte de maíz, proteína animal o del mar (…). Queremos conseguirnos fondos para enviar pequeñas muestras óseas, para complementar los análisis de laboratorio que está realizando una antropóloga física".

Puntas de flechas

Entre los objetos hallados se encuentran vasijas, discos y huesos de camélidos, además de puntas de flechas con influencia diaguita.

El experto aseguró que durante este período existió intercambio cultural, por lo que los objetos "no necesariamente tienen el estilo cusqueño", como los descubiertos hace décadas por la arqueóloga austríaca Grete Mostny en la misma zona.

Mostny, en su artículo "Un cementerio incaico en Chile Central", publicado en el boletín 23 del Museo Nacional de Historia Natural, de 1947, describe con exactitud el descubrimiento de uno de los yacimientos arqueológicos incaicos más importantes. En el documento, la arqueóloga explicaba que "las formas de los platos ornitomorfos, los jarros con un asa y de las ollas de pie son típicamente incaicas".

Para Garceau, "lo que escribe Grete Mostny en su artículo es sobre un sitio excepcional. Acá estamos hablando de piezas que se asemejan a artefactos del tipo que ella describe, con mangos ornitomorfos y aríbalos".

Desde el Consejo de Monumentos Nacionales solicitaron hacer pozos para sondear otras áreas para comprobar presencia de viviendas y si efectivamente se trataría de un enclave inca ligado al gobernador cusqueño Quilacanta.

Las piezas, en tanto, serán enviadas al Museo Histórico de Quillota.

Ignacio Castro, gerente de la Inmobiliaria Guillermo Castro y Cía. Ltda., que realiza los trabajos en el sector, informó que "hemos cumplido con todas las obligaciones legales, deteniendo las faenas y dando inmediato aviso al Consejo de Monumentos. Debido a esto, se cambió el emplazamiento de un edificio de cuatro pisos que estaba en el sector comprometido. Ahora, de hecho, estamos tramitando permisos para un segundo rescate".