Con el fin de identificar las botillerías y aplicaciones que venden alcohol a menores de edad en Las Condes, es que hoy comienza la fiscalización por parte de clientes "encubiertos".

La comuna tendrá inspectores municipales trabajando en esta causa, pero también jóvenes de entre 18 y 19 de edad, a los que se les pagará parte del arancel de sus carreras, a cambio de trabajar en servicios comunitarios como éste, con cuatro horas, un día de la semana.

La idea es que simulen ser compradores y vigilen si en los recintos donde se vende alcohol; o los repartidores de las aplicaciones,  piden la cédula de identidad para acreditar la mayoría de edad.

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En caso de que no soliciten el documento, los locatarios y también los repartidores se arriesgan a multa de 2 a 5 UTM, es decir, de $97 mil a $243 mil. Y si venden el licor a un menor de edad, se exponen a una sanción de 5 UTM.