En medio de las clases a distancia que están teniendo los estudiantes de educación superior, a causa del coronavirus, los alumnos de la Universidad de Chile aprobaron este viernes un inédito “paro online”, acusando problemas con este diseño de educación remota.
La presidenta de la Fech, Emilia Schneider, dice que el objetivo de la paralización es “tener condiciones materiales, pedagógicas y económicas para que todas las y los estudiantes accedan a la educación y que el proceso educativo se adapte a las condiciones que vivimos, porque no basta con tener un aula virtual y clases online para tener educación de calidad”.
Entre los problemas que acusan está la falta de acceso a internet de algunos estudiantes, que han agotado sus datos de internet por tener clases online. Ante eso, algunas unidades educativas han comprado chips para que los estudiantes continúen con las clases.
Schneider dice que el “paro online” también busca emplazar al Ministerio de Educación. “Sabemos que las autoridades tienen voluntad de avanzar, pero cuestiones como la rebaja del arancel sin una precarización de las instituciones públicas es algo que le corresponde al Mineduc, al igual que el congelamiento del cobro del CAE y otras medidas que el Mineduc no ha tomado”, dice.
Según la Fech, el paro fue votado con una amplia mayoría de las carreras, sobrepasando el quórum del 40%, y se revalidaría la próxima semana. En la práctica, el paro consiste en no conectarse a las clases remotas.
Desde la Universidad de Chile explican que se estableció un período de transición dos semanas para evaluar el trabajo a distancia. Se entregaron 2 mil chips de internet a alumnos y dispuso de dos plataformas de acompañamiento y tutorías virtuales.
Además, se flexibilizaron las actividades docentes: la participación en clases online no es obligatoria, se amplió la justificación de inasistencia, se incorporaron evaluaciones formativas (sin calificaciones), se facilitará la rendición de pruebas recuperativas y las asignaturas que sean reprobadas en 2020 no se considerarán en el tiempo de permanencia en la carrera. Además, las actividades que no se puedan realizar de forma online, serán eliminadas de la carga académica o reprogramadas.
A diferencia de los colegios, que tienen las clases suspendidas y cuyos alumnos están reforzando contenidos, las universidades no han suspendido las clases, sino que cambiaron la modalidad presencial por la modalidad a distancia, por lo que se considera que sí están entregando su servicio educativo.
Oficio al Mineduc
Pese a que el paro online puede parecer insólito, los parlamentarios también están preocupados por las condiciones en que las instituciones están entregando el servicio educativo.
Ayer, los diputados Gonzalo Winter y Camila Rojas (ambos del Frente Amplio) enviaron un oficio al Mineduc con diversas dudas sobre esta materia, como la falta de plataformas virtuales en algunas instituciones y la falta de capacitación de los profesores para usarla, en el caso de los planteles que sí tienen esta herramienta.
También pidieron información sobre “el cobro de aranceles y la relación entre la realización de clases efectivas, el pago por parte de estudiantes y el aporte estatal en el evento de suspenderse el semestre”. Igualmente, se solicitó saber las medidas de seguridad que se están tomando con los estudiantes de las carreras de la salud que desempeñan funciones en campus clínicos.
Finalmente, se le pide al Mineduc conocer las consecuencias pedagógicas que tendría un eventual cierre del semestre académico, en caso de que el coronavirus no dé tregua y no exista otra solución educacional. Según los diputados, si esto implica una disminución de los costos administrativos de las instituciones, entonces eso debería reflejarse en una baja de los aranceles.